Arranca el 5º Festival Internacional de Cine Ambiental FINCA
En Argentina del 17 al 24 de junio 2020
Con la Crisis Climática como eje central, llega a su quinta edición el Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA) de Buenos Aires, que esta vez se ha tenido que adaptar a la situación creada y se podrá ver en toda la Argentina, pero solamente online.
La Muestra incorpora este año dos nuevas secciones, Ecofeminismo y Finquita, al tiempo que continúa con el resto de apartados: Econciencia, Horizontes energéticos, Juventud, Madre Tierra, Soberanía Alimentaria, Somos Agua y la de FICDH – Derechos Humanos, todas ellas ya habituales.
76 películas de 29 distintos y distantes países se incorporan en esta ocasión a una grilla de programación sobre la que su directora, Florencia Santucho, quiere resaltar que “la crisis climática es una de las causas de esta emergencia sanitaria y si no modificamos el sistema de vida, producción y consumo, nos va a traer muchas más crisis a futuro”.
Como se considera que ese futuro puede estar bastante próximo, el Festival trabaja para sostener este espacio a pesar de todas las dificultades del momento, porque la consideran una gran oportunidad para reflexionar críticamente y a través del cine, alcanzar un real impacto social.
En cuestiones de mejora del medio ambiente hay todavía un largo camino por recorrer y sobre estos temas le preguntamos a la directora del Festival:
– ¿Han notado algún incremento de las producciones de cine que se refieren a los temas del medio ambiente en los últimos años?
Además del incremento de la recepción de material, hemos notado también en el debate que se instala a nivel internacional a través de nuestras redes, como es la Green Film Network, que reúne a más de cuarenta festivales de cine ambiental de todo el mundo, que hay siempre más producciones que se ocupan de los temas ambientales por lo menos en los últimos 10 años, y que no incluyen solamente el documental social, de observación o de denuncia que tradicionalmente son los temas que han sido tratados al igual que las historias de luchas sociales, indígenas, campesinas o de ambientalistas por los recursos naturales, sino que igualmente nos sorprende ver cada vez más animaciones que hablan de los temas ambientales desde un aspecto crítico que impulsa también a tomar acciones de cambio a los espectadores, así como ficciones que siempre más están incluyendo dentro de sus propios guiones o visiones, cuestiones ambientales que son parte del debate actual. Y hay muchos actores y actrices que están también comprometiéndose en luchas como la del cambio climático a través de ciertas películas con un contenido transformador.
– ¿Y desde el Festival perciben ustedes un mayor interés entre las nuevas generaciones ante el problema del cambio climático?
Desde el FINCA celebramos la gran participación juvenil en los movimientos contra el cambio climático, pero por sobre todo destacamos cuánto estos movimientos han ido cuestionando el sistema de vida actual de producción y consumo, desde la necesidad que evidencian muchos de los referentes como Greta Thunberg u otros jóvenes latinoamericanos de poderse apropiar de su futuro, que este tipo de sistema insustentable les ha quitado.
Así que en esa construcción de un nuevo paradigma, encontramos nuevos planteamientos sobre el presente, las formas de relaciones entre todos los seres vivos, no solamente entre los humanos, sino con todo el ecosistema que nos envuelve y que también nos permite subsistir. Entonces esa es una visión de transformación muy profunda, que vemos con alegría y que se está plasmando también en las grandes producciones audiovisuales de los últimos tiempos que no solamente relatan estos movimientos y su impacto político, sino que van a raíz de esas búsquedas que son más de un nuevo paradigma sistémico que muchos y muchas jóvenes nos están proponiendo en este momento.
Y por eso hicimos una sección nueva en el Festival, que se llama Juventud en donde reunimos gran parte de estas producciones que parten de ese punto de vista de los y las jóvenes sobre un nuevo enfoque del sistema de vida, que los recuerda que hay muchísimos cambios que ya se alcanzaron y que las luchas pueden ser colectivas. Así los movimientos juveniles vienen atravesados por los movimientos de mujeres y los pueblos originarios. Por lo tanto, es algo muy interesante ver que hoy en día, los agentes de cambio frente a estos grandes problemas socio-ambientales son justamente los jóvenes y las mujeres.
– ¿Cómo reciben el hecho de que esta edición deba ser solamente online? ¿La combinación de exhibiciones entre las salas e Internet ha llegado para quedarse?
Adoptar este formato virtual fue un gran desafío, garantizando a la vez esa calidad del encuentro humano que siempre nos caracterizó. Creemos en el cine como herramienta de transformación social y por lo tanto, se necesita ese momento de intercambio de saberes, de experiencias y también, por supuesto, la construcción de otros espacios de acción colectiva.
Es por eso que esta edición online nos impulsó a una nueva forma de organizar nuestro propio evento, pero también de comunicarnos hacia afuera. Y también la diversidad de público que nos ofrece este formato virtual la consideramos como una oportunidad, porque tenemos la posibilidad de alcanzar todo el país y todas las localidades donde generalmente no llegamos con nuestra producción, ya que el FINCA siempre se hizo en la ciudad de Buenos Aires, con réplicas e itinerancias en algunas provincias del país, pero nunca pensamos en poder alcanzar todo este público, como potencialmente va a suceder en este caso.
De igual forma, también nos sentimos en la necesidad de fortalecer esos momentos de encuentro con los realizadores, por ejemplo, por medio de debates que van a ocupar una franja horaria de las 20h. durante toda la semana, con preguntas y comentarios que siempre dan mucha vida a nuestro Festival.
Lo mismo ocurre con los talleres, en los cuales vamos a tener la oportunidad de tener a una tallerista española, como es el caso de Paloma Urrutia con su taller ‘Producido en verde’ ante un público de lo más amplio y representativo de la diversidad de la producción audiovisual en la Argentina, por medio de una sala de Zoom y sin tener los costos de consumo de carbono que implicaría un vuelo, así como el traslado dentro del país.
Vamos posiblemente a tener que imaginarnos un futuro donde gran parte de estos espacios virtuales se seguirán manteniendo. Y esperamos, por supuesto, volver a las salas de cine, porque es algo único y el encuentro humano no es algo sustituible, pero sí creemos que por muchas de las cosas relacionadas a estas crisis socio-ambientales y otros sistemas de vida y posibilidades de construcción social, tendremos que adoptar este formato virtual desde otro lugar. Así que la intención es adaptarnos, pero no perder nuestras características, aprovechando todas las oportunidades que se nos ofrezcan.
– ¿Y qué películas destacarías de la grilla de programación de este año 2020?
Entre las muchas propuestas podría mencionar dos películas que están en el Concurso de largos, las cuales son bastante representativas del tema de la crisis climática: “Anthropocene: The Human Epoch” y “Metamorphosis”, ambas canadienses que abordan el problema desde el punto de vista planetario, con imágenes bellísimas, y en el caso de la segunda, también con un abordaje muy poético.
Pero también hay películas más pequeñas, como “Soñando un lugar” que nos llega desde España, y que nos cuenta cómo es volver a vivir en los pueblos alejándose de las ciudades, desde el arte como herramienta de transformación social, y desde la construcción colectiva como un nuevo imaginario también de sociedad, por fuera de las ciudades y por supuesto también en contacto con la naturaleza.
Asimismo tenemos una película muy bella, “Grit”, de Indonesia y Estados Unidos, que nos recuerda cómo el extractivismo está afectando a gran parte de las poblaciones mundiales y cómo algunas mujeres luchan por la defensa de su territorio, de su salud; y eso nos recuerda cuánto estos temas socioambientales y de empoderamiento de los pueblos y de las formas se han encontrado para enfrentar algunos de los mayores obstáculos y conflictos de esta época, planteando el tema desde lo local y mirando cómo podemos construir una sociedad distinta.
De Latinoamérica tenemos filmes de gran impacto y belleza como es el caso de “Sumercé” (Colombia), de Victoria Solano, que relata la historia de tres activistas indígenas, campesinos del páramo de Colombia, que también defienden su territorio y cultura de las decisiones del gobierno, que en este caso pretende que las compañías mineras avancen en una de las zonas consideradas como de las de mayores reservas naturales de todo el país y del mundo.
Tampoco quisiera olvidarme de películas como “Sembradoras de vida” (Perú), con mujeres andinas muy luchadoras en favor del trabajo agroecológico como tradición, que es otro de los ejes temáticos de esta edición, y que nos propone conocer experiencias e historias de vida propositivas en el respeto de la naturaleza.
En cuando a películas argentinas, están “El sueño de la montaña”, que habla de una comunidad mapuche en Neuquén y cómo también trabajan desde la propia cosmovisión en armonía con el entorno, los animales y la naturaleza.
E igualmente tenemos unos cortos muy interesantes, hechos por VacaBonsai, con quienes trabajamos mucho porque consideramos sus producciones muy educativas y que pueden ser aplicadas con distintas comunidades y jóvenes. Son “Transición y soberanía”, donde en seis capítulos hablan de los horizontes energéticos o de las energías y de su uso en este país. Pero lógicamente, toda la programación tiene su encanto y su variedad.
– Parece algo irónico que una de las películas, precisamente brasileña, aborde el tema de las epidemias, ¿no es así?
Siempre supimos que el cine suele anticiparse a hechos y sucesos históricos y era de imaginarse que alguna película tratara de epidemias o pandemias, como la que estamos viendo en este momento. De hecho, la ciencia ficción lo ha abordado desde hace mucho tiempo en distintas formas, pero lo sorprendente fue que antes de determinar que íbamos a hacer un formato virtual porque estábamos en cuarentena con una pandemia mundial, habíamos ya seleccionado una de las principales películas de esta edición para el Concurso de largos, que se llama “Tito y los pájaros”, una película brasilera que habla justamente de un virus que genera una epidemia en la población a través del miedo que está sostenido por los medios de comunicación, y cómo un niño logra vencerlo gracias al apoyo de la naturaleza.
Parece increíble que esto haya coincidido encima de esta emergencia sanitaria sin tener una relación directa, pero como decía, el tema central de esta edición, las crisis climáticas, ya sabemos que es parte de esta situación porque seguramente está vinculado a todos los problemas socioambientales de gran relevancia que estamos viviendo en todo el mundo. Deberíamos de cambiar nuestros hábitos para que estas cosas no pasaran.
– ¿Hay actividades especiales en la presente edición?
Nos hemos volcado en dos talleres centrales: ‘Cine y Ecofeminismo’, en colaboración con Mujeres Audiovisuales, en donde se plasma esta visión ecofeminista de la interdependencia de los seres vivos como solución a la crisis sistémica y civilizatoria que estamos viviendo; y otro con Paloma Andrés Urrutia que nos da una clase magistral y un consecutivo taller, donde se van a plasmar en una mesa de trabajo los conceptos teóricos y el debate que quisiéramos se desarrolle en el marco de la clase magistral sobre cómo es producir en verde en la producción audiovisual argentina, no solamente desde el contenido, sino desde la forma de hacer cine y de exhibirlo.
Además tenemos unos conversatorios muy interesantes como es el de ‘Cine y la cosmovisión indígena’, donde se tratará de nuestra pertenencia a un mismo conjunto y por eso, lo que sucede a uno afecta al otro, algo que tanto se evidenció en este momento de emergencia sanitaria. Eso es parte de una cosmovisión indígena que también se refleja en las obras cinematográficas de muchas de las realizadoras que hemos invitado.
Por último, debatiremos junto a algunas de las mayores filósofas del eco-feminismo a nivel internacional, que son Vandana Shiva y Silvia Ribeiro, entrevistadas por Soledad Barruti, en donde vamos a tratar de reunir toda la esencia de esta edición que se centra en las dificultades climáticas y la construcción de una sociedad justa y en equilibrio con la naturaleza y todos los seres vivos como un propósito de futuro.
©José Luis García/Cinestel.com