«Los enemigos del dolor» de Arauco Hernández; extraña sensación

Insólita película la del uruguayo Arauco Hernández que acaba siendo una mezcla frustrada de aventura, crimen, asesinatos, mafia y violencia cuyo guión, intencionado o no, se diluye en una sobriedad que no está a tono con la distorsión que el realizador casi debutante quiere evidenciar en esos personajes tan perturbados que presenta. «Los enemigos del dolor» cuenta la llegada al Uruguay de un actor alemán que busca a una mujer que lo dejó sin darle explicaciones. Desde el principio vamos a encontrar un personaje enojoso que se mete en problemas sin casi saber español y que le grita a la gente en alemán.
Lo que inicialmente comienza siendo un drama que acarrea cierto misterio, a media película empieza a girar hacia el film noir transformándose en un tono delirante pero con muy baja tensión entre los personajes que presenta y una escasez de diálogos entre ellos, como parte de una fórmula que parece querer mostrarnos el aislamiento y la soledad que padecen. No existe aquí el contrapunto de personajes con cuyo concepto personal puedas llegar a identificarte ya que todos presentan secuelas de un pasado turbio; tal vez el de un chico que repetidas veces le llama ‘yankee’ al alemán, quien hay veces que entiende bien el español y otras obsolutamente nada pese a ser diálogos más sencillos. Claro está que el filme en ningún momento pretende transitar los senderos del realismo y ofrece unas vistas de la ciudad de Montevideo apocalípticas con sus calles vacías, lo que probablemente sea el mayor logro de esta película.
Hernández sitúa la acción del filme a finales de los años 80, un periodo especialmente convulso tanto para Alemania como para el Uruguay, y la música que emplea es la típica de ese momento, la de los sintetizadores. También lo es la estética fotográfica y los fundidos a negro que utiliza. Unidos por sus sufrimientos y cegados por su agitación interior, estas personas trastornadas que forman una pandilla improvisada, parece como si fueran los últimos en abandonar una ciudad desesperada, pero en un contexto menos sórdido del que correspondería.
©José Luis García/Cinestel.com