«Patas Arriba» de Alejandro García Wiedermann, los que llegan, los del medio y los que se van

«Patas Arriba» es una comedia dramática rodada en Venezuela con la coproducción de Brasil que pretende abarcar las diferentes etapas en la vida de las personas. Aunque no consigue llegar hasta el fondo en los asuntos más dramáticos, el film sostiene una importante crítica de lo que denominamos edad adulta, una etapa cuyos personajes en la película abordan mostrando una dedicación menor hacia los niños, concretamente la niña protagonista, y su dejar de lado a los mayores.
Familia es familia aunque esté patas arriba. La película, que fue postulada a los Premios Goya del 2013, gira en torno a un abuelo a quien sabedor de que le queda poco tiempo de vida le gustaría acabar sus días pudiendo desarrollar el mayor sueño de su vida, viajar en su antiguo velero desde Venezuela hasta Salvador de Bahía. El conflicto surge cuando sus dos hijas le hacen saber que pretenden internarlo en una residencia con la oposición de su hijo menor. El anciano busca la complicidad de su nieta de seis años para alcanzar su meta.
«Patas Arriba» está rodada en un paraje espectacular situado en el Cerro El Ávila, también llamado Waraira Repano, la montaña que bordea la ciudad de Caracas y la separa del mar Caribe. Obtuvo seis premios en el Festival de cine venezolano 2012 y algunos más en otros festivales llegando a estar 18 semanas en cartel. Ha contado con los apoyos del fondo Ibermedia, el CNAC y la Fundación Carolina.
Alejandro García W. declaraba que su mayor intención fue contar que la muerte no tiene porque ser una tragedia y que «por eso los momentos dolorosos son breves, no podía darme el lujo de soltar la cuerda y que el espectador se hundiera en un foso. Mi reto era lograr darle a la historia el ritmo de un abuelo, meter al espectador sin prisa en el seno de esa familia y llevarlo poco a poco a una despedida y asumida por todos, con el mejor ánimo, ¡no es que me alegre por tu partida, pero te despido con alegría!»
Efectivamente, la comedia no entra a fondo en el aspecto dramático pero sí muestra los dientes para reflexionar en lo que tiene que ver con las relaciones intergeneracionales. García Wiedermann lo subrayaba diciendo que «en asuntos de familia uno siempre cree que tiene la razón, que sabe lo que quiere y que necesita al otro; lo cierto es que ignoramos a los niños cuando preguntan y opinan, y dejamos de escuchar a los mayores menospreciando su bagaje de conocimiento y sabiduría. Los unos crecen y los otros se van».
La elección de «Patas arriba» para los Goya ha sido dedicada por sus responsables a una de sus intérpretes principales, Lourdes Valera, muy popular en España hace unos años por dar vida a la entrañable «Cerebrito» de la telenovela «Cristal», de las más vistas del género en la historia de la televisión ibérica. Precisamente con ese motivo estuvo presente en el Festival de Cine de Huelva en 1990, dentro de un ciclo dedicado a esas producciones para la pequeña pantalla.
La gran actriz venezolana falleció pocos meses después del estreno. Apenas pudo disfrutar del éxito de la película pero antes de partir manifestó su satisfacción y orgullo por ser parte de ella.
©Carlos Bermúdez/Cinestel.com