«Ariel» de Laura Bari; redención tras sufrir un accidente con secuelas

En su primer documental, la argentina radicada en Canadá desde hace mucho tiempo, Laura Bari, nos había acercado la perspectiva del mundo que tenía un chico ciego. En «Ariel» continúa con el mismo enfoque claro e impresionista para presentarnos un caso singular de alguien que necesariamente ha tenido que recurrir a la ortopedia para poner una solución práctica eficaz a las graves secuelas causadas por un penoso accidente laboral en el que una amasadora industrial le trituró las piernas. La première del film tuvo lugar en Montreal y seguidamente fue seleccionado para participar en el principal festival de documentales del mundo, el IDFA 2013 de Ámsterdam (Holanda).
La película condensa en su relato los diez años más recientes en la vida de Ariel Bari en una mezcla de realidad, ficción, frustraciones, sueños, encuentros y desencuentros con las dificultades propias de los discapacitados en un lugar, la provincia de Mendoza, en el que no se han ocupado de facilitar los accesos y el tránsito de las personas que padecen esta desgracia, unido al problema de un trabajador de 33 años, en el pleno apogeo de su vida, tratando de reconstruirse físicamente con ingenio, planificación y originalidad.
«Ariel» es todo un viaje introspectivo de profunda adaptación y sanación, al mismo tiempo que Laura Bari lo ha envuelto dentro de un realismo mágico. El film contiene momentos íntimos en la vida del protagonista y otros con familiares y amigos que nos acercan a lo que es su personalidad. Ariel es un tipo impetuoso que se cree capaz de llegar hasta el final en todo aquello que se propone. También piensa que es autosuficiente frente a muchas situaciones que se le presentan y mantiene una relación dispar con su mujer e hijas hasta el punto de que se genera un severo conflicto familiar.
Hacer borrón y cuenta nueva es lo que parece satisfacer su ego, el pasado ya no le sirve de gran cosa porque estaba en otras circunstancias y piensa que ahora debe reflexionar sobre su futuro. Esa premisa la llevará hasta sus últimas consecuencias porque los sistemas ortopédicos existentes no le motivan y es en ese terreno donde va a tratar de innovar. En la película nos vamos a dar cuenta de que estamos ante un artesano emprendedor que meticulosamente diseña unas nuevas prótesis, las hidropedias. Bari nos describe con secuencias animadas en un momento del filme cuál ha sido el proceso histórico de las prótesis a lo largo de los siglos que ahora su hermano Ariel parece que pacientemente está convencido de que va a mejorar y perfeccionar. Según pasa el tiempo, se irá consumiendo en esa búsqueda para diseñar y auto-fabricar sus propias prótesis que le van a permitir volver a caminar casi como lo hacía antes.
El relato de «Ariel» tiene varios niveles que se van mezclando a lo largo de la hora y media de la película por los que desfilan diferentes allegados que igualmente expresan sus emociones y estados de ánimo. Laura Bari es una cineasta autodidacta que nos ofrece un cine directo que reúne poesía, narración y música en una historia metafórica emergente en la que en todo momento subyace en nuestra mente la posibilidad de que un inicial oscuro destino sea redimido por el brillo de la imaginación y los resultados tangibles.
La cineasta tiene ya 25 años de residencia en el Canadá, donde en la Universidad de Montreal se especializó en psicopatología de la expresión aunque previamente ya había estudiado psicología en la Universidad Nacional del Cuyo (Argentina). En este segundo documental, Ariel está intentando reeducar su identidad y paradójicamente le va a resultar más difícil a nivel emocional la posible pérdida de sus vinculos familiares que la de las piernas. Bari trata de interpretar ese mundo interior del personaje con metáforas visuales que forman parte del contenido del film redefiniendo lo que son los documentales y reafirmando la necesidad de este cine siga teniendo su fuerza en una narrativa de preguntas y no de respuestas, que en ese caso se vincularía más con lo que es el reportaje periodístico. Su próximo objetivo profesional es la historia de una adolescente quinceañera llamada Rocío.
©José Luis García/Cinestel.com