FCDH (I): Pobreza, reivindicaciones, inconformismo y robo de niños

El Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona mostró, entre otras historias, la vida en un barrio lituano hundido en la miseria, la tragedia de la comunidad aborigen de Pilagá en Argentina bajo el gobierno de Perón, la persecución de comunidades campesinas en Perú por motivos económicos, una presunta trama especulativa en un barrio valenciano y la denuncia por robo de niños en España durante la dictadura.
La directora lituana Jurate Samulionyte presentó en Barcelona «Shangai Banzai», un documental rodado en clave irónica sobre un distrito viejo y pobre de los alrededores de la capital lituana, Vilnius, que popularmente es conocido como Shanghai aunque nada tiene que ver con China, ni lo habitan inmigrantes chinos.
Se trata de un barrio miseria multicultural en el que conviven lituanos con rusos, polacos y gitanos que se ganan la vida como pueden. Muchos de ellos están centrados en su pasado, intentando acariciar aquellos momentos más gloriosos en su existir.
La realizadora explicó en un coloquio posterior que se desprende también cierta preocupación respecto al futuro del barrio bajo la amenaza que para ellos supone la proliferación de rascacielos en la ciudad.
La construcción del documental fue técnicamente muy complicada debido a las características del lugar. El rodaje total demoró muchos meses. Samulionyte cuenta que alrededor de un 50% de los habitantes quisieron participar.
Uno de los grandes logros de este trabajo es haber conseguido entrar en la vida de algunos de los habitantes del lugar, si bien no en su vertiente más íntima, sí en los momentos en los que intentan curar sus penas con alegrías y buen humor aunque la incertidumbre sobre su futuro pesa como una losa.
«Octubre Pilagá» es un documental de la argentina Valeria Mapelman rodado en 2010 que trata las consecuencias de la masacre de indígenas ocurrida en la provincia de Formosa en 1947, durante el segundo año de mandato de Juan Domingo Perón.
La comunidad aborigen Pilagá, que se resistió a alojarse en reducciones (reservas), comenzó a preocupar a las autoridades, que no soportaron sus manifestaciones culturales y religiosas y que temían un alzamiento indígena.
El 10 de octubre comenzó la tragedia de un pueblo pacífico que fue diezmado a fuerza de balas, persecución, violaciones y trabajo esclavo. Un documental que relata unos hechos hasta ahora silenciados por la Historia argentina, al igual que ocurre en España con el robo de niños que han documentado dos periodistas de Televisió de Catalunya (TV3), Montse Armengou y Ricard Bellis.
«Torneu-me el fill» (Devolvedme el hijo) es un trabajo de investigación en el que, a través de documentación y testimonios, estos dos profesionales de la televisión pública de Catalunya dan continuidad a otro trabajo anterior que mostraba datos acerca del robo de niños a mujeres republicanas en los años posteriores a la guerra civil, cuando los ganadores consideraban que lo de «ser rojo» era una especie de enfermedad que se podía contagiar a los hijos y pensaban que era una manera de «depurar la raza» y crear «buenos españoles».
Esa «afición» por apropiarse de criaturas ajenas tuvo su continuidad sin freno alguno en las décadas posteriores cuando había que adherirse al concepto tradicional de familia que imponía la iglesia católica mientras dominaba el más férreo narcisismo (el qué dirán), lo que hacía que cualquier mujer no casada embarazada fuera estigmatizada.
En aquel contexto social y religioso, la madre soltera aparecía como una «pecadora», como si fuera la portadora de todos los números en una lotería de la culpabilidad, sin ninguna opción a defenderse ni a decidir sobre su propio hijo. A ello se suma el hecho de que la mujer alcanzaba entonces la mayoría de edad a los 21 años si se casaba y a los 26 si no se casaba.
En su búsqueda de la verdad, los reporteros catalanes analizaron cómo esta trama se extendía en muy diversos puntos de la geografía española y de qué manera las muchachas embarazadas eran internadas y daban a luz a centenares de kilómetros de su residencia habitual en una época en la que no existía Internet ni los actuales sistemas de comunicaciones. ¿Quién les informaba e invitaba a acudir tan lejos?, es una pregunta que el documental no llega a aclarar en su totalidad por falta de pruebas aunque sí que menciona que en algunos casos las mujeres eran acompañadas por el padre del bebé.
«Torneu-me el fill» acompaña el testimonio de una madre que asegura que el dueño de la clínica donde dio a luz le mostró a ella y a otras madres un mismo cadáver congelado y da a conocer en pantalla documentación que especifica que casi todos los niños nacidos allá en aquellas fechas habían fallecido por otitis.
Asimismo también han documentado que se dieron otros casos en los que en las mismas fechas en las que ingresaron algunas madres denunciantes en la maternidad, también ingresaban otras no embarazadas que salían con el niño inscrito como si fuera propio mientras que a las madres verdaderas se les informaba que su hijo había fallecido.
Como ejemplo aparecen en la actualidad dos de aquellos niños robados quienes han constituido una asociación de afectados por adopciones irregulares, que han podido demostrar en un juicio que sus madres inscritas como biológicas jamás estuvieron embarazadas. Uno de ellos dice que sus padres tuvieron que pagar a plazos las doscientas mil pesetas que costó el traspaso ilegal del hijo robado y cada año iban «de vacaciones» a Zaragoza con él para pagar su cuota anual. La existencia en España hasta 1999 de la figura legal del parto anónimo complica todavía más la investigación actual.
Otro documental relacionado con España es «I love Benidorm», de los italianos Gaetano Crivaro y Mario Romanazzi, en el que relatan su observación sobre las formas que se han empleado para modificar el barrio valenciano de El Cabanyal con la intención de transformarlo en un centro turístico y de residencias de alta gama.
Extraños flujos migratorios que parecerían organizados, compra de edificios por parte del ayuntamiento para después derribarlos y venderlos a particulares a precios estratosféricos y acusaciones de los vecinos de que la administración quiere «romper el barrio» mediante la prolongación de una avenida son algunos de los aspectos que reflejan en el cortometraje.
Preguntado Crivaro respecto a lo que les motivó para rodar este trabajo, indicó que para ellos es muy llamativo que esté sucediendo en Valencia lo mismo que ocurrió en Italia hace bastantes años.
De Stephanie Boyd, canadiense, se vio el documental «Cuando la tierra llora, Operación Diablo», que narra la persecución del párroco peruano Marco Arana por los servicios de seguridad privada contratados por las empresas mineras que someten tanto a las comunidades campesinas que defienden sus derechos como a quienes les apoyan.
El filme denuncia presiones y continuas amenazas contra el sacerdote que lidera una ONG llamada Grufides (Grupo de Formación e Intervención por el desarrollo sostenible).
©José Luis García/Cinestel.com