“Canela”, de Cecilia del Valle; liberación personal al fin alcanzada

Estreno en Argentina
Cada persona es un mundo y los seres humanos somos lo suficientemente complejos como para tener experiencias de vida muy disímiles entre unos y otros. El cine documental simplemente observa esas particularidades y las muestra bajo la mirada de su autor.
La realizadora rosarina Cecilia del Valle debuta en el largometraje con una historia singular acerca de una mujer que siempre está muy risueña, pero que a su vez hasta los 48 años de edad no supo o no pudo dar el paso de mostrarse ante los demás como una trans. El porqué de este hecho no es aclarado en la película, pues aquí en lugar de hurgar en el pasado, lo que vemos es cómo se desarrolla su vida actual y de qué manera ella afronta su proceso de hormonalidad y corporalidad a la edad de 62 años, un dato que no pasa del todo desapercibido por ser tan inusual.
“Canela” es un relato que, gracias al desempeño de su protagonista haciendo de ella misma y a la gran habilidad para narrar que posee Del Valle, cautiva por su sensibilidad y su aproximación hacia enfoques que quizá estén poco o menos explorados en otras semblanzas similares de mujeres trans.
Una de las líneas fundamentales del documental es la idoneidad de que Canela, ya entrada en sus sesentas, reciba un tratamiento quirúrgico para completar su cambio, pero también aquí vemos la relación que ella mantiene con su madre y con sus dos hijos, así como igualmente somos testigos de sus conversaciones con profesionales sanitarios y con un par de amigas, del mismo modo que su trabajo como arquitecta y como docente igual está reflejado.
La estructura visual y narrativa elegida en el film por momentos nos lleva a desdibujar los límites entre el documental y la ficción, inclusive recordándonos en alguna que otra escena las imágenes de “Gloria”, del director chileno Sebastián Lelio, y además mostrándonos una disposición espléndida del ritmo que justifica la ocultación de algunos detalles del pasado de la protagonista.
Cecilia del Valle responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Aceptarías el hecho de que la película se pueda calificar como una docuficción?
No es la docuficción una terminología que yo use demasiado. Yo creo en las películas, pero considero que es un documental fronterizo más que nada, pues tiene situaciones generadas para que algunos momentos genuinos emerjan.
No es un documental evocativo ni de observación, pero sí que está nutrido todo el tiempo de situaciones que fueron sucediendo a lo largo de los seis años de registro y que después yo tramé. No tengo nada en contra de la terminología, pero no es así como yo la defino.

Cecilia del Valle, directora de “Canela”
– ¿Y qué te motivó para llevar al cine esta etapa en la vida de Canela?
El motivo fue que ella ya había hecho el cambio de género hacía unos cuantos años y me parecía interesante este nuevo periplo en su vida con la edad que tenía, al ser una transexual grande y siendo una sobreviviente, algo que se da tanto aquí en Argentina como en la mayoría de países del mundo.
Ella atravesó la mayor parte de su vida en el marco de la masculinidad, lo cual la hace diferente: clase media, blanca, tiene determinadas características que son una minoría dentro de otra minoría. Y me pareció una vida extraordinaria porque a mí me gusta mucho la arquitectura y ella hace siempre su anclaje ahí, desde que la conocí dando clases en esa disciplina y en urbanismo. Es algo que yo creo que se lo apropia también para su cambio de género, su vida, sus vínculos, para explicar y “ser” en la vida, y esa pasión me pareció muy interesante.
También me fijé en la atención con les hijes. Ella venía de una vida de muchos mandatos, proveedora, muy tradicional, con la primera mujer que conoció en toda su vida que fue su primer amor. Tuvo a sus hijes y se pone en la empresa constructora que es un universo muy masculino y muy machista. Eso era lo que le hacía el valor para enfrentar este cambio y para hacerse cargo de su deseo aún más atrapante.
– Pero esta mujer parece casi una actriz por lo bien que se desempeña en el film. ¿Lo ves del mismo modo?
Ella es muy histriónica, es docente, tiene una relación con la exposición que es muy fluida, y a mí lo que más me costaba era algo que tiene que ver con la introspección, no con la exposición, porque eso es algo que Canela lo tiene más natural. Y yo creo que había un código que se estableció entre nosotras dos, entre la realizadora y la persona perfilada, así que yo considero que ella por momentos podía actuar su propia vida, pero a la vez, lo mismo que te decía antes, yo creo que hay momentos que son muy genuinos y muy interesantes.
También es verdad que ella es una gran cinéfila, que le interesa el universo del cine y de la ficción. Canela quería que fuera una película atrapante, no solamente que sea un registro de una vida, y entonces eso lo fuimos construyendo a lo largo de los años, con la confianza que se fue abonando.
– Pero además, la construcción del filme es excelente. ¿Cuánto han influido Mauricio Kartum y Ariel Barchilón en tu mirada narrativa, más allá de tus estudios en la Universidad del Cine?
Tanto el uno como el otro me influenciaron muchísimo, sobre todo en la forma de llegar a través de imágenes generadoras y de construir orgánicamente el relato sin ideas preconcebidas. Estos dos maestros de dramaturgia y de estructuras narrativas fueron claves. En especial los procesos narrativos que he incorporado con Barchilón a través de partituras de acción y formas paulatinas de llegar a los diálogos y a una acción que es maravillosa.
Mauricio Kartum, por su parte, es un ser muy inspirador que tiene ese anclaje en la anécdota propia, en su historia personal, que siempre permite que se revelen las historias de una.
– Y una parte de la recaudación de la película irá a determinadas acciones sociales. ¿Por qué te lo planteaste así?
Sobre la acción solidaria, mucha gente me pregunta que por qué lo propongo así. Y la respuesta es que porque yo concibo el mundo así. La situación es urgente para el colectivo LGTBIQ, porque la potencia de la situación visibiliza una solución urgente. Y mi nuevo trabajo, que también habla sobre el universo de las mujeres, está acompañado de acciones que tienen que ver con algo que completa esta película. Pero esa otra acción tiene que ver con que la historia encuentre un nuevo destino y la hago con profunda convicción y amor.
©José Luis García/Cinestel.com