«Indiana», de Toni Comas; la ambigüedad misteriosa (entrevista)

Estrenada en España
El realizador catalán Toni Comas marchó hace unos 8 años a los Estados Unidos, desde donde desarrolla una emergente carrera a nivel cinematográfico que consolida con «Indiana», su primer largo de ficción en cuya génesis flirtea con el cine fantástico y de terror, pero que a la par es mucho más profundo y gratificante para el espectador.
La película es la historia de dos Spirit Doctors que intentan ayudar a personas que poseen problemas psicológicos vinculados a la que es conocida como «ciencia paranormal», un lucrativo negocio que tiene a miles de seguidores pensando en el «más allá» antes que en el «más acá».
La propuesta de Comas es sobria porque, siguiendo estructuras cercanas y paralelas al género, elimina esos efectos especiales excesivos que a menudo lo contaminan, al tiempo que respeta de manera muy escrupulosa la inteligencia del espectador.
«Indiana» es un filme misterioso, ambiguo y también ambivalente, centrado bastante más en los personajes que en el terror que en sí mismas provocan ciertas creencias, paranoias o terroríficos temores. La parte del comienzo pertenece a un documental anterior del director y son entrevistas con personas inducidas por el terror psicológico. Esos testimonios del inicio subrayan la seriedad y consistencia de esta historia, así como su renuncia implícita a entrar en el terreno de la caricatura o la parodia.
Este relato de suspense, rodado en la América profunda con esos episodios sobrenaturales, y que combina casas encantadas con posesiones diabólicas, será también estrenado en el Reino Unido y posiblemente en otros países europeos.
Toni Comas responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Por qué preferiste centrarte más en los personajes del film y no dar lugar a efectos especiales?

Toni Comas
Me sale así. Ya me gustaría hacer un cine más efectista, pero no sé ni cómo se hace. A mí me interesa más que mi cine tenga cierta relación con la realidad, con los problemas de la gente, y es lo que quería tratar. No me interesa lo paranormal como algo que ya está y de dónde viene, con sus causas y consecuencias, sino como un síntoma de la realidad y de una reflexión sobre por qué creemos, como algo sintomático de los problemas reales que tenemos.
– Hay una pequeñísima referencia en tu película a las interferencias que puedan hacer los medios de comunicación en estos temas. Concretamente aquí es la radio, pero no te has querido cebar en eso, sino que entra dentro del contexto general de esta historia.
Cuando los protagonistas van en el coche siempre van escuchando casos de gente hablando sobre lo paranormal, que es un tema que yo veo como metafísico y me gusta la idea de que aparezcan voces de la radio, para asociarlo a cómo otra gente oye voces en sus casas. Aquí la radio me interesaba mucho más en su aspecto metafísico que como un medio de comunicación.
– Uno de los temas fundamentales del cine de terror es la ausencia de justicia en unos personajes que casi siempre están aislados. ¿Te interesó también ese elemento distintivo que tiene el género?
A mí la ausencia de justicia es lo que más me molesta, y yo creo que a mucha gente le pasa. Despojar de justicia a los personajes y, al mismo tiempo, que la justicia al final sea lo que los justifique, valga la redundancia, es un dispositivo que me interesa mucho. Cuando veo una película no hay nada que más me moleste que ver a un personaje sometido a una injusticia.
– Y otro ingrediente más sería la redención. Hay quien lo propone dentro de esta historia y es algo que sería también buscado por ese personaje. ¿No es así?
Sí, exacto. La redención o la catarsis,… o volver a empezar, que también sería otra solución. Al final, tú lo que haces es volver a empezar y pensar que no ha pasado nada. Y efectivamente, aquí se busca la redención, al menos de uno de los personajes, mientras que los demás han estado pivotando alrededor de él. Es otro tema en el que me gusta incidir.
– Dices que «Indiana» es un homenaje a los Spirit Doctors. ¿Cómo llegaste hasta esa historia para que te interesara tanto?
Porque cuando se me contrata para hacer un documental sobre el tema paranormal en Indiana, ahí conozco a los Spirit Doctors. Entonces los seguí y me parecieron un grupo muy curioso e interesante, donde todos los temas que me interesaba tocar, aparecen. Por eso les elegí a ellos y les seguí, y al final me parece que eran gente muy digna que intentaba ayudar a través de lo paranormal y por eso les dedico la película; porque ellos tienen un impacto muy importante en la realidad de la gente.
– Tú mismo eres el productor del filme y además cuentas con Charlie Williams como guionista. ¿Lo conocías ya anteriormente?
La razón de producirme a mí mismo es para poder hacer el cine que quiero, porque sino tendría que hacer el cine que quieren ellos, y sería muy complicado. Sobre Charlie Williams, él no es guionista y yo tampoco porque no nos interesaba un guion al uso, de tipo arquetípico donde en la página 15 pasa esto o lo otro, ya que estamos hartos de ese tipo de guiones. Queríamos escribirlo como fuese, y una de las condiciones que los dos nos impusimos es que queríamos escribir nuestra historia. Y Charlie, además de que es un gran escritor, es director de documentales y una gran persona y tiene muchísimo talento.
– ¿Piensas mantener tus proyectos vinculados a este género de terror o irías buscando otras posibilidades narrativas?
Creo que tardaré mucho tiempo en volver a este género, porque no es el género lo que me interesa, sino que lo que me gusta es centrarme en los personajes. Ahora estoy haciendo una película sobre el desastre nuclear ocurrido en Chernobyl hace 30 años, y me centro otra vez en lo que sienten los personajes más allá del problema en sí, recreando las locaciones justo a como estaban cuando acababa de pasar, para entender cómo reaccionó la gente y las implicaciones que hubo en el tema.
– Me interesó mucho el trabajo de imagen que has hecho en «Indiana». ¿Con quién contaste para ello?
Con Anna Franquesa Solano que es una impecable directora de fotografía y que fue capaz de darle la mirada apropiada. Todo es muy destacable, pero si tuviera que quedarme con dos cosas de esta película me quedaría con la cinematografía de Anna y con la actuación de algunos de los personajes, por ejemplo la de Gabe Fazio que me parece espectacular.
– ¿Como conclusión podríamos decir que esta película la puede ver tanto gente que sigue el cine de terror como la que no?
Sí claro, porque la gente que es forofa del cine de terror también ve el otro tipo de cine, e igual ocurre al revés. No hay un arquetipo de persona que encajaría con la película. Cualquiera yo creo que puede disfrutar de esta historia.
©José Luis García/Cinestel.com