Entrevista a la cantante, actriz y productora de cine Cristina Morrison
Mujer multicultural por haber vivido en diversos países y ser hija de un estadounidense y de una ecuatoriana, Cristina Morrison es una cantante que partió del jazz, para pasar a explorar a posteriori otros géneros musicales, arriesgando y convenciendo de la misma manera a como lo harían los mismísimos Manhattan Transfer.
Pero su carrera no se detiene ahí, ya que se formó como actriz en Roma interpretando obras de grandes dramaturgos como Tennesnee Williams, Arthur Miller o Anton Chekhof. Y luego de eso ha trabajado en películas, teleseries en la pequeña pantalla, y en teatro con obras como «La Edad de las Ciruelas», de Arístides Vargas.
No colmada con ello, en 2013 sintió la necesidad de producir películas en Ecuador, su segundo país de origen, y lo hizo con el filme «Feriado», la ópera prima del director Diego Araujo, con quien este año presentó en el BAFICI, «Agujero Negro».
La nueva película de Diego Araujo es un drama con rasgos de comedia que posee implicaciones sociales, literarias y ligeramente políticas. Fue rodada en blanco y negro y en formato de pantalla 1:33, y es una coproducción con Francia y Dominicana que presenta a un escritor que no está logrando escribir una segunda novela a la altura de la primera. Cuando conoce que su pareja está esperando un hijo, la depresión le hace sentir en un agujero negro, momento en el que conoce a una adolescente de 16 años con la que se obsesiona y empieza a vivir su segunda adolescencia, en lugar de tratar de asumir la que será su próxima paternidad.
Cristina Morrison, conocida en los ambientes de la música como »La Baronesa del Jazz», y quien, además de en las dos películas de Araujo, también actuó en «Nadie nos mira», de Julia Solomonoff, responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Encuentras cercanía o hay distancia entre «Agujero Negro» y «Feriado» de Diego Araujo, en cuanto a su estilo narrativo?
Son dos películas muy diferentes entre sí, partiendo desde el hecho que «Agujero Negro» tiene un concepto visual muy distinto – es en blanco y negro y en un formato cuadrado. Es una peli que partió de la idea del mumblecore americano, que va hacia la comedia romántica y artística y está influenciada por la nueva ola francesa.
– ¿Sientes que llegó la hora de ponerte a producir más a menudo en tu otro país, Ecuador?
La producción parte principalmente desde la necesidad de hacerlo para mis propios proyectos, sean teatrales, de música o cine. He descubierto a lo largo de mi trayectoria que me gusta y lo puedo hacer bien. En definitiva creo que lo que me encanta es la parte de creación y desarrollo de proyectos, y llevarlos a cabo. Claro que sí, tanto en «Feriado» como en «Agujero Negro» he sido parte del equipo de producción, apoyando en diferentes temas para la realización de las películas, y estoy abierta a más. De hecho estoy escribiendo mi primer guión para un corto que quisiera producirlo pronto.
– ¿Y siendo productora y cantante al mismo tiempo, piensas ser muy exigente con las bandas sonoras de los filmes que produzcas?
La música es un componente muy importante dentro del cine -marca el tono, una cierta atmósfera, ritmo….- pero también es cierto que es importante escoger los momentos adecuados de silencio. Todas esas decisiones creo que parten de la visión que uno tenga y el «feeling» que se va creando dentro de todo el proceso, como que las decisiones o el instinto van tomando sentido.
– ¿Tus apariciones como actriz en esos filmes son igualmente un apoyo a la producción aportando tus amplios conocimientos actorales?
¡Pues, así espero! En el caso con Diego Araujo, ya tenemos una relación muy cercana y diría que más que nada lo acompaño en el área de casting, en pensar en actores y luego ver las audiciones y doy mi opinión, la cual pienso que él valora.
– ¿Conocías la filmografía anterior de Julia Solomonoff antes de trabajar con ella? ¿Cómo se consolidó la posibilidad para ti de actuar en su filme «Nadie nos mira»?
A Julia la conocí en Nueva York a través de nuestros coproductores argentinos (CEPA) de «Feriado», que también trabajaban con ella.
¡Resulta que somos vecinas! Y bueno, vi «El Ultimo Verano de la Boyita», una lindísima película. Luego Julia me envió una de las versiones del guión de «Nadie nos mira» para que lo lea. En principio no había un rol para mí, pero cuando vino la época de casting, Julia me llamó y me dijo que quería que audicione para el rol de la productora Kara Reynolds.
Originalmente en el guión, el papel de Kara era mucho mayor que yo, pero a Julia le parecía que no había problema narrativamente si le bajaba la edad, así que hice dos audiciones y trabajé en la peli. Es un film bellísimo, profundo y fue un placer actuar con el maravilloso Guillermo Pfening.
– Es muy grato que hayas decidido implicarte también en la producción de películas, pero los amantes del jazz ya estamos temiendo quedarnos sin nuestra baronesa. ¿Seguirás deleitándonos con tus películas y con tu música al mismo tiempo? ¿Y te quedarás con el jazz o seguirás incursionando, como ya has hecho, en otros estilos musicales?
Y sí, son muchos años que mantengo mis dos carreras, tanto la de actuación como la música. ¡Una no excluye a la otra así que no hay porque temer! El jazz sigue siendo, hasta el momento, la base de mis discos aunque navegue por muchos géneros haciendo mi estilo más ecléctico, pero siempre con conceptos detrás muy puntuales. Estoy en la fase de mezcla de mi nuevo álbum, ‘Impredecible’, el primero en español y de «standards». Estoy feliz de cómo esta sonando. Es un disco de música clásica latinoamericana, pero con arreglos contemporáneos por mi productor, Misha Piatigorsky, y con duetos femeninos. Tengo unas cantantes talentosísimas y bellísimas como invitadas.
«No hay nada más moderno, que un buen clásico- duetos femeninos reimaginados».
©José Luis García/Cinestel.com