«El médico alemán – Wakolda»; huyendo impunemente y al mismo tiempo, jeringando a los demás

El actor catalán Álex Brendemülh ha sido uno de los puntales para el éxito de este thriller rodado en Bariloche y buena muestra de ello es que, tras su exhibición en Berlín, en el país de sus ancestros, ha sido animado a actuar por primera vez en aquella nación en cine y en teatro y hablando en lengua alemana. Aquí Lucía Puenzo demuestra una vez más que es una excelente constructora de climas que envuelven el relato, en la adaptación de una de sus novelas sobre un tema tan complejo como inquietante, que genera en el espectador un doble debate, por un lado sobre la ficción que se cuenta y por otro, en relación a los hechos ocurridos tras la derrota nazi en la segunda guerra mundial.
A inicios de los ’60, un médico alemán que se encuentra perdido en una de las zonas más desoladas de la Patagonia, conoce a una familia argentina que va en la misma dirección y les pide que le guíen hasta Bariloche, el destino final de todos ellos. Más tarde, Enzo (Diego Peretti), Eva (Natalia Oreiro) y sus tres hijos lo aceptan como primer huésped en la hostería que reabren como negocio que han heredado, a orillas del lago Nahuel Huapi.
El misterioso médico fija su atención en la hija del matrimonio, Lilith (Florencia Bado), una adolescente de 12 años que parece diminuta en comparación con otras chicas de su edad. El huésped extranjero es el siniestro nazi Josef Mengele, que emplea un nombre falso y que va seduciendo poco a poco a la familia por sus modos, su distinción, su saber científico y sus ofertas de dinero.
Puenzo es de entrada un sinónimo de calidad y solidez narrativa, con lo que la mayoría del público que conoce sus obras ya entra a la sala de cine con la idea de que eso va a estar casi garantizado y lo cierto es que no defrauda esas expectativas. En «Wakolda» se percibe una impecable elección y caracterización de los actores y una minuciosa búsqueda de las locaciones que ayudan sobremanera a crear la atmósfera propicia sobre lo que está contando. La fórmula empleada para tratar de imbricar los distintos elementos argumentales con que cuenta la novela original puede ser que genere cierto despiste en el espectador si tenemos en cuenta que, aunque muy comedidamente, la cineasta ha incluido algunos detalles sobre cómo trabajaba este criminal en cuanto a sustancias que empleaba y demás. Su analogía y semejanza a lo que sucedió en la realidad, como no podía ser de otra manera para acabar una obra redonda, tiene tintes francamente repulsivos sobre la forma de actuar de este enfermo mental que fue capaz de seguir maltratando a personas y animales al mismo tiempo que se sabía perseguido por sus crímenes.
Entre las piezas que conforman la trama, se encuentra toda una red de apoyo clandestino al perverso delincuente nazi, el inicio de la fabricación en serie de unas muñecas de porcelana, los problemas que la hija tiene en la escuela por su baja estatura junto a los típicos del inicio de la pubertad, y la actividad de agentes israelíes que intentaban capturar criminales nazis. «Wakolda» en todo momento gira en torno a Lilith, que es la obsesión enfermiza que tiene Mengele para seguir con sus planes de «depuración de la raza». Una parte de la película está hablada en alemán, recayendo las mayores piezas de esos diálogos en los personajes de Brendemühl y Natalia Oreiro.
«El médico alemán – Wakolda» genera en quien la ve dos tipos de debate, uno sobre el contenido de esta ficción que deriva de una novela escrita por la directora, y otro sobre lo sucedido en la Argentina y en otros Estados del cono sur de América que dieron cobijo a estos criminales buscados por la justicia internacional. El mismísimo general Perón parece que reconoció haberse encontrado en dos ocasiones con Josef Mengele y sí que es muy posible que el criminal nazi desarrollara algunos de sus macabros experimentos en Bariloche. Sorprendentemente, el cine argentino se había mantenido en silencio sobre este tema y ha sido Lucía Puenzo quien por primera vez ha tenido la osadía de tratarlo, una cineasta cuyas miradas profundas y meticulosas son una buena nueva cada vez que sale a la luz una película suya.
©José Luis García/Cinestel.com