“Entrevidas”, trasplantes y la vuelta a nacer de Pablo Doudchitzky

Estrenado de Argentina
Mientras estaba trabajando en un documental sobre las habilidades artísticas de su propia hija, Pablo Doudchitzky sufrió un colapso en su salud derivado de una hepatitis crónica que ya padecía, que tuvo que ser resuelto con un trasplante de órganos gracias al cual hoy podemos disfrutar de su presencia y de sus películas.
Con motivo de esa experiencia, este director documentalista ha querido rodar un film en el cual el lado humano se destaca por encima de todo, pues mientras que podría haberse limitado a exponer la problemática de la espera de donantes y otras disquisiciones de carácter técnico, en “Entrevidas” lo que encontramos es, bien al contrario, un canto a la sensibilidad, el amor y la solidaridad humanas.
Como dice Pablo, “nuestras vidas están llenas de pequeños triunfos, grandes derrotas y también de elecciones equivocadas”.
Y es que el realizador es consciente de que muchas veces si revisáramos nuestras acciones cotidianas, probablemente no llegaríamos a contraer algunas de las enfermedades que a veces padecemos. Eso es lo que le pasó a él hace mucho tiempo en un viaje a España, donde tal vez por alguna imprudencia o desconocimiento suyo, padeció ese contagio que ha acabado transformándole como persona delante de la mirada amorosa y permanente de su hija Guadalupe, incluso cuando ésta no se encuentra en Buenos Aires.
Sobre la donación de órganos habría mucho pero que mucho de lo que hablar en un documental, pero sin embargo “Entrevidas” nos sitúa en una historia sensible y entrañable que pone el foco en el interés que tenemos todos por sobrevivir, y que inclusive cuenta con una pequeña selección de otros afectados por la necesidad de recibir un órgano donado por otra persona, así como con una concreta referencia al trabajo de quienes posibilitan que esas operaciones se lleven a cabo.
Pablo Doudchitzky responde las preguntas de Cinestel:

Pablo Doudchitzky, director de “Entrevidas”
– A la hora de hacer un documental, ¿resulta más gratificante hablar sobre algo que has vivido en primera persona?
Pues sí, sin dudas. Es más comprometido más verdad y más vital lo que uno puede contar a partir de haberlo vivido en el propio pellejo. Siempre que abordo temas que toco de oído termino desorientado y sin saber bien que hacer, en cambio, en estos temas que tienen que ver con la historia de uno hay un saber de primera mano que lo hace más interesante y lo que uno pueda opinar tiene otro valor.
– ¿Y quisiste con este film sensibilizar y hacer más activo al espectador acerca del tema que tratas?
Sí, esa es la idea. Un poco agradecer a la vida en general, otro poco a mi anónimo donante y otro tanto al solidario sistema de salud argentino que por suerte aún prevalece pese a los embates neoliberales y también, claro está, generar conciencia y hablar de un tema que es importante. Los temas de salud no están lo suficientemente divulgados al menos en la Argentina y se necesitaría que le dediquen un poco más de esfuerzo y presupuesto sobre todo para luchar contra ciertos mitos urbanos mentirosos que tanto daño hacen.
– “Entrevidas” establece una analogía con la mecánica del automóvil. ¿Viste en el fondo esa misma filosofía de compartir y reponer en ambos temas?
Bueno, un poco en broma, ahora estamos en una época de reciclar todo. ¡Lo requiere el planeta y nuestra propia salud por lo visto! (risas del público)
– Y también me parece que has enfocado la película desde un punto de vista más humano, en la relación con tu familia sobre todo, antes que dedicarte a enumerar cifras o datos sobre los trasplantes, ¿no es así?
En una primera versión de esta película estuve algo más cerca de hacer un institucional y la verdad es que quedó casi que espantoso. Me daba vergüenza mostrarlo así que imagínate… Como es un tema tan caro para mí, ¡cómo iba a permitirme darle un tratamiento tan frío y tan burocrático! Después de todo estaba hablando literalmente de mi vida.
– ¿Estarías de acuerdo si te dijeran que el documental es igualmente un homenaje a todo el personal hospitalario que participa en estas actividades?
Sí, intenta serlo aunque honestamente deberíamos dedicarle mucha más horas a homenajearlos sobre todo en el marco de esta espantosa pandemia. Es un trabajo duro muy duro y mucha veces mal remunerado al menos aquí por el tercer mundo.
©José Luis García/Cinestel.com