«Destino Marrakech» de Caroline Link; los sentimientos en la distancia

Presentada en Panorama de Cine Alemán de Barcelona.
La cineasta alemana Caroline Link enfrenta en esta película un problema de relaciones paternofiliales abordándolo desde el aislamiento que supone un encuentro de padre e hijo en la distancia. Heinrich es director de teatro y se encuentra en Marrakech ensayando una obra que allí presentará. Ben es su hijo adolescente y acaba de finalizar un curso estudiantil, momento en el que su madre que está divorciada del padre lo envía junto a él.
«Destino (Exit) Marrakech» es en realidad la crónica del aislamiento de un grave problema de disfunción familiar que aparentemente tiene al padre como protagonista principal, no sólo porque se trata de un mujeriego incorregible, sino porque también parece tener un retraso importante en lo que es asumir la paternidad. La realizadora presenta a un chocante Heinrich que es mecanicista y carece de sentimientos profundos o tal vez aún no los ha descubierto, pero que por otro lado se dedica a la dirección teatral, que es otro arte escénico en el que se suelen mostrar las emociones.
Por su parte, Ben es un chico diabético quien para entenderse a sí mismo, necesita entender quiénes son sus padres. La actitud esquiva del padre, que lo recibe en Marruecos con un simple «sí que has crecido», provoca que el joven se dedique a buscar experiencias y emociones nuevas en ese desconocido país. Pronto conocerá a una joven prostituta de la que se enamorará y con la que irá a visitar su casa familiar en la cordillera del Atlas.
Link ha huido de los clichés exóticos del lugar que solo muestra en el terreno gastronómico para centrar la mayoría del relato en la postura del hijo en ese intento de salir adelante frente a los problemas marcados en la familia. En la película, el origen del conflicto entre los padres se llega a insinuar en algún momento, pero no se vuelve a incidir en él. Es más, en un momento determinado conoceremos a la actual pareja del padre y a la pequeña hija de ambos, pero poco más se sabrá al respecto.
La directora ha introducido también algunos guiños de humor en el guión que le dan una dinámica más desenfadada a la película. Respecto a la cultura magrebí, si bien ha sido respetuosa con la realidad en algunos puntos, ha evitado entrar en otros que tienen que ver con las fricciones en las relaciones familiares, aunque hay que decir que el resultado global del film es positivo sin olvidar que los alemanes constituyen uno de los pueblos más viajeros del mundo. Fue curioso en Panorama del Cine Alemán de Barcelona comprobar cómo en una misma película, los espectadores alemanes se ríen de cosas distintas respecto a los de otras nacionalidades.
©José Luis García/Cinestel.com