«El Nuevo Exótico Hotel Marigold»; la dulce secuela de John Madden

Judi Dench, Maggie Smith, Bill Nighy y Dev Patel repiten en esta agradable y edulcorada comedia, secuela de la anterior, que suma a actores nuevos como Richard Gere, Tamsin Greig y David Strathairn. La trama principal es la de los intentos de Sonny por expandir su negocio en el hotel, abriendo uno nuevo más moderno y de mayor capacidad. Mientras eso ocurre, la película desarrolla otras subtramas que se van dando entre los distintos inquilinos que tiene el establecimiento, la mayoría de ellos con residencia permanente, lo que por ejemplo provoca que sólo haya una habitación disponible para dos personas nuevas que se quieren instalar.
El guionista del filme, Ol Parker, ha elaborado el desarrollo de la narración entre varias historias personales que a veces se cruzan, con complicaciones por momentos divertidas. Estamos ante una cinta que nos habla sobre los sentimientos de unas personas mayores con holgada posición económica, quienes lo que están deseando es poder disfrutar de la última etapa de su vida. Cargados de curiosidad, en toda situación parecen estar buscando que los sorprendan. El problema que tiene esto es que todo acaba resultando bastante obvio, y esa obviedad no la vamos a perder de vista hasta las escenas finales del film.
En lo que concierne a las actuaciones, es necesario reconocer que la mayoría de ellas están a la altura de lo que son unos actores y actrices muy veteranos, a excepción de Richard Gere que parece estar excediéndose en una inexpresividad que tal vez sólo debería de haber existido en un tramo inicial de su personaje. «El Nuevo Exótico Hotel Marigold» sigue desplegando el exotismo colorista de su predecesora, con algunos números musicales de baile repartidos a lo largo de su metraje.
En definitiva, estamos ante una película que aísla de su ambiente familiar a unos cuantos adultos mayores británicos de clase alta, para que observemos qué tal les trata el envejecimiento a estas personas tan afortunadas. El filme se deja ver, es respetuoso, amable, con ligero humor en algunas partes, algo cursi en otras, pero el buen rollo no decae nunca. Una historia entretenida en la que el único tonto, -siempre tiene que haber alguno en estas ficciones-, es llamativamente Sonny, el chico propietario del hotel que se quiere casar con su guapísima novia.
©José Luis García/Cinestel.com