Pinamar: Daniel Valenzuela presentó «A la deriva»
La ópera prima de Fernando Pacheco es un drama sobre lo que sucede cuando la necesidad de encontrar trabajo tiene que ser satisfecha de cualquier manera para subsistir y confías en alguien que te ofrece trabajar en algo que no concuerda muy bien con lo que verdaderamente piensas.
Daniel Valenzuela es un actor argentino vocacional a quien por fortuna no le falta trabajo, tiene su agenda completa y protagoniza esta película.
«A la deriva» narra lo que le ocurre a Ramón Antúnez (Valenzuela), un peón de aserradero de Jardín América en la provincia de Misiones que es despedido de su trabajo.
Agobiado por problemas económicos, es seducido por su compadre Antonio, un experimentado pescador, a participar de un pase de marihuana desde Paraguay, a través del río, para Leiva, un reconocido traficante de la zona. Mónica Lairana, Juan Palomino y Mariana Medina completan el elenco principal.
La película se pasó en el último Festival de Montreal, uno de los más especializados del sector, con muy buenas críticas donde el español Imanol Uribe hizo de inesperado acompañante del entonces nervioso e inquieto debutante en la dirección, Fernando Pacheco, quien en diálogo con Cinestel nos cuenta que allá también un periodista español fue el primero en decirle que le había gustado mucho: «Me alegró un montón y también la reacción del público. No era lo que esperaba porque siempre existe la inseguridad en una ópera prima».
Pacheco nació en Buenos Aires pero a los pocos días de vida se fue a vivir a Misiones. Siempre ha sido muy común en la Argentina apelar a la distancia con respecto a Buenos Aires como añadido a las dificultades que ya de por sí existen para hacer cine, pero el director asegura que esa percepción está cambiando bastante.
«Si bien la película inicia con el logo del cine argentino, en Montreal me preguntaron si ese lugar era Argentina, -explica el realizador-, tanto por la geografía o por el acento de los personajes y cómo hablan y ahí comprendí que hay muchísimo cine argentino filmado en Capital Federal y en el conurbano bonaerense y ahora se está revirtiendo un poco eso y se está filmando un poco más en las provincias pero es como si no se hubiera saldado una deuda todavía con los directores del interior, aunque de a poco están cambiando esas políticas».
Daniel Valenzuela hizo el camino inverso de Pacheco. Nació en Posadas, capital misionera, y a los seis años se trasladó con sus padres a vivir al Gran Buenos Aires, en el partido de Lanús. Nos comenta que «uno puede negar cualquier cosa menos las raíces y la sangre» y que allí rodó también «Nina» y recientemente tres miniseries televisivas.
El actor cuenta que la falta de trabajo que se ve en la película ha mejorado bastante con respecto a la época en que se basa esta historia, año 1999. «Mi personaje lo toma como un trabajo pero en definitiva están delinquiendo porque pasan marihuana para Posadas» -explica.
– El director del Festival de Guadalajara había dicho que la película si se hubiese rodado en un escenario de western podría ser un western perfectamente. ¿Estás de acuerdo con esa opinión?
En parte sí estoy de acuerdo. Lo que pasa es que yo mantengo que es una película netamente misionera, con las características de Misiones, del misionero en sí con sus tiempos y todas sus costumbres. Yo particularmente creo que está un poco, no alejada de lo que es un western, pero más que nada es una cuestión lugareña muy ligada a como son los misioneros».
– La mayor parte de la crítica ha elogiado la película por abarcar un amplio contenido en 70 minutos.
Sí, nosotros dijimos acá en la presentación de Pinamar que es una película chiquita y alguien nos corrigió y nos dijo que es una película muy grande porque está contando unas costumbres que en el resto del país y más precisamente en la costa atlántica y en la capital no se conocen y no se tienen en cuenta.
– Y además son temas poco tratados en el cine argentino.
A veces se tratan pero sin el conocimiento de un lugareño. Se trata como una forma de la que se ve el río y el cruce ese que tiene Paraguay para el lado de Formosa o para el lado de Misiones, siempre se contrabandea entonces los foráneos se lo toman como una cuestión para hacer policiales y desde el punto de vista en que está encarada esta película, «A la deriva», no tiene nada que ver con eso porque el hombre allá necesita trabajo y lo toma como tal, pero no son narcotraficantes, sino que le tocó hacer eso y como tiene que parar la olla y darle de comer a su familia, lo hacen como una cosa más.
– En la película están incorporados actores profesionales como tú y no actores que viven allá y que imagino que se están interpretando a sí mismos.
Sí, es el caso del que hace el coprotagónico, Stefan el polaco, que nunca había trabajado y fue el que quedó en el casting y después hay actores consagrados como el caso de Palomino, Mónica Leirana y toda la gente de Misiones, Mariana Medina que es la que hace de mi mujer, está la abuela del director que quedó por una cuestión de casualidad porque a último momento la actriz que iba a hacer ese personaje desistió de hacerlo y lo terminó haciendo la abuela que la verdad es todo un hallazgo.
Daniel Valenzuela no para de trabajar en cine. Su próximo rodaje es en San Juan en una película sobre un hecho que sucedió en una recicladora de basuras, en los basurales de la parte periférica de esa ciudad. Mientras tanto está trabajando en una obra de teatro que escribió él y más tarde filmará en Uruguay. Las dos son óperas primas y su concreción suele demorar porque no se sabe cuándo se conseguirá el dinero para poder financiarla.
©José Luis García/Cinestel.com
©fotos en Pinamar, Giovanni Sacchetto