«El Ingeniero»; desenterrando la generación perdida de El Salvador
Juan Passarelli y Mathew Charles son unos documentalistas y reporteros británicos que el año pasado nos sorprendieron con un documental sobre Bielorrusia y que en la décima edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona exhibieron por primera vez su nuevo film, «El Ingeniero», que retrata el trabajo del único criminalista de El Salvador que se ha especializado en la localización de cadáveres de víctimas de la absurda batalla entre las maras.
El trabajo de Israel Ticas consiste en encontrar y desenterrar a las cientos de personas desaparecidas que han sido asesinadas y abandonadas en las colinas y en el campo de uno de los países más peligrosos del mundo. Recientemente, dos de las pandillas que operan en el país decretaron una tregua en sus hostilidades pero, por los testimonios que aporta el documental, es fácil deducir que ésta es puro maquillaje ya que aseguran que la matanza continúa.
El hecho de que Ticas sea el único profesional en el país que se dedica a este cometido no implica una proeza sino que más bien es el signo de la escasez de recursos que se destinan a esta inquietante y descomunal tarea. Juan Passarelli, de origen guatemalteco, relata en diálogo con Cinestel cómo dieron que el ingeniero:
«Cómo llegué hasta él es gracioso porque yo soy muy amigo de la gente de El Faro que es un periódico digital en El Salvador impresionante, son buenísimos, y ellos escribieron un artículo acerca de él, que es una pequeña celebridad en el país y sale en los medios todos los días.
Cuando yo leí el artículo se me paró el corazón y entonces me dije que lo tenía que conocer. Yo vivo en Londres y tenía programado un viaje a Guatemala porque casualmente me iba a casar y queríamos ir de luna de miel, lo cual hicimos, y al terminar agarré rumbo para El Salvador, y creo que mi esposa todavía no lo aprecia mucho eso, y lo fui a conocer encontrándome a una persona superaccesible que aceptó mi propuesta de hacer el documental por la necesidad de que este tema de los desaparecidos se hable y se difunda».
– ¿Trabaja él exclusivamente para la fiscalía?
Sí, es el único criminalista que tiene la fiscalía y yo pienso que él básicamente se ha inventado su propia labor viendo las necesidades que tiene el país porque comenzó haciendo trabajos de reconocimiento y reconstrucción de cráneos y de identidad de personas pero de pronto se comenzó a dar cuenta que lo que más necesitaba El Salvador era alguien que estuviera desenterrando a las personas que han sido enterradas en estos cementerios clandestinos y en estos pozos.
– Llama mucho la atención que él dice que todas las deformaciones y mutilaciones que ve son como una obra de arte. En ese caso parece que habla más bien como un forense profesional y no desde el lado humano.
Yo no sé cuanto puede separar eso. Él no para de trabajar, es un workaholic, tanto como que su familia hasta está acostumbrada a que él, si es un domingo a las siete de la noche y lo llaman para que vaya a desenterrar un muerto, enseguida se va. A mí me parece que la muerte y él son casi lo mismo, es un personaje interesante para estudiar, y vos viste en la película que su oficina está toda cubierta de fotos de gente muerta. Es llamativo cómo mira él la vida y la muerte.
– Habiendo conocido como realizador del documental esta situación, ¿te da la sensación de que para él esto se ha convertido en una espiral que nunca acaba, no tiene fin y no se sabe cómo salir de ahí?
Yo creo que simplemente es una devoción total a lo que hace, siendo el único y la cantidad de trabajo que tiene de años y años y la cantidad de personas que están enterradas. Algo que a mí me parecía muy interesante es que cuando íbamos manejando con él o caminando en estas montañas preciosas de El Salvador, cada lugar que íbamos era un paisaje precioso, pero él me decía que toda esa superficie estaba llena de muertos. Es una devoción a su trabajo.
– Es muy peculiar también la manera que emplea para excavar y cómo deja los cadáveres dentro de una porción de tierra. ¿Eso es para preservar pruebas o por algún motivo concreto?
Las técnicas que él se ha inventado, que son varias, son con el objetivo de preservar mejor la prueba. Ahora bien, te soy honesto compadre, yo no he hablado con ningún médico forense de España o de Inglaterra para saber qué piensan de sus técnicas. Sé que el departamento de medicina legal compuesto por otros médicos forenses lo critica fuertemente porque dice que sus técnicas no son adecuadas, pero la verdad es que yo no puedo encontrar una razón lógica de por qué no serían adecuadas. Él se esmera mucho en tratar de no mover nada hasta que lleguen los doctores para enseñar las pruebas exactamente como son y por eso es que él excava alrededor.
Por ejemplo, vemos esos pozos de cincuenta metros de profundidad en donde tarda dos años cavando porque literalmente excava todo alrededor del pozo en vez de meterse; la verdad es que no es una cosa fácil de cualquier forma.
– Respecto a las pandillas, tu apuntabas en la première que tuvo lugar en el Festival que éstas no operan por una cuestión económica sino más bien por una cuestión de fe o de dominio de territorios. ¿Sería entonces una especie de locura o fanatismo lo que les mueve a matarse entre sí?
Sí compadre, es una adoctrinación y desde mi punto de vista el 99% de los pandilleros, casi todos, comienzan a la edad de entre 10 y 14 años, cuando uno es bastante vulnerable creo yo todavía en la forma de pensar y te indoctrinan que ya una vez estás en la pandilla sos pandillero para siempre y si te querés salir te matan y vos dejás de ser una persona individual y te volvés parte de la pandilla, tu vida es de la pandilla, y eso es lo que mueve al pandillero. Todo el objetivo de ellos es casi como un juego de Nintendo, es ganar más respeto de sus amigos dentro de la pandilla. Ése es casi su objetivo de vida y el respeto se gana a través de asesinar.
– En el documental también se ve cómo los políticos locales pretenden aprovechar la anunciada tregua en beneficio propio.
El Salvador en el 2011 era uno de los países más violentos del mundo, creo que es el segundo detrás de Honduras que es el primero fuera de zonas de guerra, pero incluso las cifras de muertos en ciertos momentos han llegado a ser más altas que en Irak en tiempo de guerra, entonces obviamente a los políticos les interesaba mucho tratar de rebajar estas cifras.
La forma en que se origina esta tregua es muy interesante. El gobierno siempre se desliga de lo que pasó pero la verdad es que hubo una negociación con dos organizaciones criminales y se sabe que fue generada dentro de un despacho del Ministerio de Seguridad, el de Mungía Payés junto con un ex-diputado y un padre de la iglesia católica, porque sentían que necesitaban el apoyo de la iglesia para que esta negociación fuera públicamente bien vista. Negociaron con los pandilleros en una prisión de máxima seguridad en donde tenían solo una hora diaria de luz, no tenían derecho a visitas conyugales,… y les propusieron bajarles a cárceles de menor seguridad y les dan algunos otros beneficios como teléfonos, visitas conyugales, más tiempo de visitas familiares y a cambio de eso ellos debieron de dejar de matarse entre sí.
Estas reglas son distribuidas por las pandillas a todas las clickas y, en efecto, se ve una disminución del 50-60% de los muertos. Al mismo tiempo se comienza a ver que los números de las desapariciones no son tan claros, el gobierno no ha liberado todos los datos tanto de la medicina legal como de la policía. En medicina legal hay datos que se repiten, no son números muy ciertos, y los de la policía no han sido liberados. Hay rumores de que hay más desaparecidos pero no lo sabemos, las extorsiones siguen igual y han empeorado en ciertos momentos y los otros crímenes son iguales. El problema con las pandillas es que el ingreso más grande que ellos tienen es el de las extorsiones a negocios pequeños del área y esa parte no se ha logrado reducir y por el momento yo no veo cómo lo van a hacer y tampoco se ha hablado de desorganizar las pandillas. Entonces es una tregua que va poco a poco y yo creo que todas las personas que hemos estado involucradas en este conflicto queremos que funcione un proceso así pero es algo turbio todavía, no es cien por ciento transparente y el gobierno no ha ayudado a que sea más transparente. Al principio les tomó un año solo comenzar a apoyarlo públicamente.
– Hay quien dice que por ejemplo en Nicaragua se salvan de la acción de estas pandillas pon un sistema que implantó la revolución sandinista. ¿Conoces el tema?
No lo conozco, pero fíjate vos que sí que es algo muy muy curioso. Yo tengo la sospecha de que Nicaragua es un poquito diferente porque la emigración de los nicaragüenses en su mayoría no es hacia los Estados Unidos sino hacia Costa Rica y Costa Rica tiene poca inmigración de ‘mojados’, de personas que se van ilegalmente a los Estados Unidos. En cambio en El Salvador, Honduras, Guatemala y México, la emigración es hacia el norte en donde se originan estas pandillas. Esa es una teoría que a mí me parece muy interesante, aunque no podría decir si esta es la razón única de por qué no hay este problema en Nicaragua, pero sobre ese sistema sandinista no he oído.
– En la edición de 2012 del Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona se proyectó un documental anterior vuestro, «El último dictador de Europa», rodado en Bielorrusia y te quería preguntar cómo conseguisteis entrar ahí. ¿Pudisteis trabajar bien?
No, fuimos off the cover. Yo me quedé en el Reino Unido filmando mientras mi compañero, el co-director Mathew Charles, se fue para allá. Él entró dos veces porque la película anterior a esa también era acerca de un teatro en Bielorrusia, pero sí fue complicado. Entró con visa de turista con la escusa de que iba a ver una universidad para tal vez estudiar un año ruso, incluso se tuvo que comprar libros como parte del cover y al momento en que salió del país obviamente él no llevaba los cassettes con él sino que los habíamos mandado con una de las personas que nos estaba apoyando por tierra al exterior.
La cuestión es que cuando él iba saliendo, la KGB lo detiene y lo comienza a cuestionar y lo estaban intimidando fuertemente. Ellos hacían como que no sabían hablar inglés pero de pronto cuando les convenía hablaban inglés perfectamente hasta que Maths les dijo que quería hablar con su Embajada porque ellos no le podían mantener allí para siempre y los tipos de la KGB le dijeron que no le estaban manteniendo allí sino que según sus datos, Mathew Charles ya estaba en el avión, así como amenazándolo que le iban a desaparecer, pero no encontraron nada. Registraron hasta su teléfono y gracias a dios, la KGB que supuestamente son superespías, no sabían usar bien un iPhone y entonces no se dieron cuenta que habían correos electrónicos incriminadores en su teléfono. Fue una suerte que eso no pasara.
©José Luis García/Cinestel.com