“La Creciente”; un joven marginal escapando a unas islas del Paraná

Estreno en Argentina
El western es un género al que se le puede sacar bastante jugo, pues ofrece la oportunidad de emplear miles de enfoques diferentes. Los realizadores argentinos Franco González y Demián Santander asumen algunos de los postulados de esa categoría fílmica, para adentrarse en el difícil terreno de las islas que abundan en el curso del río Paraná.
“La Creciente” es una notable historia de riesgo mezclada con los destinos del amor entre una pareja de jóvenes protagonistas bastante reconocibles por el público, debido a algunos de sus trabajos anteriores en cine.
Matía resulta ser un chico marginal que arriba a un lugar desconocido y lleno de interrogantes, huyendo de algo o de alguien, sin que lleguemos a saber exactamente de qué o de quién.
Enfrentado a su pasado, aquí también le van a esperar algunas otras tensiones importantes.
La película juega con varios elementos que, casi sin poder evitarlo, surgen de una necesidad de supervivencia. Y el camino que traza no es nada fácil para los protagonistas, pues varios son los obstáculos a los que se enfrentan.
Ambos directores responden las preguntas de Cinestel:
– ¿Su película revela las contradicciones entre querer instalarse en un lugar en el mundo y desear huir de los fantasmas del presente y del pasado?
Franco: Es una buena pregunta, le da otro enfoque o una variable a lo que nosotros pensamos cuando arrancamos el guión. Nosotros vimos un personaje que huye e intenta estabilizar su vida cuando llega a un nuevo lugar. Naturalizamos esta acción, la búsqueda de consistencia necesaria para no vivir en la desterritorialización e incertidumbre continua. Después, cuando su rutina se torna insostenible por ese pasado que lo repite, activa la de seguir huyendo. Lo que quiero decir es que la historia no quiere sopesar, poner en relieve una contradicción, sino que fue pensada como un devenir de situaciones donde el día a día marca las decisiones.
– ¿Necesidad vital de amar o instinto de supervivencia? ¿Qué destacarían?
Demián: La supervivencia es la base de nuestro relato y lo que moviliza a nuestros personajes. Quisimos retratar esa crudeza que son las islas del Paraná, desde lo humano y lo natural. Es por eso que nuestra premisa era eliminar lo prístino y romántico de la naturaleza, esa visión idealizada urbana que tenemos sobre esos lugares. Todos los personajes buscan sobrevivir y de ahí cada uno tiene sus intereses, No hay ni buenos ni malos, no hay una moral latente por sobre sus actos, solo acciones impulsadas por la búsqueda de lo primordial, lo básico tal vez, que nos une a todes que es, salvarse.
– Aunque esté rodada en la provincia de Buenos Aires, “La Creciente” también puede evocar aquella relación entre el paisaje y los conflictos sociales que está reflejada en las obras de Juan L. Ortiz. ¿Ustedes también han pensado en ello?
Franco: Desde el principio vimos a la isla como un lugar donde se mezcla eso, la belleza natural con la realidad social que se impone. Por eso quisimos transmitirlo, despojarnos de la mirada romántica que se tiene de las islas, construir rusticidad, convertir el ambiente en una atmósfera opresiva.
Después cuando fuimos nutriendo el guión buscamos referencias que nos dieran cuerpo, que nos hicieran sentir ese territorio, y enseguida salieron Juan José Saer, Juanele, y la hermosa descripción musical de Linares Cardozo.
– ¿Y las crecidas del río, así como la deforestación, creen que se suman a este relato que también es amoroso, convulso y hasta cierto punto, trágico?
Franco: Hay algo que nos interesó en esto de armar un relato como decís convulso, donde la naturaleza sea más que un buen atardecer reflejado en el agua. Por eso quisimos sumar acciones que construyan ese carácter, y tanto derribar un sauce gigante, como sumar tensión con la subida del río; sí, creemos que contribuye a lo impulsivo y trágico del desenlace.
– El film refleja como pocos el importante vínculo entre el comer y los deseos de salvarse de los conflictos de la vida. ¿Fue algo que quisieron destacar especialmente?
Demián: Sí, queríamos reflejar esta idea de la vida elemental que se da en esa sociedad. Cuando me refiero a lo elemental no lo digo con una connotación vacía ni negativa, sino con una idea base de que todos vivimos para comer y salvarnos en la vida. El tema es bajo qué “moral, valores o códigos” lo hacemos, y quién manda.
– ¿Y prefieren trabajar con algún actor que de antemano sea ya conocido por el espectador?
Demián: En el caso de “La Creciente”, no buscamos actores/actrices por su popularidad sino pensando en lo que necesitaba la película. En Cristian Salguero (Matía) y Mercedes Burgos (La Gaby) encontramos algo más que experiencia y formación actoral. Elles tenían la crudeza de la isla en sus ojos, en su piel. Y eso fue fundamental para nosotros.
©José Luis García/Cinestel.com