«Susurros tras la pared» de Grzegorz Muskala; el terror del inexperto

Presentada en Panorama de Cine Alemán de Barcelona.
El debutante polaco Grzegorz Muskala presenta en su ópera prima un thriller romántico y psicológico que mezcla temas como la soledad, el misterio, las relaciones, la sexualidad y la violencia. Martin es un joven estudiante que se muda a Berlín y elige una habitación donde el alquiler es lo suficientemente barato. La única pega es que el huésped anterior desapareció sin dejar rastro. Pero antes de que pueda mudarse, Martin tiene que ser aprobado por la dueña, y ella se transforma inesperadamente en una femme fatale seductora. Un extraño vecino confunde a Martin con el inquilino que falta en la habitación.
La película tiene unas partes mejor logradas que otras. A su favor una buena factura técnica con una magnífica calidad fotográfica teniendo en cuenta que la mayor parte del film está rodado en interiores, en un mismo apartamento y en otro que parece estar enfrente. Las actuaciones son muy correctas, considerando que el actor principal tiene que encarar un personaje de chico tímido, poco iniciado, pero que paradójicamente vive con cierta pasmosidad diferentes trances en los que se supone que debería cundirle el pánico. En determinados momentos, el film se vuelve previsible y tan solo al final, el guión hace unos giros que nos devuelven a los cánones correctos del género.
A destacar también la puesta en escena, la voluntad de acabar un producto preciso que sin la ambientación musical casi habría perdido su razón, con esas notas que guían el relato y la conciencia del espectador, y la ausencia de ciertas pinceladas de humor que le habrían proporcionado una mayor consistencia al acabado total de la película.
Los «Susurros tras la pared» suelen ser gemidos la mayor parte del tiempo en un filme en el que en todo momento está rondando en sus personajes la idea del temor a la muerte así como también la importancia del sexo en el terreno del placer, el voyeurismo patológico y producto de un represión personal, y la conformación de un inexplicable trío de amor fatal.
Otra curiosidad es que esta película se suma a muchas otras del género en las que lo viejo y arcaico es misterioso, y que aunque Martin llega a Berlín para estudiar, no se le ve en esa tesitura. Un diario del viejo inquilino plagado de dibujos eróticos se añade a los enigmas principales del film.
©José Luis García/Cinestel.com