«Dixit» de Alcides Chiesa y Carlos Martínez; recordando viejas heridas
Hacer una película que recuerda las graves mutilaciones que sufrieron los derechos civiles de la población durante la dictadura argentina no es fácil, pero Chiesa y Martínez han elaborado un documental que confronta algunos testimonios de víctimas de la violencia institucional con materiales de archivo procedentes de las emisiones televisivas que contienen discursos rimbombantes que trataban de justificar el exterminio. El filme viaja hasta nuestros días porque ya han tenido lugar algunos juicios de reparación y desde septiembre de 2006 hay un caso sin esclarecer sobre un nuevo desaparecido.
«Dixit» es también un homenaje a la enorme y prolongada lucha de los organismos de Derechos Humanos que, sin descanso, lucharon durante tantos años hasta quebrar los lazos de poder e impunidad y llevar al banquillo de la justicia a los genocidas, exponiendo también sus consignas y canciones, como un recorrido histórico musical.
Carlos Eduardo Martínez nos cuenta más detalles en diálogo con Cinestel:
«A partir de investigar sobre material de archivo de la televisión de la época, nos planteamos un documental que de alguna manera mostrara estos dos submundos que se vivieron en ese momento a través de la prensa, en este caso la televisiva fundamentalmente, que hablaba de un país medio irreal y por otro lado, las víctimas de la dictadura que no solamente eran los que fueron secuestrados y torturados, sino que en algunos casos, estudiantes de la Armada o un vecino».
– Algunas de las personas que aparecen en «Dixit» regresan por primera vez a lugares donde habían sufrido tortura. ¿Fue complicado para ustedes en el sentido de encontrar a afectados que estuvieran dispuestos a hacerlo?
Hubo gente que se negó y otros efectivamente fue la primera vez que recorrían esos lugares desde entonces y obviamente es complicado para la persona que pasa por este trance y para nosotros de alguna manera también contener a ellos en esta situación.
– Es curioso porque por un lado, uno de los testimonios dice que en la época de reclusión fue enviado a un psiquiatra y por otro, se ve y escucha un discurso de Videla en el que habla de «subversión» y apela a la mano dura «caiga quien caiga». ¿Ocurría esto con los secuestrados?
El caso al que te referís es el de una persona que estaba estudiando en la Escuela Mecánica de la Armada, que es una escuela que prepara técnicos suboficiales y en aquel entonces él era muy joven, entró con 15 años al centro y se vio envuelto en una cosa que ni se imaginaba, y entonces, para tratar de escapar de esa situación, intenta suicidarse o simula un suicidio, no queda demasiado claro, y a continuación a él es que lo envían a psiquiatras para que lo vean y lo estudien. No es el caso de un secuestrado.
– En la película se recuerdan unas polémicas declaraciones del obispo Plaza de La Plata, pero no queda del todo claro si esta postura era suya personal o era en general así por parte de la iglesia.
Hay un sector importante de la iglesia que sí tenía esta postura, entre ellos Plaza y Bonamin que lo expresan más «fervientemente» si se quiere decir así, pero nosotros pensamos que lo que pasó en la Argentina durante este proceso no hubiese sido posible sin el apoyo de la iglesia como institución. Argentina es un país católico y los militares se identifican muy claramente con la iglesia y, si el catolicismo hubiese tenido una resistencia a esto, no hubiese pasado lo que pasó en la Argentina, así que sí que hay una responsabilidad importante como así también es cierto que hubo sectores de la iglesia que fueron secuestrados, torturados y asesinados.
– «Dixit» es igualmente la crónica de la última aparición de Jorge Julio López en un juicio, y desde septiembre del 2006 está desaparecido. ¿Cómo puede ser que en plena democracia sigan habiendo desaparecidos?
La Argentina está pasando por un trayecto de su historia donde todavía muchos de estos personajes están vivos y han operado. Se puede decir que es el único caso en el que ha sucedido esto, pero también es cierto que han sido juzgados y están muchos encarcelados. Es un proceso importante dentro de nuestro proyecto porque la misma sociedad ha podido de alguna manera tratar de sanar estas heridas con justicia.
– ¿Cómo fueron seleccionadas por ustedes las imágenes televisivas? ¿Se las ofrecieron los canales públicos?
Nosotros trabajamos con una persona que se llama María Flores que se dedica a archivos públicos y ella tenía una importante cantidad de material y entre todo ello lo fue buscando, e inclusive fue impulsora del proyecto en sus inicios.
– También en la película aparecen testimonios del llamado terrorismo industrial contra sindicalistas y es un tema del que se ha hablado mucho menos.
Es cierto. Hay sindicalistas que han luchado bastante para que se cuente esto, sobre todo en el caso de los obreros de Mercedes Benz, que fue un poco más conocido que el de la Ford, y que se repitió en otros casos en los que los empresarios se han aprovechado muchísimo y por eso en los últimos años se dice que ya no se habla tanto de dictadura militar, sino de una dictadura cívico militar, porque así como te comentaba sobre la iglesia, por otro lado han contado con el apoyo de sectores empresariales fundamentalmente.
©José Luis García/Cinestel.com
©foto de los realizadores, Carolina Rosaspini del Festival de Cine Político de Buenos Aires