Raúl Perrone retrata la vida de los adolescentes pendejos sin rumbo en la vida

El cineasta bonaerense y docente del cine, asiduo del BAFICI, consiguió en la decimoquinta edición el premio al Mejor Director de la Competencia Argentina con «P3ND3J05», un título que conecta con el lenguaje de las nuevas generaciones y que logró agotar en menos de 24 horas de puestas a la venta las entradas para la distintas funciones programadas.
El filme se inscribe dentro del cine experimental y fue elogiado por la crítica.
Rodada en un blanco y negro muy granulado, la película expone en sus 157 minutos diferentes historias de adolescentes pendejos que caminan sin rumbo fijo, una cumbiópera en tres actos y una coda para ver de corrido.
Si bien en un principio se aleja de ciertas formalidades, con homenajes a escenas del maestro Griffith o de Coppola y Gus Van Sant, al cabo de cierto tiempo se torna en un cine más convencional.
Perrone, como ya hiciera en «Bonus Track» (2009) retrata la vida de los adolescentes desde un punto de vista respetuoso y con esquemas narrativos propios del cine pre-sonoro con música e intertítulos que reflejan los escasos diálogos.
En «P3ND3J05» juega un rol fundamental el elenco conformado por una docena de jóvenes actores debutantes, y una sorprendente banda sonora original que combina ópera, cumbia y dub compuesta por Nomenombres Wey, una poderosa combinación de sonidos urbanos que van desde la cumbia como género principal y recorren el Dance Hall, el Hip Hop y el Dub. Partiendo de un proyecto que viene desde Colombia Fest, fiesta de cumbia electrónica de gran convocatoria en Buenos Aires, Dj Negro Dub y Che Cumbe, ambos residentes de la fiesta, siguen con la propuesta de llevar el género de la cumbia a los públicos más diversos. Integrantes: Dj Negro Dub, Che Cumbe y dj taz.
Luego de remarcar que el título de la película es «P3ND3J05» y no «Pendejos», Perrone destacó estos puntos:
Los pendejos que muestro en esta película parecen desconectados y sin futuro, pero en realidad es la sociedad la que los está convirtiendo en eso. Y encuentro mucho de lo que me pasaba a mí. A esa edad, la adolescencia es una etapa difícil, traumática, jodida y fundamental en nuestro desarrollo. Es un momento de mi vida que recuerdo con cariño y dolor, pero también fue una etapa muy creativa. Con esta película intento mostrar lo que le ocurre a buena parte de los pendejos en mi país.
Amo trabajar con gente sin experiencia. Es maravilloso, nadie podría darme lo que me dan estos pibes. Y desmitifico una cosa que me parece una gran ESTUPIDEZ: toda persona que está delante de una cámara está actuando. YA BASTA con eso. Ya lo hacía Bresson, el neorrealismo italiano y un montón de tipos. Estos pibes no se preguntan nada, no tienen que recurrir a la memoria emotiva para actuar. Creo que así estoy experimentando cosas que son comunes para ellos, más creíbles, y eso me permite trabajar con comodidad. Me gusta dirigir a pibes/as que no tienen vicios de actuación, y puedo lograr cosas muy auténticas sin que se den cuenta. Esa naturalidad es la que me permite improvisar, estar ahí y ser uno más de ellos.
Trato humildemente de despojarme de todo. Si fuera músico de rock / punk tocaría con una guitarrita y grabaría en un porta estudio, sería un cantante de garaje. Yo quiero volver a las fuentes, por eso filmo en 4:3, que es un formato que ya no se usa. Y en BYN. Me gusta creerme lo que está pasando, me gusta crear situaciones y me gustaría que las historias las termines vos.
Que la gente se quede hablando después de ver la película es el propósito, ¿no? Que no se olviden de la película con la primera porción de pizza. Eso es un laburo que me ha llevado muchos años. Tengo mucho respeto por mis personas/personajes, yo los quiero, los protejo. No bajo línea, no soy un asistente social. Para mí es una preocupación mostrar a la gente, como la GENTE. Cada vez más trato de que no hablen. Amo el silencio, el clima, contar en imágenes, volver al principio, la libertad de poder jugar a HACER PELÍCULAS: DE ESO SE TRATA P3ND3J05.