«Malka» de Walter Tejblum; investigando un personaje olvidado

El argentino Walter Tejblum, que hasta ahora había trabajado en cine como productor y asistente de dirección, nos hace partícipes en este documental de la investigación que ha llevado a cabo acerca de una mujer que vivió en Tucumán sobre la que casi todos conocen o han oído hablar alguna vez, pero sobre la que muy pocos están dispuestos a proporcionar los detalles que necesitaba. Una red de trata de blancas de judíos polacos que prostituyeron a mujeres judías y el destino dado a un dinero logrado con dudosa ética confluyen en esta exploración en busca de la verdad.
Tejblum es nieto de unos judíos polacos que se vieron forzados a emigrar como consecuencia de los horrores de la guerra y encontraron en la Argentina un país dispuesto a darle salida a su prosperidad. Educado por sus padres con un alto concepto de lo que es la armonía y la paz, el realizador siempre ha sentido la necesidad de encontrarse a sí mismo a través de la indagación minuciosa sobre el pasado de su comunidad y en esa tesitura recopila algunas anécdotas entre las que se encuentra lo que le sucedió a una mujer cuya abuela judía llegó desde Polonia hasta Brasil y por tierra a Paraguay y luego a Argentina. Arribó con su esposo y tuvieron hijos.
A raíz de esa historia, conoce la existencia de una organización llamada Zwi-Migdal que regentaban judíos polacos y que transportaban engañadas a mujeres judías de Polonia y del resto de Europa para prostituirlas en Buenos Aires entre 1900 y 1930. Entre las chicas trasladadas desde Europa había una llamada Maika Abraham, de menos de 20 años, prostituida por la Zwi-Migdal que logró escaparse y establecerse en Tucumán por los años ’30 y se dedicó a hacer lo único que sabía o conocía para sobrevivir: seguir prostituyéndose.
Lo que pasó después es que como consecuencia de esa actividad, amasó una gran fortuna al trabajar en ello durante mucho tiempo y regentar un prostíbulo. Sobre esa gran cantidad de dinero, Malka quiso resarcir su sentimiento de culpa por la actividad que había desarrollado, donándolo íntegro a la comunidad judía tucumana a cambio de ser enterrada en el cementerio judío. Al ser un dinero de origen «sucio», la comunidad debatió profundamente la idoneidad o no de aceptar ese trato.
Walter Tejblum sigue a lo largo del documental varios hilos conductores para recuperar datos que ayuden a entender qué fue lo que ocurrió en el Tucumán de aquellos años, al tiempo que conocer la opinión de la gente sobre este tema cuya base está en unos judíos que tuvieron que huir humillados de Europa y que al llegar a Buenos Aires, explotaban a mujeres de su misma religión. Información de archivo y testimonios son los ingredientes que el director nos muestra para evidenciar cómo somos, pensamos y nos comportamos las personas, y no sólo las de religión judía, a la hora de hablar de hechos que son conocidos pero que preferiríamos olvidar o que nadie nos pregunte, sin haber reflexionado en profundidad sobre el porqué y aun cuando el tema tratado no toque de lleno a nuestros antepasados. El director habla a Cinestel sobre el contenido de la película.
– ¿Cree que es complicado para cualquier creyente judío hacerse a la idea de que otros miembros de la comunidad puedan llegar a violar ciertas normas éticas?
Sí claro, como en cualquier grupo, asociación, o en este caso , la comunidad judía, complica e incomoda a todos los que la integran. Y del mismo modo de cualquier otro credo. Esto es un tema de trata de personas, pero hace casi 100 años atrás. Lamentablemente el tema, con otras metodologías, medios y formas aún esta presente.
– Sería usted un excelente periodista de investigación por su perseverancia en conseguir información. ¿Pensó alguna vez en dedicarse a ello o simplemente le mueve en este caso esa curiosidad lógica que a todos nos surge de vez en cuando?
Bueno, en realidad yo soy productor. Ser productor de cine es perseverancia. Asumir el desafío por voluntad propia de dirigir «Malka» es una nueva faceta que me apasionó, desveló e interesó mucho hacerlo. Pero bien, no negaría de plano un ofrecimiento periodístico si usted ya lo tiene a mi favor…(.jajaja.)
– En el documental se menciona el lugar exacto donde laburaba Malka, pero no se llegan a mostrar imágenes del mismo. ¿Por qué razón?
Solo se menciona la intersección de dos calles de la capital de la Provincia de Tucumán en Argentina. Era sólo un plano de insert que nada iba a aportar, imagínese que ya pasaron 60 años, nada queda de eso ya…..
– ¿Todavía hoy, con el tiempo que ha pasado, existen reticencias en Tucumán por parte de algunas personas para hablar sobre el tema?
Sí claro, el tema es super delicado, la gente escapa de hablar del asunto, me costó enorme esfuerzo e insistir una y otra vez con los entrevistados que están en cámara, y lamentablemente otros que solo quedaron en off, y me brindaron información que me sirvió para conocer más del asunto….Y la reticencia no solo es en Tucumán, es general independientemente de la localidad donde investigue…
– Aparte de los testimonios del documental, siempre nos quedará la idea de la importancia que en él transmite acerca de los registros y las hemerotecas periodísticas. ¿El acceso a ellos lo considera imprescindible?
Sí, a mí en «Malka» me tocó tratar de ingresar por todos los lugares que pueda. En algunos no pude filmar, en otros ni siquiera pude obtener el no. Cada lugar es imprescindible si en ellos obtenemos información útil para la búsqueda.
©José Luis García/Cinestel.com