«El Señor de los Dinosaurios» no es chorro y artista, sino que algo más
Estreno en la ciudad de Buenos Aires
La dignidad como hecho fundamental en todo ser humano es lo que le ha llevado a Luciano Zito, director argentino, a realizar un documental que gira alrededor de una persona muy talentosa, cuyo entorno social y bajo poder económico le han condicionado de forma negativa a la hora de poder desarrollar todas sus habilidades.
Jorge «Cacho» Fortunsky dibuja, talla madera y esculpe con sus manos. Nació artista, pero con el tiempo tuvo que robar y hasta inclusive recorrer caminos marcados por la violencia.
Pero si ese pasado que intenta dejar atrás le jugó una mala pasada, las perspectivas que ahora tiene como artista le ofrecen una oportunidad inigualable de seguir por el camino de su mayor obra, un parque temático a las afueras de su pueblo, Eduardo Castex, en plena Pampa argentina, para el que esculpió unos dinosaurios a tamaño real.
«El Señor de los Dinosaurios» es un documental de tipo creativo y de carácter existencialista, pues Cacho es un vivo ejemplo del porqué una persona puede ver frustradas sus posibilidades de acceder a las que son sus verdaderas cualidades, competencias o intereses personales. Y claro, los problemas del ayer inevitablemente repercuten en el ahora, hasta el punto crítico de que tallar un Cristo en el tronco de un árbol sea un hecho que pueda llegar a ser considerado como una ofensa.
Luciano Zito es un realizador cuya mayor preocupación es la de reflejar en sus trabajos de qué manera influye la política en las personas comunes, en el ciudadano de a pie. Su primer documental, en el año 2000, trataba sobre un pueblo completamente inundado y, poco después, llegaría a filmar otro antes de que estallara la crisis del 2001, película que quiso editar en Barcelona donde Televisió de Catalunya utilizó esas imágenes junto a otros canales, para ilustrar los graves hechos que acontecieron en diciembre.
Otro de sus conocidos documentales fue una investigación en torno al famoso Caso Di Stefano que guarda relación con las operaciones habidas para que el conocido futbolista argentino jugara en el Real Madrid y no en el Barcelona. Tras vivir en Catalunya durante un año y regresar a la Argentina, trató en sus filmes temas como la primera generación de adolescentes afectados por el VIH, una prisión del interior en la que hubo presos políticos durante la dictadura militar que vivieron el terrorismo de Estado rejas para adentro, o el maestro Carlos Fuentealba asesinado en Neuquén en el año 2007, del mismo modo que igualmente hizo una serie para Canal Encuentro sobre Rodolfo Walsh.
Sobre «El Señor de los Dinosaurios», el director responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Cómo llegaste hasta Cacho? ¿A través del Parque de los Dinosaurios o fue por otra causa?
Fue a través del Parque y tiene que ver con el motivo por el cual se construyó, que es que la gente que pasaba por la ruta, de alguna manera se detenga y deje algo de dinero en el pueblo cargando combustible o yendo a un restaurante. Una persona del lugar me enseñó el Parque de casualidad, ya que fue todo un poco azaroso, porque si alguien no te lleva allá para que lo veas, es difícil que conozcas de su existencia.
Cuando lo empecé a recorrer, lo primero que me pregunté es que quién había hecho semejantes esculturas. Y la sensación que da es que son tamañas obras de arte, pero al mismo tiempo como que no tienen mucho que ver con lo que es el lugar, el paisaje y el pueblo de Castex.
– El caso de Cacho de tener poco acceso a las oportunidades que merecería no es aislado, sino que hay mucha más gente como él en el mundo. ¿Eres consciente de que ese factor individual es también extrapolable a otros?
Sí, exactamente. Por eso me pareció que a través de esta historia que es particular, como vos decías se puede hablar de una temática que es mucho más universal, que tiene que ver justamente con el rol del Estado para darnos un marco de contención y para que las personas podamos desarrollar nuestros potenciales y capacidades. Y obviamente, las personas que están privadas de libertad o que están en un camino por fuera de la ley, es casi imposible que accedan a esas posibilidades.
El sistema penitenciario no está preparado y armado para que estas personas cuando salgan puedan resocializarse, sino que más bien lo que hacen desde ese lugar es condenar a las personas a vivir en un mundo paralelo, que oscilaría entre el delito o estar viviendo su vida adentro, intramuros.
– ¿Y qué es lo que le hace a Cacho volver a delinquir? ¿Es un agobio porque no encontraba salida a aquello que realmente le gustaría hacer?
Cada una de las tres etapas que él tiene, poseen sus características propias, pero inevitablemente están también relacionadas con una situación social y política que afectó a nuestro país y obviamente a las personas que vivimos en él, de distinta manera.
En relación a por qué delinquir, la primera etapa suya me parece que es la que está como más confusa y tal vez funciona más como un acto de rebeldía. La segunda oportunidad tiene que ver en mayor medida con las necesidades económicas. Y la tercera etapa, que es cuando él ya había empezado a hacer el Parque, me parece que es una mezcla de estas dos anteriores.
Por un lado está la bronca que a él le agarra porque el nuevo intendente que asume no le reconoce su lugar como escultor y como artista que está trabajando en el Parque, y obviamente eso le genera mucho malestar. Al mismo tiempo es un momento en que la Argentina está empezando recién a salir de la peor crisis económica de su Historia y tampoco se puede encontrar un trabajo de otra cosa.
En los pueblos como Eduardo Castex, las posibilidades de empezar a trabajar siempre están muy relacionadas con la coyuntura política de turno. Entonces, si de alguna manera él se había peleado con el intendente en ese momento, era muy probable que se le cierren todas las puertas para poder hacer cualquier cosa, ya sea como albañil o como responsable del mantenimiento del Parque, que es lo que hace hoy.
– La animación de Gordobueno Estudio que aparece en el film para ilustrar algunas escenas del pasado es portentosa. ¿Lo hablaste previamente con el protagonista o lo ha visto él a posteriori?
Yo estuve consultándole a Cacho desde la etapa de guion. Él confió mucho en mi manera de trabajar y en el punto de vista mío, y obviamente que hubo lugar para hacer sugerencias, porque no fue el caso de que yo intentara hacer como una representación de su vida a espaldas de él, sino todo lo contrario. Y sí, durante todo el proceso yo le iba mostrando fragmentos de dibujos y las animaciones le encantaron, siendo él una persona a quien las animaciones le gustan mucho.
La primera proyección con público que hubo fue en noviembre del año pasado en Castex, a donde fueron como unas 600 personas en un pueblo que no tiene cine; y ahí él quedó muy conforme con eso.
– De hecho, hay mucha gente que desconoce dónde está el origen de estas historias personales. ¿Vos también quisiste en un principio acercarte a este tema tan ajeno que desconocías?
Sí, a mí me gusta decir que el cine documental es una manera de intentar disminuir las diferencias y el desconocimiento que tenemos las personas sobre nosotros y también sobre el mundo en general. En ese sentido, yo ya filmé en otros lugares parecidos a donde lo hice en esta película, pero realmente la historia de vida de Jorge «Cacho» Fortunsky es algo que está muy distanciado de lo que es mi realidad.
Me pareció muy interesante mostrar la historia de una persona que transitó el camino de la delincuencia, pudo salir, pero ese salir no le resultó para nada sencillo. Y principalmente cuando uno ve el relato que hacen los medios de comunicación en relación a la delincuencia, uno siempre está acostumbrado a escuchar estadísticas y noticias amarillistas, y muy pocas veces podemos acceder a tener un relato de por qué esas personas empezaron a delinquir.
Ese aspecto de Cacho es muy interesante, porque lo suyo es comenzar a delinquir como una protesta ante el sistema, ante el mundo que lo rodeaba y que le ofrecía muy poco, a pesar de tener un trabajo. A partir de ahí, el asunto se complejiza con la otra línea argumental que tiene que ver con su pasión por el arte.
©José Luis García/Cinestel.com