Pinamar: «El encuentro de Guayaquil» presenta otro San Martín

Nicolás Capelli estuvo en Pantalla Pinamar 2016 para presentar un filme que sin duda suscitará una fuerte controversia durante su estreno, pues ofrece un retrato del Libertador de Argentina, el general José San Martín, desde un lado más personal y poco conocido entre la población de la Nación, al tiempo que redescubre aspectos de su homónimo Simón Bolívar que no suelen ser tenidos en cuenta en las clases de Historia que imparten los docentes argentinos. La película indaga en el posible contenido de la conversación mantenida entre ambos en un encuentro que mantuvieron en Guayaquil. La intención es la de poner de relieve el pensamiento de estos hombres en el sueño común de formar una patria grande. A nivel histórico, sin recursos suficientes para revertir la situación militar del Perú, San Martín vio cómo se debilitaba su posición política en Lima.
El punto polémico de la película podría estar causado por las diferencias que siempre hay entre la visión de un mito público y lo que es él o ella como persona. Contaba Capelli en Pinamar que pocas veces se acepta que una eminencia tenga tanto sus virtudes como «sus miserias, sus errores, sus problemas y sus enojos». Esa parece que fue una contradicción muy común y concurrente en lo que es la historiografía mitrista, donde hubo partes personales que no se tuvieron en cuenta.
La película dispone de un extenso elenco. Están, entre otros, Pablo Echarri, Anderson Ballesteros, Gonzalo Suárez, Naiara Awada, Rocío María Florencia Bobadila Oliva, Mariela Vitale, Rubén Stella, Eva de Dominici, Miriam Lanzoni, Luciano Castro y Juan Palomino. Y precisamente la preparación de los intérpretes fue una de las partes más difíciles de este ambicioso proyecto. «Me odiaban todos los actores porque durante seis meses no les permití cortarse las uñas, -explicaba el director-, ni afeitarse. Eran impresentables ante el mundo. Pero yo necesitaba que ellos empezaran a sentir los estilos de vida lo más posible. Incluso Pablo dejó de fumar cigarrillos durante ese tiempo porque su voz tenía que ser más limpia, y Eva de Dominici cambió su fisionomía y está casi irreconocible en la película». Los trajes de época no se alquilaron, como se suele hacer en la mayoría de producciones de cine, sino que se fabricaron desde cero y se lavaron repetidas veces, dejándolos secar al sol largo tiempo para que parecieran muy usados y desvencijados.
«El encuentro de Guayaquil» tuvo su primera proyección con público en Pantalla Pinamar, donde según contó en la conferencia de prensa, a la salida de la sesión un espectador se le acercó y con ademán irónico y amable le dijo al realizador «Usted es un hijo de puta», a lo que Capelli contestó que «Probablemente, gracias», y el supuesto enfadado añadió: «Un prócer como San Martín, cinco mujeres distintas en toda la película. ¿A usted le parece?». El director considera que es todo un desafío presentar a estos personajes como lo que fueron, seres humanos. «Los próceres también cogían» -concluyó Capelli-.
El filme deriva de un texto literario firmado por Pacho O’Donnell, un autor que ya fuera adaptado por el realizador en su anterior película «Matar a Videla».
©José Luis García/Cinestel.com