“El Caso Waldheim”, un ex-nazi postulándose como presidente

21 Festival de Cine Judío de Barcelona 2019
Ridículo y excéntrico, el de Kurt Waldheim es quizá el caso más extraño que se conoce entre los ex-oficiales nazis. Lejos de intentar camuflarse o esconderse, este antiguo militar austriaco que estuvo al servicio del ejército alemán durante el Holocausto, pudo hacer alarde de proyección pública en el ámbito de la política hasta el punto de haber sido elegido por dos veces como Secretario General de las Naciones Unidas y una más como Presidente de la República de Austria.
“El Caso Waldheim” es un filme documental definitivo que destapa con claridad cuáles fueron las artimañas que aquel político conservador trató de utilizar para desvincularse de su terrible pasado.
La celebración del Festival de Cinema Jueu hizo posible que en Barcelona contáramos con la presencia de su directora, Ruth Beckermann, quien presentó dos de las películas del ciclo paralelo que le dedica la Filmoteca de Catalunya.
El principal punto de apoyo de este relato son las grabaciones en vídeo que la realizadora pudo tomar en Viena durante tres meses del año 1986, un momento en el que esencialmente Waldheim se volvió a presentar por segunda vez a las elecciones generales, y las ganó. La directora captó distintas imágenes en las que se ve a manifestantes anti-semitas apoyando al candidato, frente a quienes estaban protestando al ser conocedores de su oscuro pasado.
Beckermann no grabó aquellas secuencias con la idea de hacer una película, pues en aquel momento ella era una activista que lo único que deseaba era tener un testimonio visual expresivo donde quedara registrado aquel momento concreto de confrontación. Los medios de comunicación oficiales austriacos, a diferencia de otros extranjeros, jamás hicieron mención alguna a ese tipo de activismo, ignorando su deber de informar a la población del país.
“El Caso Waldheim” es un documental concebido en una mesa de montaje, que se nutre exclusivamente de imágenes de archivo en las que por ejemplo se ve al senador demócrata estadounidense Tom Lantos decir que el Holocausto no fue un evento aislado, ni tampoco una película que tu eliges no ver.
Ruth Beckermann, quien también presentó en la Filmoteca “Die Geträumten” (Los Soñados), una historia de amor dramática a través de la lectura de cartas de una pareja, responde las preguntas de Cinestel en torno a “El Caso Waldheim”:
“Yo creo que él no pensó que todo el mundo se molestaría y solamente quiso enfocarse en intentar llegar a una carrera brillante en la política. Waldheim era muy joven cuando la guerra acabó y él ya entonces ingresó en un ministerio, llegando a ser incluso el ministro de asuntos exteriores. Al final acabó haciendo una maravillosa carrera con esos puestos, al igual que ocurrió con otros austriacos. Waldheim no fue el único y ese es el porqué de que mucha gente le votara al él, porque estaban muy identificados con su carrera”.

Ruth Beckermann, directora de “El Caso Waldheim”
– ¿Cree que mucha gente que miente ha invadido la política de hoy también?
Mucho, pero ellos mienten de una manera diferente a como Waldheim lo hizo, ya que él tenía un pasado en la guerra donde convivió con todo tipo de mentiras a su alrededor. ¡Pero los políticos siempre mienten! Lo que sucede en el caso del señor Waldheim es que las suyas fueron unas mentiras muy estúpidas. Se suponía que al final saldrían a la luz y eso ocurrió al cabo de muchos años.
– ¿Y cuál fue el motivo por el que esa vinculación nazi del ex-presidente austriaco se conoció tan tarde?
Yo pienso que una de las razones fue la existencia de la Guerra Fría en la que Austria fue un país neutral, donde ambos bandos necesitaban desplegarse por varios motivos. Esa sería una de las razones principales y la otra fue que cuando él empezó su carrera política después de la guerra, nadie preguntó, nadie se interesó. Y cuando Kurt Waldheim se convirtió en el Secretario General de las Naciones Unidas, tampoco nadie se preocupó por averiguarlo. Tal vez hubo gente que fue chantajeada o presionada, puede que yugoslavos o rusos porque por supuesto ellos lo conocían. Y si otros lo hubiesen querido saber, tal vez lo habrían podido comprobar, quizá, no lo sé.
Solamente a partir de la mitad de los años 80, el Holocausto y los crímenes de guerra se convirtieron en un gran tema en el mundo. Incluso en los Estados Unidos, antes de esa fecha esto no estaba demasiado en el foco de atención.
– Pero diez años antes, el congresista estadounidense Steven Solarz sí que le envió a Waldheim una lista de preguntas por escrito, algunas de las cuales el entonces Secretario General de la ONU no contestó, poniéndose así en evidencia.
Sí, esto fue bastante antes de su campaña política, cuando solamente circulaban algunos rumores, pero nada de ello se hizo público. Waldheim mentía y mentía continuamente, y únicamente en el momento en que quiso ser presidente de Austria, él cometió un error cuando dijo que solamente había hecho “su deber” en el ejército alemán. Pues resulta que esa no era la versión oficial dentro de Austria, donde dijo que él había sido una víctima y que había sido forzado a participar dentro del ejército de Alemania. Austria nunca admitió que ellos también eran nazis.
En realidad, en el año 1986 ya estábamos al final de la Guerra Fría y fue más fácil encontrar material sobre él en Europa del Este.
– ¿Y cómo es que los medios de allí no informaban sobre este hallazgo tampoco?
Creo que porque la gente no estaba tan interesada en este hecho que era una especie de escándalo. Solamente después de que el que film “Shoah” de Lanzmann se mostró y de que apareciera alguna estúpida serie de televisión estadounidense a finales de los 70 (Holocausto, la historia de la familia Weiss); ahí fue cuando estos asuntos se convirtieron en un tema importante.
– Las respuestas del hijo de Waldheim en un juicio, que usted muestra por primera vez en su documental, son muy importantes para comprender ese entorno de su padre.
Para mí, esa es la parte más interesante del film en mi opinión, porque es difícil de entender cómo su hijo lo defiende de esa manera. Y también me provoca sentimientos ambiguos porque, por un lado, una siente un poco de lástima por ese hijo, pero por otro, me pregunto cómo es que él se creyó todo lo que su padre le contó. Son una familia extraña, muy conservadora, muy autoritaria,… e incluso su nieto todavía defiende al abuelo hoy en día.
Estas imágenes las encontré al final de mi investigación en el archivo de la televisión austriaca, y nunca antes habían sido mostradas, ni siquiera por ellos mismos.
– ¿Y entonces cuál fue el tratamiento que la ÖRF (televisión pública austriaca) le ha dado a este tema a lo largo del tiempo?
Ellos siempre nos ignoraron a los activistas y nunca hablaron sobre nuestra postura frente a este tema. Nunca mostraron declaraciones que fueran contra Waldheim. Todos estaban apoyándole a él, se solidarizaban porque pensaban que el mundo se había puesto en su contra y contra Austria. Esos eran los argumentos e incluso creían que eran los judíos quienes promovían esa que para ellos era una supuesta probabilidad.
– ¿Es la única vez en la que ha tratado el caso de Waldheim en sus películas?
No, en realidad cuando hice el film “The Paper Bridge” en 1986, mientras estaba casi finalizando el proceso de la edición ocurrió esto que muestro en la calle, por lo que allí yo puse dos o tres escenas menos que en este nuevo filme de mis propias grabaciones.
Aquella película trataba sobre la identidad de los judíos y la rodé en Europa del Este y en un lugar muy turístico de Israel donde los americanos habían rodado una serie. Fue curioso, pero cuando yo estaba editando aquella película, esto ocurrió, por lo tanto dije que eso tenía que estar dentro de ella, y así fue.
©José Luis García/Cinestel.com
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