«El Francesito», de Miguel Luis Kohan; un pionero del psicoanálisis

Está en la cartelera de Buenos Aires un documental de Miguel Luis Kohan acerca de la figura de Enrique Pichon – Rivière, médico psiquiatra suizo nacionalizado argentino, considerado uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina y generador de la teoría de grupo conocida como grupo operativo. Kohan sostiene que no existirían en Argentina tantos fanáticos de Woody Allen de no ser por Enrique Pichon – Rivière.
Cuentan sus allegados que su infancia salvaje en el Chaco fue el crayón que bocetó su camino profesional, el cemento con el que construyó su obsesión por descifrar la locura.
«El Francesito» contiene interesantes reflexiones, tanto para los eruditos en el tema como para los descubridores. «Mis intervenciones en la película, como médico psicoanalista y cineasta, intentan construir un camino, en donde el encuentro con los discípulos y escenarios en donde vivió nos acercará a nuevos interrogantes, de un hombre que supo y deseó mirar la locura a los ojos» -explica el director-.
Miguel Luis Kohan responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Cómo consigue que se complemente de esta manera tan bella la discursiva de la película con sus imágenes?
Cuando tomé conciencia de la vastedad del personaje, de que el discurso textual iba a ser extremadamente reducido para tener una mínima dimensión del mismo, decidí viajar a aquellos lugares en donde transcurrió su infancia y temprana adolescencia. Fue allí en la selva, en las lagunas, en el río y el contacto con la fauna y la flora donde me “dejé” contagiar por los aromas, los sonidos, la luz, lo que me permitió construir un camino hacia una intuición trabajada.
– Me pareció importante el reconocimiento de las influencias de la cultura guaraní en Pichón. ¿Su situación familiar también fue propicia para lo que después alcanzó a nivel personal?
No sé si la palabra es propicia, ¿quizás si?. Pichon Riviere es hijo único de una madre que se casó de “emergencia” con su padre luego de que falleciera su hermana, con quien había ya tenido 4 hijos. O sea que los medios hermanos de Pichon eran sus primos. Creo que esta situación particular fue un punto de partida que moldeó a Pichon Riviere junto con otras circunstancias familiares, algunas extremas por momentos para poder sobrevivir, y que le tocó experimentar, en la selva y durante la etapa en que el padre cultivaba algodón y tabaco en el norte argentino en 1910.
– ¿El documental es para redescubrir a su personaje?
Es un intento de “encuentro”, en la medida que uno se siente alcanzado por las atmósferas planteadas, puede ser revelador.
– Hay bastantes testimonios, pero ¿le gustaría haber añadido a alguien más?
Siempre estuvo la idea de algunos más, por la cuestión de poder abarcar más al personaje, pero en un momento me di cuenta de algo tan básico como que menos es mas, y que no cabían más testimonios, creo que fue la medida justa.
©José Luis García/Cinestel.com