«Madre e hijo» de Calin Peter Netzer; reiterada pulsión sobreprotectora

Ganadora del Oso de Oro en Berlín 2013, la película del rumano Calin Peter Netzer es la historia de una relación enfermiza entre madre e hijo cuyo guión está inspirado en la vida real del realizador. Cornelia tiene 60 años y se siente infeliz desde que su hijo Barbu, 34 años, ha decidido ser independiente a toda costa. Como ya no vive con ella, siente el cambio como una gran pérdida, piensa que su novia no es adecuada para él y aprovecha un desgraciado accidente de automóvil para intentar anularlo y procurar que vuelva a depender por completo de ella.
El filme no solo habla sobre la postura de los hijos con respecto a sus padres, sino que también nos ofrece un retrato por dentro sobre cómo se comportan los nuevos ricos de clase media en la sociedad rumana, tanto si analizamos la relación de la madre con los de su entorno como también la reacción del hijo a todo eso y dónde está quedando su lugar en el mundo. En algún momento de la película será muy descriptiva del contexto en el que se están moviendo, una demoledora frase de la hermana de Cornelia, la madre, en la que le dice. «Si hubieras tenido dos hijos, habrías podido elegir». El tema de la corrupción que la madre intenta hacerles a funcionarios del Estado cobra una importancia menor frente a todo lo demás.
«Madre e hijo» es una película bien narrada, a veces con recurso al plano secuencia con cámara en mano, en la que conviene recordar que en muchos aspectos los actos posesivos de la madre anulan la personalidad del hijo y que por eso lo vemos parco en palabras. La escena final es particularmente emotiva porque ahí es donde verdad se va a poder constatar que el abandono de un hijo cuando se hace mayor no es una triste pérdida, a diferencia de otros casos en la vida que sí lo son.
©José Luis García/Cinestel.com