«Double Play: James Benning and Richard Linklater», amistad y amor inconmensurable por el cine

En un momento de esta película escuchamos a Benning sugerir a Linklater que la duración en el cine revela un significado. Eso es evidente, aunque se manifiesta de forma distinta en los filmes de ambos cineastas: James Benning es un director estadounidense de culto, experimental y con un cine estructuralista, cuyas secuencias pueden durar desde unos segundos hasta horas, mientras que en Richard Linklater destaca más la duración del tiempo que ha transcurrido entre las tres películas de su famosa trilogía sobre el amor con Julie Delpy y Ethan Hawke. Esta historia fue otro de los filmes premiados en Venecia como mejor documental de la sección Classics.
Ópera prima del realizador, crítico y escritor de Chicago, Gabe Klinger, «Función doble: James Benning y Richard Linklater» es una película que a priori comenzamos a ver convencidos de que asistiremos a un contraste de pareceres entre dos firmes eruditos del cine que nos harán comprobar esas diferencias que intuimos y, sin embargo, según avanza la película nos damos cuenta de que en realidad estamos ante dos amantes del cine que comparten mucho más de lo que imaginábamos, y de que nuestros presentimientos no estaban en absoluto acordes a una realidad conformada por dos personas en un reencuentro entrañable después de unos 30 años sin verse, y a través del cual nos transmiten además, un gran sentido del humor.
El cine puede hacer que el tiempo sea explícito, invisible o ambiguo, mientras que en nuestra vida práctica cotidiana sólo se mueve de una manera, siempre lineal. «Double play…» explora las marcas del tiempo y su curso, no sólo a través de la duración de los trabajos de Benning y Linklater, sino también vía su amistad y su vida.
En el año 1985, el entonces operario de una plataforma petrolífera Richard Linklater formó una sociedad para la proyección y debate de películas, lo que solemos llamar en otros lugares un Cine Club, para ver y experimentar con la palabra entre los cinéfilos. Sus actividades como entidad sin ánimo de lucro continúan hoy en día y esta película fue posible porque la Austin Film Society logró reunir por primera vez dinero suficiente para pagar el viaje de un cineasta lejano, James Benning.
Al principio de «Double Play…» vemos a los dos directores de cine teniendo encuentros y conversaciones informales y practicando algunos deportes juntos mientras charlan sobre literatura, las nuevas tecnologías versus las antiguas, el registro de los tiempos en el cine y las bandas sonoras. Poco a poco nos hablan distendidamente y sin profundizar demasiado sobre aspectos estructurales en el séptimo arte, es decir, más que acerca de lo que significa el cine para ellos, hablan sobre cómo pensar el cine. La película parece que está formulada para espectadores exigentes, amantes del cine y estudiantes de escuelas profesionales.
Allá en la década de los ’60 del siglo pasado, Benning se estaba dedicando por su cuenta a la creación de películas de bajo presupuesto, mientras que Linklater ya había empezado a elaborar sus primeros cortos. Aún cuando sus respectivas carreras se fueron distanciando, ellos dos siempre se mantuvieron en contacto de una manera u otra. Tras el éxito de su primera película «Slacker», a Linklater Hollywood le fue a la zaga y terminó por contratarle. Benning, por su parte, siempre se ha mantenido cerca de sus raíces y es sobre todo una figura desconocida en la corriente principal de la cultura cinematográfica porque siempre ha estado alejado de los terrenos más populares o comerciales.
La posibilidad de hacer este documental se materializó gracias al empeño del productor francés André S. Labarthe (Cinéma de notre temps), quien apoyó la propuesta del director Gabe Klinger de documentar la amistad de Benning y Linklater en el transcurso de unos pocos días en Texas, mientras los dos presentaban los films de Benning en esa sociedad cinéfila, jugaban a béisbol, y visitaban locaciones de viejos rodajes.
En ese intento de encontrar similitudes y disparidades entre ambos, Klinger nos hace recordar en diferentes momentos del film algunos pasajes de la hermosa trilogía sobre el amor de Linklater, con algunas imágenes en las que vemos de nuevo a Julie Delpy y Ethan Hawke.
©José Luis García/Cinestel.com