“Me llamo Violeta”, sobre la hija transgénero del actor Nacho Vidal

DocsBarcelona 2019
“Soy una niña, me llamo Violeta”, es lo que les dijo Ignacio a sus padres cuando tenía seis años de edad. Todo lo que sucedió después de ello es un ejemplo de paternidad responsable por parte de sus progenitores, el actor Nacho Vidal y Franceska Jaime, quienes han luchado con vehemencia por que se reconozca la verdadera identidad sexual de su hija.
Los realizadores de documental, David Fernández de Castro y Marc Parramon, presentan en “Me llamo Violeta” la evolución de este caso desde que la niña tenía 10 años hasta la actualidad.
Dirigido a un público generalista (de hecho la película se estrena en cines de todo e territorio español este 28 de junio), el filme refleja en su mayor parte cómo es ese tránsito con el acompañamiento de los padres, abriéndose también a otras personas que lo han vivido o lo conocen.
El filme es una historia coral que emplea otros casos distintos al de la protagonista, tratando así de visibilizar las decisiones importantes a las que Violeta se tendrá que enfrentar de aquí a poco tiempo.
Uno de los componentes fundamentales que hace referencia a las fases por las que pasan estos chicos y chicas es el del uso de bloqueadores, pero además de ése y otros pasos, los realizadores ofrecen los testimonios de personas como Iván, quien ya está hormonado; Leire, que está sometiéndose a una reasignación de sexo; y Alan, cuyos padres explican cómo fue que no pudieron controlar el bullying hacia su hijo en un instituto de Rubí. El tema de los bloqueadores de hormonas como la testosterona desde jóvenes, está contado también a través del caso de la hija de Nacho Vidal.
Usando un formato de imagen panorámica, los realizadores piensan que este filme puede tener cierta salida “comercial”, y asimismo confían en que este trabajo se pueda llegar a difundir por la vía de las asociaciones de padres de los colegios y en los centros LGBTI.
“Me llamo Violeta” también expone los problemas que tuvo el equipo hasta que la Fiscalía de menores autorizó que se pudiera visualizar en el film la imagen de la protagonista, porque pensaban en un principio que la niña podría ser reconocida o que ella se podría arrepentir más adelante. Y lo curioso del tema es que esos reparos no existían en el caso de que se hubiera optado por utilizar a un niño actor o, por ejemplo, si el tema de fondo hubiera sido otro como el Síndrome de Down, lo cual hace todavía más inexplicable la postura de ese departamento jurídico.
Fernández y Parramon no olvidan en su documental la larga lucha del colectivo LGTBI, e incluyen imágenes históricas sobre esos hechos en España, haciendo una mirada hacia atrás sobre la gente que ha peleado para que se pueda tramitar hoy en día ese proceso de reasignación de sexo que expone la película.
La única diputada transexual de España, Carla Delgado de la Asamblea de Madrid, fue quien asesoró al gobierno de Rodríguez Zapatero en 2007, para el texto final de la ley que hizo frente a la fobia contra el colectivo LGTBI. En el filme, ahora se lamenta de no haber tenido en cuenta en aquel entonces la normalización de los niños transgénero, un tema del que, según dice, prácticamente no se hablaba.
©José Luis García/Cinestel.com