Pablo Trapero, Guillermo Francella y Peter Lanzani hablan de «El Clan»

Estreno en Argentina el jueves 13 de agosto
«El Clan», la nueva película de Pablo Trapero que fue seleccionada para competir por el León de Oro en Venecia, fue presentada a la prensa en el Abasto de Buenos Aires. El cineasta argentino habló durante la conferencia acerca de su ya consabida meticulosidad para acabar cualquiera de sus filmes, que lo hace estarse horas y horas hasta que la historia esté terminada de montar de manera satisfactoria. Es un sistema de trabajo que siempre repite y que le ha dado excelentes frutos en sus relatos de corte realista. Su nueva obra se sumerge en el grave hecho real conocido en los años ’80 en el seno de una familia, los Puccio, que vista desde afuera parecería que se trataba de gente común desarrollando actividades cotidianas, pero que en el interior de su casa estaban avanzando en actividades truculentas, malsanas y retorcidas.
La investigación para completar los elementos del guion fue muy laboriosa y se centró tanto en personas que habían vivido lo sucedido de cerca, como en la revisión de material visual que no estaba digitalizado. Se habló, entre otros, con la que en ese momento era esposa de Eduardo Aulet, uno de los asesinados; con Guillermo, el hermano de Ricardo Manoukian, otro secuestrado y fallecido; con María Romilda Servini de Cubría y Alberto Daniel Piotti, que fueron los dos jueces que intervinieron en la causa; y con fiscales y peritos que los ayudaron a entender muchas cosas para que la película acabara teniendo conexión absoluta con los hechos tan terribles que sucedieron. «El Clan» reúne desde el punto de vista de los victimarios los cuatro casos sucedidos del 82 al 85 que fueron juzgados, pero hubo otros que no lo fueron por falta de pruebas y que el filme no trata.
Para mucha gente resultó muy doloroso todo este proceso desde muchos lados: desde los familiares íntimos de Arquímedes, a quienes tocó seguir viviendo cuando su padre y esposo fue desenmascarado, hasta los familiares de las víctimas que pasaron por cosas horribles. Los familiares más relacionados con los Puccio no quisieron contar a Trapero su traumática experiencia, pero sí los amigos y ex-amigos de Alex, el hijo del patriarca, aquí interpretado por el cantante Peter Lanzani. Trapero considera que «El Clan» es un homenaje a las víctimas: «para nosotros que lo vivimos desde afuera fue doloroso y no nos podemos ni imaginar lo que ha sido para ellos, además de al tener revivirlo en el proceso de conversación que tuvimos» -aseguró-.
Guillermo Francella explicó en la conferencia de prensa que cuando el director le propuso interpretar a Arquímedes Puccio le «impactó, porque más allá de que cualquier argentino estaba muy informado de lo que sucedió con este clan en la década de los ’80, para mí tuvo un plus debido a que yo era de esa zona, viví toda mi vida en San Isidro, desde mi colegio primario, el secundario, mi ocio, mis salidas, mi movimiento,… Caminé centenares de veces por delante de la puerta de esa casa sin saber que el delito estaba ahí adentro, así que le puse una especial atención cuando todo se supo». Por su parte, Peter Lanzani agradeció las enseñanzas interpretativas que le impartieron Francella y el director para encarar su personaje en el film.
En cuanto al ambiente de la época, Trapero considera que lo sucedido es un síntoma de lo que Argentina vivía en aquel momento, porque «Arquímedes y muchos otros casos que conocimos en esa década eran indicios de que la sociedad permitía que esto pasara, y en el proceso de hacer la película se volvió cada vez más importante ese contexto. De hecho, Arquímedes prácticamente no tiene antagonistas, y eso es lo que era sorprendente en la investigación: que era un tipo que secuestraba con el auto de la familia, donde el dominio y la patente era del grupo familiar, un factor que no es una invención de la película sino que está en la causa. Entonces todos los datos te hablan de alguien que tuvo una impunidad porque hubo otros que lo cuidaron o se sintió protegido por algún contexto» -añade el cineasta-.
Cómo pudo ocurrir lo que explica el filme dentro de un entorno familiar donde parece que hijos y esposa estaban obligados a seguir las directrices de Arquímedes e inclusive la mujer les cocinaba comida a los secuestrados, es una incógnita difícil de comprender porque, como recordaba el realizador, normalmente las dobles vidas se llevan siempre fuera de ese ámbito tan íntimo y no en el seno de una casa familiar.
Esas apreciaciones de Trapero sobre que Puccio pudiera haber tenido alguna cobertura de protección las confirma el hecho de que fuera un cambio de época en el país, con la llegada al poder de Alfonsín, lo que supuso un punto de inflexión en la tremenda barbaridad que sucedía en el domicilio de los Puccio. «Sin que él tuviera noción de ello, -dice Trapero-, tanto lo de Alfonsín como la clara señal de una nueva etapa percibida igual con lo de Galtieri, son las cosas con las que se enfrenta Arquímedes, y si prestas un poco de atención vas a ver que cuando en la película sale Alfonsín, en lugar de oírse la música que uno podría imaginar con lo que llamamos la primavera radical, como se decía en ese momento, la primavera de la democracia, el film tiene una música ominosa como del malo de la película, que es un poco como lo estaba viviendo Arquímedes en un momento que era de transición política».
En «El Clan» suenan algunos fragmentos de temas musicales de los ’80, y en algunos de ellos fue muy complicado conseguir toda la cadena de firmas de cesión de derechos que se precisaba. Como no se pudo rodar en la casa auténtica donde sucedieron los hechos, se emplearon tres locaciones distintas y un decorado especial montado en un garage en el que se reconstruyó el baño donde Arquímedes mantenía encerradas a sus víctimas. Para conseguir una ambientación más cercana a esa década del siglo XX, Trapero usó lentes anamórficas que es una técnica que hace más compleja la realización.
La idea de hacer esta película le surgió a Pablo Trapero cuando estaba rodando «Leonera». En alguna entrevista dio a conocer entonces su proyecto, y como la productora argentina Underground de Sebastián Ortega y Pablo Culell vio que no se seguía hablando del asunto, le propuso al director rodar una serie televisiva, pero Trapero lo rechazó porque ya tenía avanzado el guión para cine. La serie sí se ha rodado, -protagonizada por Alejandro Awada y el Chino Darín-, y se suma en su respectiva plataforma al momento de cumplirse este año el 30 aniversario de la fecha en que la opinión pública conoció estos graves hechos, del mismo modo que se ha anunciado la publicación de un libro sobre el mismo tema.
©José Luis García/Cinestel.com