“Jonathan Agassi saved my life”; sobre la vida atribulada de un artista
21 Festival de Cine Judío de Barcelona 2019
No es tarea sencilla la de seguir la vida de alguien durante casi 8 años, captando en vídeo los distintos momentos que acontecen en su quehacer diario para mostrarlos en una película.
El director israelí Tomer Heymann lo ha hecho, alcanzando un gran nivel de implicación en este proyecto que nos presenta la historia de un artista porno gay israelí que en las mieles de la fama tiene que lidiar con toda una serie de problemas derivados de una disfunción en el seno de su familia.
“Jonathan Agassi saved my life” ofrece las dos caras distintas que tiene la vida de esta estrella: la pública vinculada al éxito, y la privada que conlleva una relación casi inexistente con su padre, quien tal vez no debería de ser considerado como tal.
El Festival de Cinema Jueu de Barcelona contó con la presencia del realizador.
Con un nombre artístico a través del cual él hace todo lo posible por contrarrestar la inestabilidad que sufre a nivel íntimo y familiar, Agassi se siente indiferente mientras realiza los actos sexuales de su actuación, emprendiendo un camino hacia las drogas duras que podría acarrearle graves problemas futuros en cuanto a su propia salud.
Jonathan nació en Berlín, pero su madre vive en Tel Aviv, así que ambas ciudades sirven como escenario para este film. Es en Alemania donde él actúa y además es allí donde está viviendo su padre ausente, mientras que en Israel reside su madre con quien tiene una muy buena relación, incluso aunque la misma sea un poco complicada.
“Esta película es una suave y delicada versión de lo que yo vi”, dice Heymann a Cinestel, pues también asegura haber estado grabando en muchas fiestas con drogas en las que participaba su personaje, aunque no quería ir tan lejos en el film ni tampoco relacionar la ingesta de estupefacientes con algo sexy, ni mucho menos.
Su anterior película, “Mr. Gaga”, -que igualmente fue mostrada en Barcelona-, era una historia un poco más a priori preparada. En este nuevo caso, el director tuvo que saber moverse con más ingenio al estar retratando a un protagonista mucho más imprevisible en sus movimientos cotidianos. Agassi se define a sí mismo más como un acompañante que como un prostituto, de una forma parecida a como Julia Roberts interpretó su papel en “Pretty Woman”.
“Al comenzar a rodar una película -nos cuenta Heymann– yo no quiero saber cuándo será el día final de las grabaciones. Por lo tanto, siempre evito que el productor me obligue a terminar en un momento concreto, ya sea mi hermano u otro. Yo siempre antepongo la idea de que lo primero de todo es conseguir crear la confianza suficiente con aquella persona sobre la que se basa mi película, porque no me gusta mostrar solamente el lado fuerte del personaje, sino que también me siento obligado a buscar sus debilidades, sus delicadezas y sus imperfecciones”.
“Para mí las películas son un proceso -añade-, y el proceso necesita tiempo para que puedan emerger las diferentes capas de su carácter. Tu podrías ver solamente una de esas capas, pero nuestro trabajo como documentalistas es mirarlo como si fueran las diferentes envolturas de una cebolla”.
– Una de las claves de la película es la relación que Jonathan mantiene con su madre. ¿Crees que ése es el mejor apoyo que él tiene de cara a evitar una posible depresión?
Yo pienso que la forma en que su madre se relaciona con él es vista de una manera muy radical, de modo que he encontrado espectadores que la odian y otros que la aman. Lo importante es que es una relación continua, que perdura en el tiempo. Jonathan es muy modesto con ella y su madre piensa que no es conveniente hablar sobre según que temas, porque su hijo es así y entonces qué se le va a hacer.
– Me preguntaba al ver la película que cómo es que a Jonathan se le permite en Berlín tomar un taxi con tan poca ropa y casi desnudo, sin que la gente que pasa por la calle se queje.
Eso que describes también me pasó a mí. Yo no le dije a Jonathan qué es lo que tenía que hacer, porque nunca quise influir en su realidad. Yo no creé nada, simplemente le seguí a él. Por lo tanto, yo estaba con él y esperaba que él se vistiera para ir a tomar el taxi. Así lo pensaba, porque es lo que yo haría.
Sorprendentemente él salía así, medio desnudo, y nadie fue agresivo ni le gritó. Por eso yo mantuve esas escenas en mi película, porque me desconcertaron. Y esto es justo lo que no puedes hacer en la ficción, donde eres tu quien escribe el guion. Estoy seguro de que yo lo hubiera escrito de una manera diferente; seguramente habría puesto que el taxista rehúsa aceptarlo como cliente, él tiene que ir por su propio pie y llega tarde al comienzo de su espectáculo.
– ¿Y no es una contracción que Agassi se cuide tanto físicamente, pero al mismo tiempo tome drogas?
Sí, pero eso es lo que hace de Jonathan alguien tan interesante, al estar tan lleno de contradicciones y de complejidad. Él se cuida para ser sexy y al mismo tiempo, se auto-destruye una hora más tarde. Mi película habla sobre esa multi-personalidad. Él tiene esas dos caras y yo quería mostrar tanto la buena como la mala. Agassi es una persona muy radical, por lo que el film nunca podría haber sido una versión suave sobre su comportamiento, sino que quise hacer una fiel y realista descripción sobre cómo es él.
– Y también elegiste mostrar imágenes muy fuertes acerca de su relación con las drogas duras…
Debo decir que elegí muy cuidadosamente lo que acabas de mencionar, porque has de saber que dispongo de alrededor de 50 horas grabadas sobre él y su relación con las drogas. Yo quise expresar eso en un lenguaje muy cinemático, de una forma muy especial y honesta. Me llevó muchísimo tiempo elegir las pocas imágenes que se ven en la película, así que cuando hablamos de tiempo no solamente lo hacemos del que se ha dedicado al rodaje, sino que también al de la edición de la película que me llevó un año y medio. ¿Te imaginas cuánto dinero costó y cuántos problemas tuve con eso?
– En mi opinión, sacar a la luz estos problemas en forma tan directa en la película es muy importante.
Sí, pero fíjate que hay gente que no quiere ver estas cosas porque es demasiado para ellos. Hay quienes lo entienden, como tú, pero también hay otros que no quieren lidiar con ello y se ven molestos viendo eso.
– Y para finalizar, yendo más allá de la película, ¿cuál es la situación de Jonathan hoy en día? ¿Qué está haciendo?
Lo que pasó fue que cuando ya tenía acabada la película, lo llamé para que la viera y me diera su permiso, por supuesto. Tras verla me dijo que el film era un espejo para él y que se daba cuenta de la necesidad de salir de ese mundo. De hecho, él ya dejó las drogas y estaba muy orgulloso de su decisión de no volver a usarlas jamás.
Tampoco ha vuelto a actuar en el porno y en aquel entonces estaba casi a punto de irse a vivir de nuevo con su madre porque se había puesto a trabajar en un supermercado en el sur de Tel Aviv, donde trabaja seis días a la semana durante nueve horas diarias. Se acordaba de que poco tiempo antes había hecho una gran fiesta en un escenario, pero ya no lograba recordar muchas cosas de su pasado.
©José Luis García/Cinestel.com