Fernando Birri en «Ata tu arado a una estrella»; Utopía y resistencia

Estrenado en la ciudad de Buenos Aires (BAMA)
El neorrealismo italiano le sirvió de guía toda su vida e incluso falleció en Roma a finales de diciembre de 2017. Fue también uno de los padres del Nuevo Cine Latinoamericano, movimiento creado en la década de los sesenta por distintos cineastas que abogaban por contribuir a su manera a la definitiva liberación de los pueblos de América Latina. Bohemio y apasionado por todo lo que hacía, a Fernando Birri nos lo pudimos encontrar en La Habana en algún momento de los primeros años de este siglo XXI vistiendo un abrigo gris oscuro y un sombrero de ala. Y nos lo podíamos imaginar en aquel entonces ataviado de esa guisa en un país de calor caribeño, tal vez porque venía de su Escuela de San Antonio de los Baños, donde en otro momento nos había recibido Gabriel García Márquez con motivo de un homenaje a Román Chalbaud, sobre quien se proyectaba «El pez que fuma» (1977) en aquella sala de cine del centro educativo que justo contaba con un aire acondicionado que estaba a una temperatura bajísima.
«Ata tu arado a una estrella» es un filme que se puede ver como una obra mucho más interesante que lo que habría sido un simple homenaje. Carmen Guarini persigue en este documental la definición de un personaje contradictorio, natural, espontáneo y amante de la vida, hecha además por sí mismo.
Y esa voluntad auto-definitoria queda precisada en una escena en la que la realizadora le entrega a Birri una mini-cámara por si se quiere auto-retratar en su cotidianidad.
La película arranca a partir de un seguimiento que la directora hizo, cámara «protésica» en mano, del rodaje en 1997 de un documental de Fernando Birri a propósito del 30º aniversario de la muerte del Che. El cineasta santafecino entrevistaba en él a figuras tan reconocibles como Ernesto Sábato, Eduardo Galeano, León Ferrari y Osvaldo Bayer, quienes hacían reflexiones en torno a la utopía, la desorientación, el escepticismo, el derecho a soñar y la eternidad.
Más adelante, la acción del film se traslada a la mencionada Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños (Cuba), conocida con el sobrenombre de Escuela de los Tres Mundos, que Birri fundó en conjunto con García Márquez y Julio García Espinosa con la idea de que tenían que ser cineastas activos los docentes del centro, lo cual así ha sido. Algunas personas que hablan en este tramo del filme ya nos ponen sobre la idea de que la utopía es solamente un elemento más de la resistencia.
Y en la última parte, el protagonista de «Ata tu arado a una estrella» recibe a Carmen Guarini en su casa de Roma a principios del año 2017. Es dentro de la entrevista que ambos mantienen, donde Fernando Birri dará su visión en torno a si las utopías todavía existen. Aquí lo vamos a ver algo más tenue en sus expresiones respecto a su alegría habitual, incluso hablando sobre las propias contradicciones de un hombre que también era poeta, y que al mismo tiempo se preocupó por hacer un llamado hacia un mundo más igualitario a través de unos filmes en los que denunciaba las situaciones de vulnerabilidad.
Este documental se hizo pensando que su protagonista permanecería con vida en el momento de su estreno, pero eso no ha podido ser posible. Birri fue una persona que a través de su lenguaje, entre las impresiones que nos dejó está la de que tuvo siempre muy clara su visión del mundo que le rodeaba, en la creencia además de que las utopías sirven para hacernos caminar.
Coincidiendo con el estreno de la película, DAC lanza junto a Editorial Treinta y Seis, un libro de su colección Cuadernos de cine que contiene la transcripción de las siete charlas que mantuvieron la directora y el protagonista en su casa de Roma en enero de 2017.
©José Luis García/Cinestel.com