«Google y el cerebro mundial» de Ben Lewis; controversia garantizada

DocsBarcelona exhibió en su sección oficial este documental dirigido por Ben Lewis y cuya producción ejecutiva corresponde al catalán Carles Brugueras, en el que se analizan a fondo las intenciones expresadas cuando a uno de los fundadores del buscador Google le preguntaron que por qué querían formar uno nuevo si ya existía Altavista y éste respondió que la diferencia era que ellos querían crear un cerebro mundial.
Para evitar extenderse en demasiados temas y que este factor llegara a despistar al espectador, el documental se centra en uno de los proyectos más ambiciosos lanzados desde la sede de Mountain View: la digitalización de libros. Diez millones de libros fueron digitalizados para ser puestos a disposición de los internautas a través de Google Books. Para ello contaron con la cooperación de diferentes bibliotecas públicas repartidas por el mundo y la desaprobación de otras.
El origen de este propósito de Google parte de la idea de que la red informática mundial es relativamente joven y no podía albergar de otra forma todo el caudal de conocimiento que sí contienen los libros. Pero el problema surge cuando miles de autores de las obras protestan porque consideran que el acceso gratuito a sus textos por Internet lesiona sus legítimos derechos.
La discusión fue a parar a los tribunales de Nueva York en el año 2011 y Google se defendió apelando al derecho de cita considerando que la imposibilidad de ver la obra completa protegía los derechos del autor. En el film aparecen algunos de los bibliotecarios más notables del mundo como Jean Noel Jeanneney y Roger Damtin, escritores que han luchado contra los escaneos de Google y críticos de Internet como Eugeny Morozov. Por el momento, el proyecto ha sido paralizado.
Conforme a las leyes, existe un periodo de disfrute de los derechos de autor tras el cual esa obra pasa a ser considerada como «huérfana» y es supeditada al dominio público. En efecto, las bibliotecas son un lugar concebido como público, pero Google es una empresa privada.
Una de las escenas que más llama la atención a los espectadores es en la que el monje bibliotecario del Monasterio de Montserrat de Barcelona es interrogado acerca de qué sucedería si en un futuro Google se decidiera a comercializar por la red esos libros huérfanos poniéndoles un precio. El director de la biblioteca se queda pensativo sin saber qué decir y tanto su silencio como su gestualidad generan un debate y una reflexión que el productor ejecutivo dijo no saber ver pero que siempre aparece en los debates posteriores a las proyecciones habidas hasta ahora, según comentó el propio Brugueras.
Ben Lewis, el director, dice que «una biblioteca es un depósito del pasado. Internet es la tecnología del futuro». La productora catalana ha versionado este documental a una edición más reducida que se pasará por televisión en la que los 90 minutos del film pasan a 52. Para el realizador «la Red es un fenómeno único, sin precedentes en la historia. Nos ha traído elementos maravillosos, como el acceso instantáneo a todo tipo de información, cultura y colectivos. Pero, a la vez, me altera ver cómo Internet nos quita cosas sin pedirnos permiso, hecho que ha pasado desapercibido durante largo tiempo».
«Quería hacer una película que alertara a la audiencia tanto de los peligros como del paraíso que es Internet. Pero, ¿cómo? Internet es difícil de visualizar -sus historias giran alrededor de emails, blogs y servidores-. La mayoría de los artículos de periódicos que lo critican son sensacionalistas y escriben en un tiempo verbal de futuro o de subjuntivo, es decir, imaginan un posible peligro en el futuro. Los documentales necesitan historias concretas, con testigos personales, como también las explicaciones y las polémicas de los teóricos y comentaristas».
©José Luis García/Cinestel.com