«Infancia clandestina», rebeldía e inocencia

Con el recuerdo presente de «Kamchatka», el filme que escribió el guionista Marcelo Figueras y dirigió Marcelo Piñeyro, desde el 21 de diciembre se puede ver en España «Infancia clandestina» cuya historia es similar desde la mirada, en este caso la de un pre-adolescente, pero distinta por el componente más radical en la lucha contra la dictadura que llevan a cabo sus padres bajo la estructura militar de los guerrilleros montoneros.
Los padres quieren lo mejor para sus hijos y los educan bajo esos ideales. El pequeño Juan se ve involucrado en ese mundo que le cuesta comprender.
Como ya publicábamos en Cinestel tras su estreno argentino, la película refleja lo que es vivir en tensión permanente, cambios inesperados y ocultación de identidades reales y lo une a esos momentos felices básicos en todas las familias en el terreno más íntimo ligado al despertar amoroso del niño con sus deseos y temores.
Algunos pasajes de la experiencia personal de Benjamín Ávila han sido fundamentales para recrear la forma de vida de aquel entonces y explicarnos cómo se vinculaban con sus hijos aquellos militantes peronistas de izquierda que no dudaban en enarbolar las armas como respuesta a la junta militar.
La formación de Ávila es fundamental pues su trabajo se desarrolla continuamente en el terreno audiovisual. Sus referencias esenciales a la hora de abordar esta historia que tanto le afecta a él personalmente fueron películas como «Papá salió en viaje de negocios» de Emir Kusturica, «Mi vida como perro» de Lasse Halström por su retrato del mundo infantil, la visión del cine político de Ken Loach y la sensibilidad narrativa de Krzysztof Kieslowski.
La ambientación de la época está muy lograda, así como las actuaciones desde el niño Juan que asume otra identidad y pasa a llamarse Ernesto (Teo Gutiérrez Romero) o el tío Beto (Ernesto Alterio), hasta Charo, la madre (Natalia Oreiro), Horacio, el padre (César Troncoso) y la abuela (Cristina Banegas).
La parte que corresponde al terrorismo de Estado queda siempre oculta, incrementando la angustia que genera esa opresión. Andy Riva fue el encargado de confeccionar unos dibujos ilustrativos de la situación que aparecen en distintas partes del film.
La elección de fechas pre-navideñas para su estreno en España es sin duda un acierto si consigue convocar a espectadores que conocen poco o nada de lo que sucedió esos años en la Argentina.
Para ellos, dos apuntes: Montoneros fue una organización que optó por la lucha armada, pero la represión de Estado se ejerció también contra otros grupos diferentes, y en la Argentina, al igual que sucede en otras muchas partes del mundo, cada lugar tiene su acento propio al hablar. La familia es de Córdoba pero vive clandestinamente en Buenos Aires.
Más detalles sobre el film, en el enlace de abajo.
©José Luis García/Cinestel.com