Mohamed Jabaly documenta un bombardeo desde una ambulancia

12 Mostra de Cinema Àrab i Mediterrani
Fueron 51 días de intensos bombardeos por parte de Israel en la franja de Gaza durante el año 2014. El realizador de origen palestino Mohamed Jabaly pasó con su cámara todo ese periodo de tiempo dentro de una ambulancia que andaba prestando asistencia a distintos heridos.
«Ambulance» es un proyecto de este director que en la actualidad está radicado en Noruega, con el que se esfuerza en trasladar al público la dureza de esa situación de guerra en un contexto de tensión en el que no le cabe otra posibilidad que la de nadar a contracorriente para filmar.
Jabaly nació durante la primera intifada y sobre ese momento en el que quiso portar la cámara asegura que se sintió más cerca de la muerte que nunca antes. La película es un compendio de sus experiencias vitales junto a los miembros de ese equipo que trasladaba heridos al hospital.
Mohamed Jabaly estuvo en Barcelona para presentar su film en la Mostra de cine árabe y mediterráneo y respondió las preguntas de Cinestel:
– ¿El hábito que usted tiene de llevar siempre la cámara consigo tuvo algo que ver con la génesis de este documental?
Yo crecí abiertamente en esa situación. Nací en la primera intifada y crecí durante la segunda, por lo que he experimentado esto toda mi vida. Pero por supuesto, el hecho de llevar encima la cámara durante esos días conflictivos fue fundamental, porque así yo pude usar esta herramienta para contar mi historia, para rodar y para ofrecer y compartir este relato con el mundo, de modo que se sepa qué es lo que ocurre en mi ciudad.
Aparte de eso, yo también intenté hacer otras cosas con mi cámara al margen de lo que pasó allí durante esos días.
– ¿Sintió que su vida corría peligro en algún momento del rodaje?
A mí me parecía que todos los momentos y todos los lugares eran peligrosos a cualquier hora, porque siempre estábamos bajo un ataque o ante unos escombros de los bombardeos. No había lugares seguros en Gaza y de hecho, algunas situaciones que viví fueron realmente riesgosas y me cuesta ahora pensar que pude mantenerme allí durante 51 días. Como testigo de todo aquello te das perfecta cuenta de que tú también estás en peligro, aun cuando al mismo tiempo la tarea que acompañaba consistía en ayudar a la gente.
– Se dice durante el film que el centro de la ciudad fue bombardeado por las fuerzas israelíes. ¿Cómo fue eso posible a sabiendas de que podían haber casas habitadas por civiles?
Sí, porque mucha gente vive allí en el centro, igual que aquí en Barcelona, y están muy cerca los unos de los otros en edificios. Por tanto, si se bombardea ese área, muchas personas se verán afectadas. Pero las bombas cayeron en todas partes, no solamente en el centro de la ciudad, y ése fue otro de los motivos por los que todos los habitantes estábamos en riesgo constante de resultar herido o muerto en cualquier ataque.
– Pero ellos sabían que había ancianos, mujeres y niños. ¿Cómo se podía evitar un ataque así?
Lo sabían, por supuesto. La gente intentaba estar resguardada en un área segura, por lo que aquellos que vivían cerca de la frontera (uno de los lugares más peligrosos para vivir), dejaron sus casas y se fueron a otro lugar que está en el medio de Gaza para procurar estar a resguardo, donde también hay hospitales y escuelas que normalmente no son atacados. Todo el mundo intentaba sobrevivir.
– Me sorprende también viendo «Ambulance» que ni siquiera a los nativos egipcios se les permitía volver a su propio país en ese momento tan peligroso.
Eso no solo ocurrió con los egipcios, sino que también con los palestinos, simplemente porque la frontera egipcia no estuvo abierta durante ese periodo de tiempo. Unos pocos días después de que nosotros estuvimos allí, ellos abrieron la frontera de nuevo y la gente que quiso salir de Gaza lo pudo hacer siempre y cuando tuvieran la visa correspondiente, pues no bastaba con decir que simplemente querías salir.
– También veo que en repetidas tomas que usted muestra de la entrada de urgencias del hospital, siempre hay cámaras de vídeo o de fotografía tomando imágenes para los medios y esperando que llegue gente herida por los bombardeos. ¿Era eso algo habitual entonces?
Sí claro. Los medios internacionales estaban ahí esperando para cubrirlo y asimismo usaban el hospital para cubrir los ataques también. Ellos no podían salir fuera porque ahí se encontraban sanos y salvos.
– Igualmente, se suele decir que los hoteles internacionales suelen ser seguros para ellos. ¿No es así?
En realidad, en una guerra no hay ni un sólo lugar seguro. Tú siempre esperas que el hospital o donde quiera que estés no sea atacado, pero ellos por ejemplo atacaron una escuela donde la gente estaba buscando refugio. La guerra es así de imprevisible.
– ¿Cree que una solución es posible en este largo conflicto?
Todo el mundo espera por una solución pero cuanto más tiempo dure la ocupación, más difícil será que llegue la paz. La única manera será que se reconozca nuestra libertad y que se acabe su ocupación, que seamos libres para viajar y para volver a nuestra vida normal.
– ¿Cuál es su situación personal ahora?
Actualmente yo vivo en Noruega, donde trabajo y estudio en el terreno de las imágenes en movimiento. Además estoy elaborando mi próxima película que será rodada en ese país nórdico.
©José Luis García/Cinestel.com