«El Eslabón Podrido», un evidente cuento de horror alegórico

Estreno en Buenos Aires el jueves 16 de junio
Con películas como «La Memoria del Muerto», Valentín Javier Diment dejó buena impresión entre los amantes del cine de género. «El Eslabón Podrido» es su nueva creación llevada a las pantallas, una historia alegórica que es un cuento de horror capaz de haber sido reconocido con el premio del público del Festival de Sitges, y Mejor Película tanto en FANT Bilbao 2016 como en la también española XIII Semana de Cine Catacumba en Godelia.
El argumento del filme se desarrolla en un pequeño pueblo que apenas tiene veinte casas. Es el año 1967 y los protagonistas son Raulo, un deficiente mental; Ercilia, su madre, una curandera senil; y Roberta, la hermana, prostituta. Ante la proximidad de la muerte, Ercilia no duda en advertir a su hija: si se acuesta con todos los hombres del pueblo, ella morirá. La amenaza es más inminente de lo que parece, pues tan solo queda un hombre con el que Roberta no haya estado.
«El Eslabón Podrido» es una especie de juego que mezcla distintos tipos de intrigas y perversión con algo de humor negro para subrayar que estamos ante una fábula maquinada por unas mentes tan fantasiosas como las de los guionistas Sebastián Cortés, Martín Blousson y el propio realizador. Hay además un elenco de primera categoría encabezado por el trío familiar, interpretado por Marilú Marini, Luis Ziembrowski y Paula Brasca.
Valentín Javier Diment responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Piensas que es una película que la puede ver igual el público adulto que no es habitual del género?

Valentín Javier Diment
Sí, es más, creo que el público que no es el habitual del género puede tener incluso una ventaja. Porque tal como está contada la película, requiere que el espectador se deje llevar, entre en el detalle de las relaciones humanas, en los retratos que se van construyendo, en los climas íntimos, y a veces el público de género ya va predispuesto a un tipo de relato que, cuando no se condice con lo que espera, le puede generar cierta ansiedad. Esta es una película lenta, que se toma su tiempo para ir introduciendo a los personajes y conflictos. Igual, también hay suficiente caña gore para que el público de género se sienta a sus anchas.
– Sumas a la tensión sexual del filme las profecías de una madre que bien podría equipararse a una especie de bruja. ¿Era esa la idea inicial al elaborar el guion?
Sí, es parte esencial de la historia. Esa contradicción entre una madre que permite que su hija se prostituya, y a su vez la amenace con que si sigue adelante con eso se va a morir de eso mismo, forma parte de las tensiones irresueltas acerca de las que habla la película.
– Algunos personajes de «El eslabón podrido» son machistas, entre otros graves defectos. El arte está en combinar eso con elementos de humor negro y remarcando el cuento y la fábula para que lo puedan ver por igual espectadores hombres y mujeres. Estoy seguro de que siempre lo tienes en cuenta, pero quería saber tu punto de partida en este tema.
Es que dentro de la historia hay material para pensar bastante en la temática de los géneros. Hay machismo, hay una estructura matriarcal en la familia protagónica, hay el horror que pueden producir, en cualquier estructura cultural, el concepto del abuso. Por lo que sí creo es que tanto a mujeres como a hombres les puede interesar, se pueden ver reflejados. Pero verse reflejados no en lo bueno que tenemos, sino en lo ambiguo, en lo complicado, y ahí creo que hay una gran riqueza. El humor, por otro lado, es natural, se me complica concebir cualquier situación, por trágica que sea, sin unas descargas de risas cada tanto, en las películas y en la vida.
– Repites algunos actores de «La memoria del muerto». ¿Facilita el buen resultado final que tiene la película el hacerlo así?
No se si facilita. Son actores buenísimos, con los que además me llevo muy bien, y me gusta trabajar con ellos. Y que además, pensé que podían funcionar para esos personajes. Tengo mucha suerte de que actores tan buenos acepten participar de mis películas, me da mucha alegría eso.
– Pues a Germán de Silva la mayoría de las veces lo vemos actuando en cine en filmes rurales rodados en el campo. Como sugerencia, ¿No se podría armar un guion de terror con él de protagonista sobre un personaje que le tiene fobias al ambiente urbano? ¿Te costó poco convencerlo por ser un actor habitual de bosque y monte en las películas?
(Jajajaja…) Y sí, pero a Germán de Silva lo podés poner a hacer de Isabel Pantoja y le sale perfecto, le creés todo! Es un actor excepcional. Y no, no me costó convencerlo, la verdad. Le gustó el guión y el personaje, y aceptó enseguida.
– ¿Forma ya parte inherente a tu estilo de narrar el incluir algunos planos en contrapicado?
No lo pensé en esos términos, pero podría ser. Y cenitales. Planos en los que el encuadre, a veces enrarecido, colabore a transmitir determinadas ideas o emociones, y además agilicen el devenir visual de la película. Me gusta manipular todo lo posible la materialidad cinematográfica, tanto en encuadres como en montaje y todo lo demás.
– ¿Y el éxito que has tenido en España con la película te anima a seguir explorando el universo de la intriga y el terror?
Estoy asombrado del éxito que tuvo la película en los festivales españoles, la verdad. Me encanta y entusiasma, claro. Pero no me influencia a la hora de decidir con qué seguir. Tengo varios proyectos en danza, algunos tienen que ver con el horror y otros no, pero no estoy (al menos en este momento), trabajando en función de posibilidades de mercado.
©José Luis García/Cinestel.com