«No» de Pablo Larraín, Premio Arte y Ensayo del Festival de Cannes

Con una historia basada en la obra de teatro «El Plebiscito» de Antonio Skármeta, el realizador chileno Pablo Larraín completa exitosamente la trilogía sobre la dictadura de Pinochet, tras «Tony Manero» y «Post Mortem», al recibir en Cannes el Art Cinema Award que consiste en una ayuda para la difusión.
El premio fue concedido por el jurado de la CICAE (Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo) integrado por Joanna Lapinska, Jimi Andreani y Albert Wiederspiel.
En este film, el mexicano Gabriel García Bernal interpreta a René Saavedra, un joven publicitario a quien se le encomienda la campaña de anuncios en pro del no durante el plebiscito que convocó Pinochet el 5 de octubre de 1988 con la intención de poder perpetuarse en el poder hasta el año 1997. Saavedra tiene grandes problemas para que la madre de su hijo entienda el proceso en el que está inmerso. Pese a que la gente manifestaba tener miedo de ir a votar y que quienes ostentaban el poder estaban seguros de su victoria, los resultados fueron favorables al no por un escaso margen de diferencia.
Larraín ha empleado todos los recursos posibles a su alcance para recrear las imágenes de aquellos momentos, inclusive la utilización de antiguas cámaras Ikegami con vídeo 3/4 de pulgada, tan común entre los profesionales de entonces.
En la presentación de Cannes, el realizador chileno fue categórico al afirmar que, 25 años después, Pinochet ya no está pero su modelo continúa en el país, y aseguró no saber cuál es la solución que él propondría.
Pedro Peirano fue el guionista de «No», la película que rememora una convocatoria por sufragio universal que, según Larraín, está en la memoria de los chilenos de una forma nostálgica.
La investigación histórica que llevaron ambos a cabo para esta película ha permitido que desde el punto de vista de la historia y la puesta en escena se haya logrado mantener la distancia necesaria, si bien es cierto que Larraín, por la estructura de su propia familia, conoce muy bien la parte política del Chile pasado y actual.
La actuación de García Bernal, en la que interpreta a un chileno que estuvo exiliado algunos años en México, gustó en Cannes. El actor mexicano manifestó en la presentación haber quedado profundamente conmovido por el dolor que causó la dictadura al comprobar cómo muchas personas tratan como de redimirse con el hecho de que aún están vivos y quiso expresar también su preocupación por el futuro de su país que actualmente se enfrenta a grandes desafíos.
Larraín ha querido llevar su acercamiento a lo que ocurrió hasta el extremo de investigar cuestiones internas que se reflejan en los diálogos, tanto de los miembros del gobierno de Pinochet como los de la Concertación.
Una de las mejores partes de la película ha sido lograr reunir tanto a personas no-actores que tuvieron una participación activa en la campaña a favor del no, quienes hacen papeles secundarios, como a figuras muy conocidas del Chile de aquellos momentos, entre ellos el cantante Florcita Motuda, músico destacado por su trabajo experimental y extravagante, que es quien interpretó la canción del «no» para la campaña publicitaria.
El filme se nutre de gran cantidad de material de archivo de aquellos acontecimientos, imprescindible como ayuda para que conozcamos a fondo el proceso completo desde su mirada.
El director ha vuelto a contar con la participación del actor Alfredo Castro, esta vez interpretando a un socio del protagonista que es seguidor pinochetista.
©José Luis García/Cinestel.com