“Falklinas”, cinco historias con gente que aguantó la guerra de Malvinas

Estreno en Argentina
¿Qué ocurre cuando una persona está en un lugar por otro motivo y entonces sucede algo relevante? Las consecuencias de estar en el lugar exacto y en el momento justo, o todo lo contrario, son analizadas por el director Santiago García Isler en su nuevo documental “Falklinas”, un título que une lo que los ingleses llaman Falkland Islands y los argentinos Islas Malvinas, es decir, la misma cosa.
La guerra de Malvinas del año 1982 tuvo dos costados diferentes que sin embargo discurren en paralelo y a menudo se intercalan en los comentarios de la gente, pero que se resumen en una dudosa planificación por parte de la Junta Militar por un lado y en la histórica y legítima reivindicación de soberanía argentina por el otro.
La película cubre un aspecto nunca visto hasta ahora: la presencia allí de civiles argentinos, no soldados, a los que el conflicto les cambió la vida.
García Isler y su equipo se dedicaron a indagar entre materiales de aquella época y dieron con la gente que podía aportar sus testimonios en primera persona: Andrew Graham Yooll, Osvaldo Ardiles, Simón Winchester, Laura Mc Coy y Rafael Wollmann, así como con la voz en off narrada por Damián Dreizik.
De entre todos ellos, tal vez el más popular sea el del futbolista Ardiles, quien en aquel entonces se encontraba jugando en un equipo inglés, el Tottenham Hotspur Football Club, y que en el film recuerda que “el país en el cual nací estaba en guerra con el que me había adoptado”.
Pero “Falklinas” también se hace eco de otros puntos de vista como el de Jorge Luis Borges cuando manifestó públicamente que aquel conflicto armado era, en su opinión, “la lucha entre dos pelados por un peine”.
El director responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Te fue relativamente sencillo llegar hasta estos testimonios que salen en el documental?
La verdad es que nada fue sencillo con esta película. Primero falleció Andrew Graham Yooll quien iba a ser el narrador y aglutinador de las 5 historias. Después el peso, la moneda argentina, se devaluó bestialmente en un par de días lo que amenazó seriamente con la posibilidad de viajar. Había en el guion original varios viajes pautados, por supuesto que uno era a Malvinas. Después llegó la pandemia, se contagió Ardiles… Así que como ves, no fue fácil.
– ¿Y estás de acuerdo con Borges cuando en sus palabras, a su manera se refería a que esa guerra no tenía ningún sentido?
En el momento en que él lo dijo no tenía ningún sentido. No había derechos de pesca, no se había descubierto petróleo y no existía el turismo que hay hoy. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con ir a la guerra. Pero sí creo que tiene mucho sentido reclamar la soberanía de las islas. Por la vía diplomática o por nuevos caminos, pero nunca más una guerra. Y menos si el plan es mandar pibes de 18 años con armas obsoletas.
– Tal vez el caso del futbolista Osvaldo Ardiles sea el más paradigmático o popular entre los descritos en el film, ¿no es así?
Sí, Ardiles es una figura mundial y le tocó un momento horrible. Se tuvo que mudar del país que lo había adoptado y en el que era muy feliz, y la rompía jugando en el Tottenham. Además perdió a su primo José Ardiles que piloteaba un Mirage. Lo derribaron y se perdió en el océano.
– Se menciona en “Falklinas” el papel que tuvo en esa época el diario Buenos Aires Herald y el exilio del periodista argentino Andrew Graham-Yooll, pero ¿cuánta gente crees que podría opinar que el periodismo que se hacía en aquel entonces dista mucho de lo que ha venido siendo después en ese terreno?
Me parece que es muy claro que es un periodismo muy distinto el de esa época, seguro.
– ¿Y qué conclusiones sacaste tras haber finalizado esta película? ¿Se puede decir hoy en día que los fotógrafos que se encontraban en Malvinas hicieron un servicio fundamental?
Una de las conclusiones es que es un tema completamente abierto y que no tiene solución aparente en lo inmediato. Sigue siendo un tema sensible al menos para los argentinos. Sospecho que en Inglaterra no les interesa demasiado. Y también que hay que pensar qué va a pasar con los habitantes de Malvinas el día que Argentina recupere la soberanía. Viven 3000 personas allí.
Los fotógrafos y en especial Rafael Wollmann me parece que sí, hizo un aporte fundamental cubriendo el desembarco argentino y la rendición de las tropas británicas. En ese momento fue un cachetazo para ellos.
©José Luis García/Cinestel.com