«La historia de Marie Heurtin», una película sobre la superación

No es un tema que sea fácil de tratar en el cine el de las discapacidades físicas y sensoriales. Por eso el cineasta francés Jean-Pierre Améris ha adaptado para el séptimo arte una historia que sucedió en la realidad en el mismo lugar en donde se ha filmado esta película, y que cuenta con la increíble caracterización que la joven actriz Ariana Rivoire ha hecho de una niña ciega y sorda llamada Marie Heurtin que estuvo internada en el Instituto Larnay a finales del siglo XIX. Aunque lo pueda parecer, esta no es una película religiosa exactamente, sino que eran las monjas quienes regentaban esa institución que hoy en día sigue abierta, pero con otros profesionales docentes cualificados. En cualquier caso, en el relato que nos ocupa, la hermana Marguerite que interpreta la actriz Isabelle Carré es decisiva.
«La historia de Marie Heurtin» describe el método o tratamiento empleado por la religiosa para la liberación o el renacimiento de una niña que estaba desesperada y que tuvo que ser atada cuando llegó al edificio, tras sentirse sus padres derrotados ante el desafío de poder comunicarse satisfactoriamente con su hija. Marie contaba entonces con 10 años de edad y era una chica atrapada en su imposibilidad de mantener contacto y entenderse con el resto de los humanos.
Cuando la hermana Marguerite se hace cargo de ella, comienza a probar y desarrollar nuevos métodos de aprendizaje para el trato directo con una persona que tiene esa doble discapacidad. El sistema que ideó la religiosa con mucha fe y paciencia, sigue hoy siendo aplicado a chicos y chicas que llegan al Instituto. Son técnicas que Marguerite las fue intentando hasta conseguir que fueran efectivas, al tiempo que tuvo que luchar contra la peligrosa posibilidad de que se confundiera su interés en ayudar a la niña en esa superación, con otros signos más propios del amor materno.
La película es un buen punto de partida para que reflexionemos sobre lo importante que es saber hallar los caminos y las vías que puedan hacer posible la correcta evolución de cualquier asunto. Tal vez muchas veces no sabemos reconocerlos, pero ahí están para ser descubiertos. Améris consigue una excelente adaptación a lo que era aquella época, en un filme al que se ha encargado de dotarlo de una impresionante luminosidad que a ratos llena casi todos los rincones de la sala de cine.
©José Luis García/Cinestel.com