«El Incendio» de Juan Schnitman; tensión insostenible en una pareja

Existen películas en las que el buen desarrollo del guión depende en gran parte del trabajo de los actores. Sin una buena compenetración que identifique ideas y sentimientos entre los protagonistas, el resultado no podría ser tan satisfactorio como lo es en «El Incendio», el primer filme en solitario del argentino Juan Schnitman que está coproducido por la compañía de Burman Dubkovsky. El guión de Agustina Liendo es perfecto para que los espectadores contemplemos la exposición de esta inquietante y turbadora historia con los elementos de juicio justos y suficientes que nos motiven el intentar comprenderla en su complejidad y sus excesos. Pilar Gamboa y Juan Barberini interpretan a Lucía y Marcelo, una pareja que con 100.000 dólares escondidos en su ropa interior están yendo a la escribanía (notaría) a pagar su futura casa, cuando un percance sucede.
Los llaman para decirles que tienen que posponer la compra para el día siguiente, ante lo cual regresan a su viejo departamento y esconden el dinero que habían extraído del banco para la cita. La película cuenta ese día de espera, veinticuatro horas en la vida de esta pareja en las que aflorará su peor crisis, porque pasarán a replantearse la naturaleza misma de su relación y qué sentido tiene todo eso que están haciendo.
El trabajo de fotografía de Soledad Rodríguez es también notable, alternando planos secuencia de cámara en mano con otros estáticos que nos introducen con eficacia en un universo personal e íntimo de la pareja plagado de contradicciones, algunas de las cuales serán fácilmente reconocibles por los espectadores con experiencias propias ya vividas en común con otra u otras personas. Lucía Vilanovas presenta en un principio un carácter más abierto a la vida y predispuesto a los cambios como el que está por venir, mientras que su pareja, Marcelo Barcos, ofrece una postura mucho más introvertida con cierta tendencia a resolver los conflictos por la vía de la violencia, lo que lo va a llevar igualmente a algunos problemas laborales en su trabajo como profesor. Ella también los tiene en su quehacer diario en el restaurante de su padre, pero son por otros motivos diferentes que también nos proporcionan información para definir el conjunto del relato.
La clave de esta historia estaría en preguntarse si en verdad salir de la casa en donde están es avanzar. «Vos querés tener todo, y todo no se puede» le reprocha ella a él en un momento de esta película, narrada en un contexto extremo y al límite, que se hace cada vez más insoportable. El filme no desaprovecha la ocasión para abordar en pequeñas y muy sutiles pinceladas lo que son algunos de los condicionantes más influyentes para mucha gente, en una sociedad urbana contaminada por los intentos de construcción de necesidades superfluas en la población que lo que hacen es crear frustración. Y en una línea parecida, ahí podemos oír en algún momento un debate político crispado que se está representando por la radio.
En definitiva, «El Incendio» es la crónica en 24 horas del estallido de una pareja que anda buscando válvulas de escape para huir de sus miedos a tomar decisiones importantes en la vida. Es el sinsentido de un comportamiento caótico y desorganizado lo que los lleva a esa situación extrema e intolerable en la que se encuentran atrapados, recurriendo al detestable enfrentamiento con el que tienen al lado. Será en una reunión con amigos donde también quedará claro su indecoroso traspaso de la línea que divide lo íntimo de lo público, en la que además acabarán siendo evidentes algunas pautas de conducta asociadas al sadomasoquismo. La escena final de este drama realista, aunque es tranquila, también apunta en esa dirección.
Las cuestiones de fondo más importantes del filme son los problemas de pareja, la violencia, el dinero, las drogas, las armas y el sexo, pero una reflexión importante a la que podríamos llegar después de verla es que es mejor tomarse algunas cosas con calma e identificar aquello que es importante y lo que no.
©José Luis García/Cinestel.com