«Hawaii» de Marco Berger; obsesión y deseo en un entorno de represión

Para una gran parte del público de la Mostra Fire!! de Barcelona, las películas del argentino Marco Berger son todo un referente por la grandiosa habilidad que tiene el realizador para expresar en imágenes aquellas cosas que no se pueden contar con las palabras porque tienen que ver con la vida íntima y con las emociones. Eugenio y Martín son dos chicos que fueron amigos durante la infancia y que se reencuentran por casualidad al cabo de un tiempo bastante prolongado. El primero busca sugestión e inspiración para escribir un guión de cine, al tiempo que cuida una casa de sus tíos; y el segundo se ofrece para ayudarlo en algunos arreglos que necesita la casa. «Hawaii» pasó por varios festivales, el de Barcelona incluido, y le hemos enviado un cuestionario al director:
– Quisiste reflejar el redescubrimiento de dos jóvenes que se habían conocido de chicos. ¿Qué te interesaba que experimentaran ambos personajes? ¿Una recuperación de ciertas sensaciones durante la infancia tal vez?
No, quería hablar sobre el poder que da un mejor pasar económico y el que se conozcan de la infancia justifica que uno lo ayude al otro después de que los años separaron tanto sus realidades.
– Cuentas con un elevado número de seguidores en este festival que consideran tu cine como emocionalmente conectado a sutiles percepciones eróticas y sensitivas en cuanto a su concepto visual que se unen a todo el esquema de la obra. ¿Ese erotismo es para vos una parcela esencial para que el espectador pueda acercarse mejor a lo que es el valor del deseo interpersonal?
El homoerotismo es la plataforma donde me siento más cómodo para contar historias de amor.
– En «Hawaii» hay tanto en uno como en otro personaje una cierta auto-represión que se expresa con una negación inicial sobre una identidad sexual que a priori ya se conoce o se intuye. ¿Crees que los homosexuales en general no se han acabado de liberar de esos prejuicios pese a los avances que se han ido dando?
No es un problema de los homosexuales, es un problema de que en las sociedades todavía no está tan permitido que un hombre que no sabe si el otro es gay trate de seducirlo.
– Parece que no obtuviste subsidios del INCAA y sí el apoyo de la Universidad del Cine de Buenos Aires. ¿Te fue sencillo obtener esta financiación? ¿Tienes nuevos proyectos en mente?
No fue tan difícil encontrar la plata para este proyecto ya que fue subsidiado por desconocidos que aportaron plata en la plataforma de kickstarter que armamos, sabiendo que es un proyecto muy chico de solo dos actores en una locación. Hablando de otros proyectos, acabo de terminar de filmar «Mariposa», mi cuarto largometraje y estoy por empezar a escribir el próximo proyecto del cual no puedo adelantar mucho.
©José Luis García/Cinestel.com