«Rey Milo» de Federico Bareiro; un gran creador artístico y filántropo

Estreno en Buenos Aires.
Existen personas que unen su capacidad o don de crear obras artísticas únicas con la suerte de haber recibido el apoyo y la admiración de quienes compran sus cuadros o murales. Este es el caso del pintor Milo Lockett de Resistencia, en el Chaco, el ‘Rey Milo’ tanto de la exposición ArteBA de la capital de la nación y de otros acontecimientos como el de la celebración del Bicentenario cuyos murales fueron todos diseñados por él. La película es un esbozo cinematográfico, un amplio collage sobre el arte, los negocios, la vocación y la solidaridad.
El documental comienza su andadura mostrando la intensa labor filantrópica de este artista visual, uno de los más famosos y al mismo tiempo defenestrados de la Argentina. Lockett dona anualmente un promedio de 40 obras para subastas a beneficio del Hospital Pediátrico de Resistencia, trabajo realizado con adolescentes dentro de un proyecto de prevención de HIV – Cruz Roja Argentina. Además, ha colaborado para UNICEF en el proyecto “Un Minuto por mis Derechos” en el 7º Encuentro de Niños y Jóvenes escultores bajo el tema “Los Monstruos de Berni y Juanito Laguna”, y ha realizado talleres masivos de pintura al aire libre en el Festival de la Triple Frontera, Paraguay, Brasil y Argentina, Chaco, Jujuy, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Buenos Aires.
Sus diseños abarcan desde cuadros y telas hasta esculturas y muebles. En la película lo vemos desempeñarse con una increíble velocidad y precisión a la hora de elaborar un esquema previo de la obra que minuciosamente acabará. Su estilo puede que tenga muchos referentes pero a algunos, sobre todo en Europa, les recordará en parte al del catalán Xavier Mariscal con esos dibujos que tienen un estilo que, como hacen los niños, deforma lo que es la profundidad de campo para mostrarnos en ocasiones los dos ojos a un lado de la cara.
Con el fin de satisfacer nuestra curiosidad acerca de por qué y cómo se hizo este documental, el director responde a unas preguntas para Cinestel:
– Milo Lockett se ha convertido en todo un mito en Argentina por su actividad plástica. ¿Cómo le convenció para mostrar partes de su vida familiar?
Con Milo se hablaba todo de antemano y mis ideas eran aceptadas porque partían de su mismo relato como persona. Si él hablaba de su familia como algo muy importante en su vida de la cual no quería alejarse, y por eso compartía un taller al lado de su casa, me pareció coherente transmitir eso en la película. Intenté junto a mi equipo de trabajo y siempre con mucho respeto a su intimidad, no ser invasivo.
– ¿Por qué decidió incluir pequeñas partes de apariciones suyas en la televisión?
Me parece interesante cómo los medios de comunicación influyen en la construcción de una mirada sobre una persona. En el caso del artista los medios de TV le dieron en un determinado momento cierto interés y se lo podía ver en los programas de mayor audiencia de nuestro país. Me parece que los medios de comunicación en general eran parte de su historia.
– ¿Cree que su éxito tiene que ver con que ofrece a los ojos de los demás una imagen renovada del arte o por el contrario, se asoma en parte a otros estilos que también han fascinado a mucha gente?
Por lo que los diversos actores sociales nos explican en el film, hay más de dos razones. No solo por comenzar imitando a Picasso como nos cuenta Osvaldo Gómez o por que en ese momento su imagen era renovadora para el mundo de arte en Argentina como dice Máximo Jacoby. Hay mas cuestiones que sobrepasan a su obra plástica. Por ejemplo su carisma de vendedor, su desempeño como emprendedor y la capacidad de volver a reinventarse sin agotar a su público, el reconocimiento en la sociedad de su labor con acciones benéficas, por decir algunas de las características, hacen un mix que lo convierten en un artista exitoso.
– ¿Piensa que su filantropía reflejada en esas acciones solidarias le concede un mayor ángulo o perspectiva sobre la vida?
Esa sería una pregunta que quizás la pueda responder mejor el artista. Me atrevo a decir que cada cosa que uno hace en la vida es un aprendizaje y nos hace crecer como seres humanos. Más aún si uno puede ayudar al otro de una u otra manera.
Federico Bareiro ha sido capaz en este filme de mostrarnos con respeto las virtudes, los contrastes y las contradicciones de este personaje tan único, recabando incluso opiniones de su ex-mujer o de galeristas y críticos de arte. El relato es fluido y combina cierto humor con cuestiones más cotidianas de su vida como persona y como profesional.
©José Luis García/Cinestel.com