«Eduardo Pavlovsky, Resistir Cholo», un homenaje al Tato de Miguel Mirra

Estreno en Buenos Aires
Han pasado ya algunos años del fallecimiento de Eduardo Tato Pavlovsky, pero su figura se sigue recordando con vigor en la escena teatral argentina. Orientado al psicodrama, el dramaturgo, escritor y director estuvo siempre influenciado por el teatro de vanguardia europeo, y más concretamente por la obra de Samuel Beckett.
La obra que más lo marcó fue «El señor Galíndez», estrenada en enero de 1973, título visionario que trataba aspectos que más tarde sucederían durante la dictadura argentina y que ya en aquel entonces fue objeto de boicots y atentados durante sus representaciones.
Pavlovsky se recibió además como psiquiatra e inclusive fue campeón de peso pluma de boxeo, así que estamos hablando de una persona polifacética que encontró en el teatro una vía para expresar públicamente ciertas cosas.
«Eduardo Pavlovsky, Resistir Cholo» es una película de carácter documental que expone tanto imágenes de archivo de su protagonista como testimonios de algunos de los que le conocieron más directamente, entre los que se encuentran Jorge Dubatti, Ricardo Bartis, Norman Brinski y Susana Evans.
Para el Tato el teatro no era lenguaje, sino un acontecimiento lleno de voluntad de existir dentro de él. Quizá fue por eso por lo que en un momento determinado de su vida vio la necesidad de expresarse más políticamente dentro de sus obras, lo cual le llevó a ser perseguido por la dictadura. Pero el filme expone también cómo fue un dramaturgo que ha dejado una huella imborrable en muchos otros aspectos dentro del teatro.
Conocemos las impresiones generales de su director Miguel Mirra, quien responde las preguntas de Cinestel:
– La figura de Tato Pavlovsky fue y es muy potente. ¿Te costó lograr el equilibrio entre los testimonios que aquí presentas?

Miguel Mirra
Los testimonios fueron estudiados de antemano y, al grabarlos, los entrevistados ya sabían cuál iba a ser la temática y el estilo del documental.
– De todas formas se lo extraña mucho e igualmente ha dejado una especie de vacío importante. ¿También es él un referente actual para que otros sigan investigando su estilo de hacer teatro?
Es un artista sin tiempo, para hoy y para el futuro seguirá siendo un referente, porque vivió y creó a un mismo tiempo.
– Pero Pavlovsky decía que escribía para actuar, eso que él llamaba «invención». ¿Prefería entonces crear nuevas fórmulas, ser pionero?
No quería ser pionero, solamente era fiel a su compromiso de un futuro para todos y todas, por eso tiene más vigencia que nunca.
– Sus críticas anti-capitalistas y anti-imperialistas solían estar en sus obras. ¿Crees que él asumió positivamente su paso al terreno de la metáfora tras su regreso del exilio?
No usó metáforas, lo que hay en sus obras es lo vivido y sentido en el aquí y ahora de la acción teatral, en sí misma revolucionaria.
– ¿Y fue su compromiso por la justicia, la igualdad social y el bienestar de la gente una de las razones principales que te movieron a hacer esta película documental?
Lo que me movió fue mi admiración hacia un genial artista militante del teatro y de la vida. Un ejemplo a seguir, sin dudas.
©José Luis García/Cinestel.com