Organismo europeo pide más apoyos para las salas de cine

La Unión Internacional de Cines (UNIC), con sede en Bruselas, renovó esta semana su llamamiento a los gobiernos nacionales, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo para que proporcionen más apoyo de financiación pública al sector a fin de garantizar que los cines sean capaces de sobrevivir a los continuos desafíos que presenta la crisis del Covid-19.
Conscientes de que es una situación sin precedentes en el pasado, los espacios de exhibición afrontan en estos momentos una situación muy delicada, particularmente grave en el caso de las pequeñas salas, pero también importante en lo concerniente a las grandes cadenas que igualmente necesitan que el flujo de espectadores sea constante para garantizar su viabilidad económica.
Los propietarios de las salas de cine aseguran que el golpe recibido como consecuencia de las medidas adoptadas por los gobiernos ha sido devastador.
Entre los principales perjuicios ocasionados al sector se halla el aplazamiento y la falta de estrenos de algunos grandes estudios estadounidenses, así como la necesidad de tener que adaptarse en tiempo récord a las recomendaciones de los gobiernos. “Decir que la industria se enfrenta a un desafío existencial no es exagerado” -clamaba el organismo europeo en una nota-.
Al margen de estas declaraciones, si nos atenemos al ámbito español, algo grotesco resultó el comentario formulado en una comparecencia pública por el responsable ante esta crisis generada, Fernando Simón, quien justificó el cierre total de cines y teatros en Catalunya diciendo que “la gente, una vez que va al teatro o al cine, no se recoge directamente en casa, sino que se juntan y se van a los bares y eso interesa no favorecerlo” (tanto los bares como los restaurantes estaban cerrados en ese momento).
Los responsables de los cines se han visto sorprendidos por unas medidas que muchas veces les han sido comunicadas con muy poca antelación y sin tener en cuenta que no existen datos epidemiológicos negativos sobre estos locales públicos que avalen dichas decisiones. Además, los espectadores han respondido bien a las convocatorias de sesiones allá donde los cines han estado abiertos y en estos meses nunca se ha reportado problema alguno entre ellos que tuviera relación con esta crisis, tanto en Suecia, donde las salas nunca han cerrado, como en cualquier otro país del terreno europeo.
La UNIC señala en un comunicado que “durante décadas, los cines han contribuido significativamente al PIB de cada territorio y han pagado miles de millones en impuestos. Sólo en 2019, la taquilla del cine europeo alcanzó los 8.800 millones de euros. Los cines dan empleo a decenas de miles de personas en toda Europa, apoyando a toda la industria cinematográfica, desde la producción hasta la distribución, así como a muchos otros negocios, incluidos los comercios y servicios locales que se benefician de tener una pantalla grande en su puerta”.
Entre las medidas que el sector reclama destaca la de poner a disposición de la industria un apoyo financiero urgente y que, de cara al futuro, las salas cinematográficas deban ser incluidas en los planes nacionales de recuperación, tanto dentro como fuera del programa europeo Next Generation EU, instando a los gobiernos nacionales, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo a que se aseguren de que las condiciones vinculadas a dicho apoyo no sean ni poco realistas ni un obstáculo para la recuperación.
Un informe anual marcado por la incertidumbre
Casi medio año más tarde de lo que viene siendo habitual en todos los ejercicios, la UNIC ha hecho público su más reciente informe anual en el cual, además de enumerar las iniciativas legislativas que se estaban llevando a cabo para favorecer la continuidad de esta industria con sus medidas de igualdad, inclusión y paridad de género, también constata detalladamente el parón de la actividad surgido tras el cierre de las salas en marzo de 2020 y pide a la totalidad de los implicados que centren todos sus esfuerzos en garantizar la recuperación.
El organismo europeo apuesta por la unidad de acción para garantizar una salida adecuada en esta crisis económica, pues actualmente el audiovisual en Europa es un ecosistema interconectado cuyo éxito depende de todos. En ese sentido, el informe se apoya en los notables resultados de la actividad correspondientes al año 2019 para sostener la afirmación de que el negocio de la exhibición se mantiene sobre bases sólidas y sostenibles.
El futuro de las salas está en que se mantenga el periodo significativo de exclusividad en los estrenos, dando entrada además, y esto es igualmente importante, a nutrir un ecosistema cultural diverso y adaptado a cada área territorial. Lo que se solicita imperiosamente en este caso es un compromiso conjunto de todas las ramas de este sector económico, industrial y cultural.
©José Luis García/Cinestel.com