«La mujer del eternauta», un documental de valor histórico y testimonial
«El eternauta» fue una obra de historieta del argentino Héctor Oesterheld que hoy podría considerarse de culto para muchos aficionados al género de cómics.
La publicación tuvo dos etapas diferenciadas por un paréntesis de unos diez años, la última de ellas con sutiles y marcadas referencias a la situación política. En medio de todo eso, hubieron intentos fallidos de reeditarla.
El documental «La mujer del eternauta» del español Adán Aliaga es un retrato de Elsa Sánchez, viuda de Oesterheld, quien resultó desaparecido por la dictadura argentina.
La negativa del escritor a despojarse de sus ideales es un elemento clave para comprender este trabajo que recibió el Premio del Público en el segundo festival de cine online de Filmotech, el portal de visionados de pago de Egeda, la entidad española de derechos de autor.
Adán Aliaga nos cuenta más detalles sobre esta película.
– En los primeros veinte minutos del documental tratas de contextualizar la situación política por la que atravesó Argentina hace 30 años. Si bien esto es sabido para algunos, ¿lo hiciste pensando en las nuevas generaciones que puedan acercarse al cómic del eternauta?
Claro, la idea era hablar de lo más general, de lo más amplio a lo más concreto. Hablamos en términos generales de la dictadura, de la problemática que ocurrió, del eternauta, de la familia de Héctor y de Elsa que es al final sobre quien nos interesaba tratar.
Entonces, comienza con un poco de introducción y de puesta en situación también para que la gente de fuera de Argentina se sitúe, particularmente de España donde muy poca gente lo conocía en profundidad y también en Europa donde pretendíamos encarar el tema desde un buen punto de partida.
– A esta señora se le ve abierta pero al mismo tiempo está presente un gran sufrimiento interior y es de suponer que te fue bastante difícil lograr encajar ciertas escenas en las que ella habla.
Sí, ten en cuenta que para nosotros hay un antes y un después tras conocer a Elsa, una persona que quien la conoce así, directamente, pues le cambia la vida porque ella afronta este drama tan trágico, tan exagerado y tan surrealista que es perder a sus cuatro hijas y a su marido, la destrucción de toda su familia, y eso hace que Elsa lo afronte desde una posición muy firme.
Nosotros tuvimos un contacto progresivo. Yo hice un viaje a Argentina, en una primera fase de preparación y de conocer la historia en primera persona, conocer a Elsa y escribir un pequeño guión y la verdad es que Elsa es muy accesible pese a tener la agenda muy completa.
En todo momento nos abrió su casa y yo estuve allí viviendo casi como uno más de la familia. Éramos un equipo muy reducido de tres personas ya finalmente para el rodaje y estuvimos trabajando con ella.
Quizá a mí me hubiese gustado estar más tiempo, pero entiendo que dentro de sus tareas cotidianas ella es una persona muy activa en compromisos sociales en la ciudad.
Pudimos hacer las entrevistas en las que nos contó todo el proceso histórico que ya ha contado muchas veces, porque le han hecho bastantes reportajes, pero a mí me interesaba más el lado humano de Elsa en, por ejemplo, algunas conversaciones con la persona que va a ayudarle y con su familia en los momentos más íntimos y este material a veces lo hice con el equipo y otras lo hice yo solo con mi cámara doméstica, estando con ella mientras me enseñaba las fotos de su hija e intimando un poco más.
Pero evidentemente nosotros solo nos podemos acercar a años luz de su drama y podemos trasmitirlo a los espectadores. Es muy complicado y difícil explicar con palabras lo que ha sufrido esta mujer.
Aquí hemos intentado ayudar y aportar nuestro granito de arena a esta obsesión que tiene Elsa, y que creo que tendríamos que tener todos, que es que no se olvide el pasado para que no se vuelva a repetir. Entonces ella tiene una obsesión por que se cuente la historia, por que se sepa y se siga hablando de ella. Esa es nuestra aportación.
– Ella dice que no entiende mucho qué es lo que le ha pasado cuando de repente se vio envuelta en todo esto que nunca se hubiese imaginado. Elsa se casa felizmente pero de repente ocurre esta grave situación. ¿Esa sería la parte más dramática de la historia de esta mujer?
A mí hay una cosa que me interesa mucho a nivel cinematográfico que es la lucha que ella tiene con la convivencia con el vacío, ese espacio que le ha quedado después de la aniquilación de su familia, pero evidentemente lo que le ocurrió a Elsa es un caso bastante común en la historia trágica de la dictadura en Argentina y en otros países también con dictaduras que es que las mujeres que eran amas de casa, con estudios o sin estudios y de diferentes estratos sociales, tuvieron que, de algún modo, dejar su casa, salir a conocer las leyes, a la calle a hablar y tener que, al igual que Elsa, convertirse en esta especie de líder.
La escuchas hablar en público y es demoledor, tiene una convicción y una fuerza que te quita el aliento.
Este ejemplo de Elsa es el ejemplo de muchas madres y muchas abuelas de plaza de Mayo que han tenido que salir, no todas vienen de la Universidad o de clases sociales altas, gente normal, gente del pueblo muy metidas en su casa con sus familias que de repente han tenido que dejar todo y salir para luchar por que la historia no se olvide y por seguir luchando, porque Elsa está todavía luchando para poder recuperar a alguno de los nietos que se supo que nacieron y que todavía no han podido recuperar.
– Hay un momento que me parece fundamental dentro del documental que es cuando ella habla de su marido y dice algo así como que era un soñador con poco sentido de la realidad. No es exactamente un reproche pero sí que parece una cierta contradicción.
Bueno, yo creo que su marido es un artista y en cierta forma la posición de un artista es muy diferente a cualquier otra persona que no tuviera esta vinculación artística. Creo que él estaba posicionado en otro lugar, con unos ideales mucho más bohemios y quizá con otra dimensión emocional, pero me parece que lo que Elsa demuestra es que siempre ha pensado que ha sido Héctor el que ha ido poco a poco involucrando a sus hijas en la lucha armada pero lo que nosotros descubrimos hablando con ella, a diferencia de lo que piensa otra gente, es que fue al contrario, que fueron sus hijas las que entraron en un principio y que poco a poco Héctor las fue apoyando cuando ya era conocido con el cómic y con toda su capacidad de comunicación a posteriori.
Quiero decir que aunque Elsa ha estado como culpabilizando a Héctor de lo que ocurrió, me parece que fue al revés, fueron las hijas las que metieron a Héctor en los montoneros a posteriori, y Elsa ha estado siempre al margen porque no tenía una formación y unos intereses políticos. Ella simplemente se limitaba a cuidar de su familia y de sus hijas, a quienes criar resultaba un poco complicado, y ha sido a raíz de esta pérdida por la que Elsa ha tenido que entrar en política, posicionarse y seguir luchando.
Yo creo que esta visión que tiene ella parece que con el tiempo va cambiando y lo va viendo diferente.
– Y lo peor de todo es también esa sensación de impunidad, de que los culpables o los responsables de todo esto 30 años después estén siendo juzgados.
Justamente hace unas semanas que yo he leído en prensa que se ha imputado a Videla, que ya es muy mayor y a otros también, pero yo creo que sí, que durante todos estos años han estado con esa sensación de que no podían hacer nada y de que incluso hay gente que ni lo creían porque hasta discuten un poco lo que ocurrió y cómo ocurrió y esa sensación de que no está reconocido te motiva a seguir luchando porque es como si hubiese ocurrido ayer todo el drama, todavía lo tienen muy presente y supongo que ese también ha sido su motor de vida. Ella es un poco la que sigue luchando con el paso de los años y Héctor y ella quedarán en la memoria histórica.
– Verónica Cura participa en la producción. ¿Qué otros apoyos tuviste?
Verónica, a través de Utópica Cine, es la coproductora. La productora Frida Films contactó conmigo para que yo lo dirigiera; esto quiere decir que es un trabajo que no nace de mi persona sino que es un proyecto de encargo y cuando tienen esta idea contactan conmigo para que yo lo convierta en una película documental. El Ministerio de Cultura español e Ibermedia también apoyaron la iniciativa.
©José Luis García/Cinestel.com