Francisco J. Millán analiza las influencias de Buñuel en el cine latinoamericano

‘Las huellas de Buñuel’ es el último libro del escritor y periodista aragonés Francisco Javier Millán quien, fruto de su trabajo de investigación, analiza en profundidad las influencias del cineasta de Calanda en el cine latinoamericano.
Millán desmiente en su obra las afirmaciones de que el trabajo de Luis Buñuel no ha influido de manera directa sobre realizador alguno, salvo en el caso del mexicano Arturo Ripstein «convertido a su pesar en el paradigma de su legado en el cine contemporáneo». El periodista radicado en Teruel encuentra aspectos de su influencia en el cine de los países de la órbita soviética y en América Latina y descarta la impronta del cineasta en el cine norteamericano, salvo en el caso de ‘Recuerda’ (Spellbound, 1945) de Alfred Hitchcock.
Según el autor, el film ‘Los olvidados’ no funda el movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano sino que lo antecede, y aporta datos como el severo rechazo inicial que produjo esa obra en México porque transgredía el modelo de representación que hasta ese momento era hegemónico en el cine mexicano. Solo el premio logrado en Cannes logró acallar las reticencias, aunque continuaron las protestas y los insultos. Para Millán ese film representó un hito en el cine de latinoamerica «porque inaugura un nuevo género en el subcontinente americano, el cine de denuncia social sobre la infancia y la juventud que descubre con verismo las realidades silenciadas».
El escritor destaca el carácter subversivo del cine de Buñuel en México que reorienta la mirada hacia otras realidades que no habían estado presentes hasta ese momento en las pantallas. «Dinamita el melodrama, -escribe-, pero desde sus propios cimientos, lo cual le posibilita hacer cine de género dentro de la industria». El libro ‘Las huellas de Buñuel’ enfatiza la tendencia que tenía el realizador turolense «a mostrar una realidad cruel que nada tendrá que ver con los edulcorados melodramas de la época» y asegura que la mayor influencia que probablemente haya ejercido «en el amplio grupo de cineastas en los que ha dejado su impronta es la honestidad de su mirada, la capacidad de dar un toque propio y rebelde hasta al más ajeno de los guiones y en medio de condiciones de producción adversas».
Francisco Javier Millán analiza en el libro las semejanzas que ha encontrado con la rebeldía y la llama subversiva que muestra el trabajo de Buñuel en las cinematografías de Luis Alcoriza, Alberto Isaac, Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Jaime Humberto Hermosillo, Paul Leduc, Glauber Rocha, Nelson Pereira dos Santos, Tomás Gutiérrez Alea, Fernando Birri, Miguel Littin, Silvio Caiozzi, Román Chalbaud, Eliseo Subiela, Juan Carlos Tabío, Carlos Carrera, Beto Gómez, Dana Rotberg, Nicolás Acuña, Víctor Gaviria y Arturo Sotto, entre otros, aunque reconoce que algunos de ellos confiesan desconocer la mayor parte de la filmografía del cineasta de Teruel.
El escritor señala también que, frente a la crisis creativa que padeció el cine en el México de principios de los años cincuenta, solo Buñuel y algunos trabajos de Gavaldón, Velo y Bustillo Oro lograron mantener mínimamente vivo el interés por el cine mexicano. Esa situación se prolongó también durante los años sesenta por lo que el cineasta, tras la escasez de medios de que dispuso para rodar ‘El ángel exterminador’ y la imposibilidad de finalizar el rodaje de ‘Simón del desierto’ por falta de presupuesto, decidió iniciar la senda de las coproducciones.
El periodista Francisco J. Millán pudo realizar este trabajo gracias a una beca concedida en el año 2000 por el Instituto de Estudios Turolenses, entidad de la Diputación de Teruel que cofinancia el libro junto con el Gobierno de Aragón, el Centro Buñuel Calanda y la Caja Rural. Millán ha trabajado como mesero, porteador y periodista independiente en Mesoamérica y es autor de numerosos trabajos y libros entre los que destaca un análisis riguroso sobre el desigual reflejo en el cine latinoamericano de las aberraciones cometidas por las diferentes dictaduras americanas. Actualmente es director de ‘Cabiria, cuadernos turolenses de cine’. Su compromiso y afinidad con las ideas del cineasta de Calanda queda reflejado en la dedicatoria del libro que dirige «a quienes son masacrados a diario en todo el mundo para preservar el orden burgués y las estructuras de poder económico, político, militar y religioso de una minoría que silencia con el uso de la fuerza a una mayoría».