Entrevista a Tomás Naranjo (Kelonik); la calidad en la exhibición
CineEurope 2016
En este mundo postglobal en el que nos ha tocado vivir, las sinergias o concordancias entre empresas que mantienen objetivos comunes son fundamentales a la hora de sobrevivir dentro de un mercado que sigue en permanente transformación.
El sector de la exhibición cinematográfica ha pasado por presiones de todo tipo en esta última década, y la necesidad de crear polos de convergencia se venía haciendo más que evidente.
Durante CineEurope, la convención anual de la Unión Internacional de Cines (UNIC) que cada año se está desarrollando en Barcelona, los profesionales de distribuidoras y salas tienen la oportunidad de visionar presentaciones exclusivas. Todo ello en el marco de un auditorio superior a las 2.000 butacas hábilmente acondicionado por Kelonik, la histórica empresa con sede en Cataluña que es una de las tres impulsoras de la nueva multinacional United Theater Integrators Association (UNITIA), flamante firma que apunta hacia el liderazgo internacional.
Kelonik es una compañía que se inició a finales de los 70 como un negocio familiar de equipamiento de sistemas de proyección y sonido para salas de cine, así como salas de actos, teatros y salas polivalentes. La firma tiene en su haber la instalación de más de 3.400 pantallas en España, 400 en Brasil y cerca de 500 en el resto del mundo. El secreto de su éxito: ofrecer un servicio de post venta las 24 horas todos los días del año.
Tomás Naranjo es socio de la empresa y su actual director general. Estuvo en la firma desde sus inicios, aunque más tarde cambió y se pasó 21 años ligado igualmente al sector, ocupando puestos de responsabilidad en Cinesa (firma que está en la órbita de Paramount – Universal) y en los circuitos de salas que Warner Bros tiene en España. Ahora hace 12 años que regresó a Kelonik, donde le ha tocado lidiar como director general ante un gran desafío como es la digitalización de las proyecciones. Y de paso, la empresa ha incrementado sus servicios en aquellos temas hasta los que podía llegar con las garantías de calidad que la caracterizan.
«Kelonik es una empresa que tiene 35 años, -cuenta Naranjo a Cinestel-, y aunque básicamente nos dedicamos a proyección y sonido de cines, lo que pasa es que luego hemos derivado hacia otros servicios anexos, dependiendo también de la idiosincrasia de los países en donde trabajamos.
Por ejemplo, hacemos instalaciones para museos en Cuba, pero sobre todo nos dedicamos a eventos relacionados básicamente con el cine: festivales, premiers, convenciones como la de CineEurope y otras tres más anuales en Brasil».
– La tecnología tiene rápidos avances y si yo fuera un empresario de sala de cine me gustaría estar actualizado. ¿Les ofrece Kelonik a ellos ese respaldo?
Esa es una de nuestras máximas preocupaciones. Los que tienen los cines nos ven a nosotros como una empresa de servicios cuyo máximo valor es que si un sábado a las 8 de la tarde se les para el cine, vamos allí y lo arreglamos. Para mí, siendo ése un valor importante, no es el mayor, sino que el máximo es este otro que tú dices.
Esta tecnología está cambiando continuamente. De hecho, nosotros estamos en CineEurope y cuando todos nuestros técnicos vienen, ven muchas cosas nuevas. Y eso que están al día en todo, porque estamos en contacto constantemente con todos los fabricantes, pero esto va cambiando.
Cuando nosotros decidimos meternos en el mundo digital ya sabíamos, por ejemplo, que los fabricantes de teléfonos sacan una versión y que al cabo de cuatro días posiblemente deberán de introducir un arreglo porque tienen que solucionar una serie de bugs. Ahí tienes la prueba de que efectivamente no todo se puede pensar y que los experimentos en laboratorio sirven para lo que sirven. Pues aquí con más razón.
El problema es que cuando tu teléfono se queda bloqueado porque la versión nueva tiene un bug, se te para el teléfono. Cuando se para un cine, hay 400 personas que se quedan frustradas porque no pueden ver la película, y ahí hay problemas. Y efectivamente, el gran valor de las empresas de servicios como la nuestra es que nos mantenemos actualizados.
Entonces, el propietario del cine que tiene otros problemas como puede ser el de la programación de las películas o cómo vender más palomitas, no se debiera de tener que preocupar de otros asuntos que derivan de la actualización. Tenemos varias tecnologías y marcas que coexisten en armonía en una sala de cine -proyectores, servidores, sistemas de 3D y pantallas de diferentes fabricantes-, y nuestro trabajo es asegurar que se complementan y que están al día.
A los cines está llegando cada semana un contenido, que es un software, el DCP, con la película que tiene que correr dentro de unas máquinas que si no están actualizadas, eso no corre, y si no corre no hay película, porque el software se desencripta en cada pase, no solamente la primera vez que se proyecta. Si el servidor no tuviera el firmware actualizado, eso se para. De ahí la importancia de tener un NOC (Network Operating Center), que manejamos en remoto desde Kelonik.
– ¿En cual momento de la semana tiene mayor actividad ese centro que ustedes manejan en conexión con las salas de cine?
La mayoría de intervenciones nuestras son los viernes, para el estreno, día en el que los cines reciben las películas con la llave para desencriptarla. Esa llave tiene una duración que empieza a las tres de la tarde, y a esa hora es cuando ellos saben si funciona o no funciona. Ahí es donde podrían empezar la mayoría de problemas. Entonces, nuestro NOC lo que hace es tener en la empresa a un montón de gente interviniendo en remoto. Para solucionar los problemas a veces hay que pedir otra llave, que normalmente viene de Los Ángeles, del sitio en donde se ha generado la copia digital.
– Ustedes apostaron por Brasil desde hace muchos años. ¿Al margen de los vaivenes de la economía, les preocupa más quizá la seguridad jurídica de cualquier país en el que invierten?
Yo no soy especialista en ello. Estamos en Cuba, pero no tenemos empresa en ese país por la complejidad actual para llevar a cabo un proyecto de este tipo. En Brasil tuvimos 15 años un joint venture con un socio local y luego, hace 3 años, nos establecimos por nuestra cuenta. Yo soy tajante siempre en esto y lo que busco es la seguridad legal, la seguridad financiera de los bancos y la seguridad respecto a posibles actos de delincuencia.
En nuestra inversión somos empresas operativas. No precisamos grandes inversiones, aunque hay que invertir, sobre todo en capital humano. Y entonces están los vaivenes de las economías, como por ejemplo en Brasil que se ha hundido el real, y como la mayoría de lo que hacemos es de valor añadido y la gente de allí cobra en reales, los que se ven afectados son ellos en su poder adquisitivo. Pero nosotros nos vamos retroalimentando y no tenemos tanta prisa porque esto del cine es una empresa que existe hace 110 años y tampoco se ha movido tanto como otras que aparecen y tiempo después ya no están. La tecnología ha variado, pero la actividad de venta de entradas y proyección es la misma y somos bastante estables.
– ¿Qué cree que va a pasar en un futuro?
Ya lo veremos, porque el theatrical, que es la ventana que nosotros estamos trabajando para las películas, ha disminuido mucho, aunque a nivel global crece, pero lo hace por los nuevos mercados. Hay menos gente que va a los cines, aunque las películas se ven cada vez más porque existen otros sistemas para verlas.
A nosotros nos ha arreado mucho la piratería; en países como España también lo han hecho los impuestos a nivel interno de las empresas que nos han pegado fuerte. Pero bueno, yo creo que ahora, después del cambio digital y de la resaca de las descargas no autorizadas, -aunque ya está cambiando ese tema-, me parece que habrá un gran cambio en los próximos seis u ocho años. Hasta hace unos cuatro años yo no sabía decir si el negocio iba a desaparecer o si tenía posibilidades de crecer.
– Hubo una jornada en CineEurope dedicada al Event Cinema sobre la posibilidad de emplear las salas para otros eventos como teatro, ópera o visión de acontecimientos deportivos. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
Nosotros el tema de contenidos no lo tocamos. Lógicamente, estamos discutiendo internamente la posibilidad porque la red que recién hemos creado se basa en suministrar equipamientos y servicios que se necesitan para la proyección y sonido. Básicamente instalación, mantenimiento y asistencia en caso de problemas.
El digital tiene una servidumbre que es que en la asistencia en caso de problemas, una de las herramientas más importantes es la monitorización en remoto, los NOC a los que me refería antes, de los que tenemos uno en Barcelona que asiste a 3.500 pantallas y otro en Brasil para 500 pantallas. Desde ese sistema se pueden hacer muchas cosas y una de ellas es enviar contenidos.
Aprovechando esas herramientas que son muy potentes, nos estamos planteando entrar en ese tema. No lo tenemos muy claro porque las empresas que venimos de esto sabemos que tiene que haber una especialización. La gente tiende a pensar que si tu entras en una cabina de cine deberías de entender de todo lo que ocurre allí. Si hay eventos, todo cambia y quizá la cabina de cine de aquí a dos días ya no exista como tal porque es un concepto físico que probablemente está destinado a la desaparición.
Hay fórmulas que se están probando con éxito, pero tenemos un problema y es que en cine se tiene que saber comunicar. Cuando llegan las películas, la gente tiene que saber que van a venir, que se van a estrenar, incluso cuando no se anuncian por la televisión. Osea, que la comunicación es per se muy importante. Y cuando tu tienes que comercializar, -y yo he estado 21 años llevando cines-, y comunicar algo a tu público local en un cine que pueda estar en Sant Andreu, tu se lo tienes que informar a esa gente de Sant Andreu. Pero cuando tú tienes que transmitir algo específico, es muy complicado, porque hoy en día es muy caro o imposible comunicar algo, aunque con las redes sociales hay más facilidad, pero es muy difícil porque el tiempo que la gente está dispuesta a escuchar información es limitado y el buffer de las personas se satura y dicen ¡ya está! Por lo tanto, uno de los problemas que tienen los eventos es cómo comunicarlos.
Fíjate si es difícil, que cuando yo estaba trabajando en los cines de Cinesa, hubo un momento en que desaparecieron las matinales y las sesiones de noche. Cuando las quisimos volver a traer, nos costó casi un año el que la gente siquiera supiera que podía venir el domingo a las 12 del mediodía a una sesión matinal o que el viernes o el sábado a las 12 de la noche había una sesión que podía ver.
Aliados en UNITIA
Tiene estructura accionarial como empresa y opera en 12 países, pero es una alianza europea entre seis compañías estrechamente ligadas a un mismo tipo de actividad: «Hace unos años -nos explica Naranjo- vi la necesidad de que hubiera un operador o una alianza a nivel europeo para dar una respuesta a las necesidades en cuanto a los clientes finales que son los cines, dando servicio referido a la tecnología y a la técnica de proyección y sonido».
– ¿Qué es y qué no es UNITIA?
No es una fusión de empresas, no es una central de compras -de momento-, no es una central de ventas -de momento-, pero sí que estamos preparados para hacer todo eso.
Los integrantes de United Theater Integrators Association estamos ahora revisando que es lo que tenemos en común para complementarnos.
Hay un efecto de globalización en la exhibición que se traduce en una consolidación de nuestro cliente final que son los circuitos de cines, y cada vez hay más circuitos que son multi-locales porque están en varios países. Por eso es bueno tener una empresa, entidad o asociación como la nuestra que pueda dar respuesta a cuando un circuito trabaja en 7, 8 o 10 países, entregándoles el paquete de servicios que ellos necesitan y que siempre es a medida.
Como la tecnología es común, porque todos compartimos a nivel mundial unos estándares que finalmente parece que se han establecido en cuanto a proyección y sonido, pues es básicamente por lo que hemos creado UNITIA y a partir de ahí hemos empezado a caminar.
Los fabricantes, que es la otra parte de la ecuación, son globales también, mundiales todos. Así que ellos también están encantados de tener un interlocutor para varios países y para un importante número de pantallas.
*Integran UNITIA: Cine Digital Service (Francia), Kelonik (España), Cine Project (Alemania y Polonia), Sound Associates (Reino Unido) y Cine Project (Italia), aunque están previstas más incorporaciones.
©José Luis García/Cinestel.com
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