«Por el camino de Modesto», con Sebastián Deus buscando un rastro

Estreno en Buenos Aires
Es sabido que si quieres, siempre es posible, y esa es la máxima que el realizador argentino Sebastián Deus siguió a la hora de elaborar un meticuloso recorrido inverso para localizar rastros de la vida de su abuelo Modesto, quien siendo un republicano español tuvo que huir a Francia antes de desplazarse a vivir a Necochea, una localidad de la costa bonaerense con el mismo sabor a mar que su Galicia natal. Por el camino de su vida hay un largo recorrido, que es el que su nieto nos intenta mostrar tratando de hallar indicios, pistas o señales que documenten su escapada por Europa. Pero no queda nadie que pueda contarle lo que pasó. Ante la dificultad de reconstruir una historia no transmitida en un imposible viaje de regreso al origen, el hombre despierta al espíritu de su abuelo para juntos desandar el camino del exilio hasta su Galicia natal; acaso para restaurar algo de esa memoria perdida.
El realizador y co-protagonista, junto a su abuelo que está ausente, nos hace partícipes a los espectadores de esa mirada suya derivada de la necesidad que todos tenemos acerca de interrogarnos por nuestros orígenes y saber de dónde venimos, o al menos saber qué es lo que pasó en determinados momentos que hoy están dominados por el silencio.
Sebastián Deus responde las preguntas de Cinestel:
– La filmación en Francia parece como más compleja en el documental. ¿Por qué no hay documentos o testimonios sobre su abuelo en el país galo?
La parte francesa de la investigación fue muy difícil y aún permanece incompleta; por un lado la barrera idiomática complicaba las cosas, por el otro las autoridades y organismos que contacté no me facilitaron datos, ya sea porque no había o porque el tratamiento para con los refugiados españoles fue muy malo y no querían hablar de ese tema.
Sin embargo, hacia el final aparecieron pistas sobre su participación en la Resistencia Francesa y como trabajador en el Ferrocarril de Lourdes.
Quizás quedará para una segunda parte.
– Quiso que el espectador lo acompañe en esta investigación. ¿Consideró la posibilidad de incluir comentarios en off suyos en la película?

Sebastián Deus
Mi intención fue que el espectador me acompañe en la búsqueda poniendo ese recorrido como eje, no solo el resultado de la investigación.
Consideré poner una voz en off en un primer momento; había visto varios documentales de búsqueda del origen y la mayoría utiliza la voz en off. Sin embargo en varios de ellos no me gustaba cómo quedaba, suele ser el recurso más fácil a la hora de hablar de lo que pasa internamente.
Como en la película actuaba yo y es sobre una historia personal, me parecía ya muy redundante sumar una voz en off que contara lo que pasa.
El desafío fue poder contar la historia desde las imágenes y utilizar recursos de la ficción, tratando de evitar la voz en off y las entrevistas para el espectador.
– En su parte española, el documental incluye cosas que están ahí y que ocurren, pero que los españoles no pueden ver en los medios. ¿Pudo encontrar en España el mismo espíritu republicano que el que tuvo su abuelo?
En el viaje sentí que algo de ese espíritu republicano está resurgiendo aunque lentamente. El movimiento del 15M, los intentos de las Autonomías de conseguir más libertad, las marchas que vi en Madrid y en Barcelona, las acciones por la memoria histórica,… me encontré con muchas personas que me ayudaron en la investigación y que me apoyaron.
Sin embargo, desde el gobierno actual veo un retroceso de esas políticas y de las libertades individuales que amenazan ese proceso. La penalización de la protesta social y sindical, el encarcelamiento de dirigentes,… La ley mordaza, la exaltación de los partidos y símbolos franquistas,… La censura y persecución en Internet,…
Creo que en España se están viviendo momentos muy importantes; al igual que con la historia de mi abuelo, el silencio y el ocultamiento no resuelven y mantienen en suspenso una parte de la Historia. Las generaciones siguientes tienen que lidiar con eso, son traumas que afectan la vida de todos los días, ya sea la historia familiar o la de un país. Encararlos es doloroso e implica un riesgo, pero no queda otra que hacerlo para poder enfrentar el futuro.
– ¿Trató en algún momento de llegar a entender el silencio de Modesto en algunos puntos clave de lo que le pasó? ¿Los motivos para ello serían difíciles de saber?
En la investigación contacté con amigos de mi abuelo y con familiares que habían pasado mucho tiempo con él, y ninguno conocía nada de esta historia.
Él no hablaba de la guerra ni de su participación en ella, ni con su familia.
Una de las causas al principio supongo que fue el miedo. La Argentina de ese entonces (1949) estaba gobernada por el general Perón que era aliado de Franco. El país no quería «rojos españoles»; los que lograban entrar lo hacían falseando datos, sobre todo en relación a su actividad en la guerra. Fue así que mi abuelo cuando entró al país dijo que era de profesión sastre, cuando él había sido mecánico de precisión en barcos de guerra.
Nunca quiso volver a España por miedo a las represalias, pero en Argentina se fue a vivir a Necochea que es un lugar muy parecido a su Mugardos natal.
Sin embargo, creo que son historias que buscan salir a la superficie varias generaciones después y tienen una carga trágica que trasciende el tiempo.
Sacarlas a la luz es muy sanador y restablece la transmisión de la memoria familiar y social.
©José Luis García/Cinestel.com