Entrevista al director islandés Dagur Kári sobre «Corazón Gigante»

Estreno en España el viernes 13 de mayo
«Corazón Gigante» es el encuentro de dos almas solitarias, cada una con sus respectivos problemas asociados. Fúsi es un corpulento introvertido e infantil cuarentón que pasa su vida entre su trabajo de maletero en el aeropuerto y los juegos con maquetas de guerra. En una escuela de baile conoce a Sjöfn, una chica que tampoco disfruta de muchas relaciones sociales, pero que para él supone un punto de inflexión importante para su desarrollo como persona adulta. Rodada íntegramente en Islandia, la película nos presenta a un personaje principal que tiene problemas de adaptabilidad a la sociedad del entorno, pero que al mismo tiempo es tierno y delicado. También los clichés le hacen jugar una mala pasada en el trabajo, donde hay un grupo de compañeros que se burla de él. Magníficamente rodada y contada, su protagonista es el conocido actor de comedia islandés, Gunnar Jónsson.
Un comportamiento que es poco usual puede llevar en ocasiones a ser juzgado erróneamente por los demás, tal y como sucede en algún punto de esta excelente película, pues a Fúsi no se le reconocen amistades previas y además todo da a entender que Sjöfn es la primera chica con la que se relaciona. De hecho, tan insólito es el personaje que lo que veremos en la escena final en su caso será un gran paso, cuando para una mayoría de personas es algo normal que se da con más o menos frecuencia. Sjöfn también tiene algunos problemas, pero son de otra naturaleza distinta.
El director Dagur Kári estuvo en Barcelona presentando la película y respondió a estas preguntas en exclusiva para los lectores de Cinestel.
– Eligió a un actor principal que se suele dedicar a la comedia para una película que en sí no es una comedia. ¿Cómo se adaptó Gunnar Jónsson para este papel tan bien hecho?

Dagur Kári
Gunnar Jónsson es un magnífico actor, aunque él no tiene una formación profesional sino que es un talento natural. Creo que yo nunca había trabajado antes con un intérprete que supiera de esta forma la profundidad que requería el personaje delante de la cámara para luego ser proyectado en la gran pantalla. Y es la primera vez que se ponía de protagonista, pero si no lo supieras, igual te pensabas que había hecho 30 películas, porque tiene una presencia brutal.
– Yo le encuentro muchas ventajas narrativas para esta historia al uso en algunas secuencias de la cámara en mano. ¿Usted cómo ve este recurso técnico?
Aunque sí que utilizamos la cámara en mano, en realidad lo hacemos de una manera muy estática, pero si la pregunta es qué me ofrece, la respuesta ha de ser que hay un ser humano detrás del objetivo que es mucho más sensible que con el trípode.
– En «Corazón Gigante» aparecen unas clases de baile de estilo Country. ¿Hay en Islandia una buena identificación con la cultura popular de Estados Unidos y con el llamado American way of life?
Hay una parte americanizada y otra parte nórdica europea, porque de forma estratégica estamos en el medio de Europa y de América y tenemos una influencia que nos llega de ambos lados por igual. Luego está que, en realidad, fuimos una isla muy militarizada y en aquel entonces la primera estación de radio fue una emisora militar estadounidense. Lo mismo ocurrió con el primer canal de televisión, que era del ejército americano, y de alguna manera todo esto ha contado mucho en nuestros gustos y la identificación nuestra con el rock & roll y otras músicas.
– También incluye en el filme el tema Islands in the stream, que pertenece a la música pop americana.
Sí, pero en este caso no lo pensé en esos términos, porque yo buscaba un sonido que reflejara el alma de esa escena concreta, y si hubiese encontrado algún ritmo latino o africano apropiado, seguro que lo hubiera incluido ahí en la película.
– Claro, porque es una canción cuya letra encaja plenamente con los sentimientos de ambos personajes.
Sí, es un diálogo perfecto entre Dolly Parton y Kenny Rogers sobre lo que pasa entre los dos. Osea que era una canción ideal y óptima para ese momento de la historia.
– ¿Cree que el hecho de vivir en una isla provoca una mayor idealización e importancia del concepto de viajar al exterior?
Sí, sobre todo en los jóvenes que van a estudiar fuera o pasan años en otro país, aparte de que en general la gente viaja mucho al extranjero desde Islandia.
– Pero es que además un trabajador de un aeropuerto que nunca ha viajado en avión, tal vez vendría a ser como un camarero de restaurante que nunca haya probado plato alguno de los que sirve en las mesas.
Exactamente.
– En un momento dado, llegó a decir que volvería a trabajar con este actor muchas más veces en el futuro. ¿Mantiene lo dicho?
Volver a trabajar con Gunnar Jónsson seguro que lo haré, pero ahora mismo no tengo un proyecto formal acabado para un nuevo rodaje con él, porque estoy trabajando en dos guiones donde Gunnar no tiene cabida en los argumentos, pero me encantaría en un futuro volver a cruzar mi vida profesional con él.
– Por último, quisiera saber si la oscuridad que tienen ustedes en el invierno de Islandia condiciona mucho los periodos de filmación de cualquier película si quieren rodar con luz natural.
Durante esos meses podemos llegar a tener unas cuatro horas de luz solar al día, de 11.30 a 15.30 más o menos, pero muchas veces esas carencias las compensamos con focos.
©José Luis García/Cinestel.com