«Come, duerme, muere» de Gabriela Pichler; desiguales oportunidades

Raša es una chica sueca de religión islámica un poco ruda y deslenguada con algunas formas incluso masculinas cuyo padre procede de los Balcanes. La despiden de la fábrica en la que solía empaquetar lechuga en recipientes plásticos. No terminó sus estudios y tiene que mantener a su querido padre. Va a clases de ayuda psicológica para desempleados y hace lo posible para encontrar un nuevo trabajo, pero eso no es nada fácil y ante tan difíciles circunstancias, se da cuenta de que el país en el que ha vivido no garantiza las mismas oportunidades a todos.
«Come, duerme, muere» es una historia poética y dura que conjuga la necesidad de echar raíces en un lugar cuyos únicos referentes son su paso por la escuela sueca, los amigos y un chico con el que flirtea, con la crisis económica que irremediablemente ha provocado una sutil y sibilina xenofobia de la que se da cuenta cuando los encargados de personal de distintas empresas la evitan sin haberla visto o conocido cuando ven escrito su nombre de origen árabe. Su padre padece fuertes dolores de espalda y su relación con él es bastante positiva en todos los sentidos.
La directora ofrece una mirada honesta sobre los cambios que se han ido produciendo en la identidad nacional sueca. Rodada cámara en mano, refleja posiciones que se parecen mucho al lenguaje documental y al cine de los hermanos Dardenne con una excelente iluminación. Sus progenitores son de origen bosnio y austriaco y ella misma estuvo también trabajando en una fábrica de galletas, por eso el film se alimenta de muchas de las experiencias vividas en la realidad por Pichler y se percibe su conocimiento absoluto sobre cómo es el mercado laboral sueco, en especial en cuanto a las relaciones entre los trabajadores de una misma empresa. Ella misma había declarado que se propuso «subrayar la cruel reversibilidad del valor del trabajo en el sistema capitalista».
Gabriela Pichler nos contestó por correo electrónico un reducido cuestionario en lengua inglesa. A preguntas breves, respuestas breves pero claras, concisas y aclaratorias. Aquí está la traducción:
– ¿Por qué eligió rodar este film como si fuera un semi-documental?
Esta es una película de ficción, pero que utiliza el trabajo de cámara dándole un estilo de autenticidad que se asemeja al documental. También los actores no profesionales que aparecen dieron mucho de sí mismos para la historia y su actuación resultó realmente natural.
– ¿Planeaba trabajar con la actriz principal desde el momento en que comenzó a escribir el guión?
No, la encontramos después de diez meses de activa búsqueda y a partir de eso, escribí el guión en paralelo al casting con todo el resto de los actores, pero para el papel principal, yo sabía que habíamos encontrado a esa persona perfecta, y no estábamos dispuestos a comenzar el rodaje con alguien que no fuera 100% perfecto. Nermina, que nunca antes había actuado, fue esa persona.
– ¿Hay racismo contra los inmigrantes en Suecia?
Sí, como en muchos países. Es el mayor problema en la Europa de hoy.
©José Luis García/Cinestel.com