«Magical Girl» de Carlos Vermut; la lucha entre el instinto y la razón

Concha de Oro en San Sebastián y Concha de Plata al mejor director. Estrena en España el viernes 17 de octubre.
Es un director muy polifacético y con talento a quien no se le hizo demasiado caso por parte de las compañías distribuidoras cuando en el año 2012 tuvo que estrenar su ópera prima en un largometraje de ficción llamado «Diamond Flash» a través de la plataforma de cine bajo demanda Filmin, cosechando un gran éxito. «Magical Girl» es una película que parte de un espléndido guión que a su vez contiene algunos giros muy jugosos para el espectador y que cuenta con buenas actuaciones de todos los actores que participan. El filme explora en las obsesiones de sus personajes analizadas desde un sentimiento lúdico y emocional.
José Sacristán, Bárbara Lennie, Luis Bermejo y Lucía Pollán son los protagonistas de estas historias que combinan momentos de humor con otros de tragedia y que están contadas en tres capítulos, Mundo, Carne y Demonio, en los que a Sacristán lo vamos a ver sólo al principio y en la última parte. La película comienza con la voz en off del actor porque, según Vermut, lo escuchó hablar así al principio del doblaje de «La Guerra de los Mundos» de Spielberg, y no pudo evitar resistirse a incluirlo en el guión.
En un inicio aparece una niña enferma de unos 12 años que está obsesionada con los dibujos animados japoneses, y en concreto con el vestido de uno de esos ídolos que tiene el nombre de Magical Girl. Su padre es un maestro en paro por los recortes del gobierno de turno, que se preocupa por satisfacer los gustos de Alicia y que da inicio a toda una serie de acciones para conseguir para su niña aquella ansiada indumentaria. En esa edad tan temprana, es lógico que la niña se interese y tenga curiosidad por algunas cosas que hacen algunos adultos, y aquí llegamos a una de las partes más humorísticas y mejor lograda que tiene esta película en la que conviven una mezcla de tramas que la hacen atractiva para el público.
La siguiente historia es la de Bárbara Lennie haciendo de «Bárbara», es decir, usando su propio nombre en la vida real, un recurso que es muy útil para los actores en cualquier interpretación porque les otorga una mayor confianza a la hora de abordar su personaje, ya que nada resulta más agradable que a uno le llamen por su nombre aunque lo que esté haciendo nada tenga que ver con su vida diaria.
En este caso es un personaje algo complejo psicológicamente porque se trata de una adulta que sigue siendo niña y que arrastra algunos problemas desde su infancia verdadera, la de sus primeros años de vida. Sus desordenes mentales son aplacados por su propio marido, un médico psiquiatra que la trata en plan infantil. Aunque ella es un personaje al que se le pueden encontrar ciertas similitudes con el de «La Herida» de Fernando Franco, en este caso la diferencia estriba en que el guión no está enfocado en exclusiva para agradar a los profesionales de la psiquiatría, sino que habla más del psiquiatra y de la relación que mantiene con su mujer, proporcionando algunos datos añadidos al espectador que en aquélla del año pasado no los había, no muchos más, pero sí los que se necesitan para hacerse una idea más precisa sobre cuál podría ser el origen de ese estado mental tan desquiciado, lo cual como espectador se agradece aunque las conclusiones puedan seguir siendo igual de ambiguas.
A partir de ahí, «Magical Girl» se adentra en una red de oscuros chantajes durante los que la razón se pone en contradicción con esos instintos que derivan en una tercera parte que deviene trágica, donde vuelve a aparecer José Sacristán, hay un cruce de personajes, y volvemos a recuperar ciertos puntos de partida de la película para asociarlos a ésta. Es posible que haya quien considere demasiado extenso este último capítulo debido a que Vermut se ha tomado su tiempo para que el público pueda llegar a reconocer esas zonas de conexión, pero en conjunto la película es muy recomendable porque se aproxima a lo que es el humor y la tragedia de una manera muy convincente, comenzando por un camino determinado pero derivando en el más puro cine negro, retratando al mismo tiempo algunos problemas como el laboral que padece el maestro, particularmente ligado a lo que sucede en la España actual.
©José Luis García/Cinestel.com
El director escribe sobre la película, aquí.