Entrevista a Juan Baldana sobre su drama progresivo «Los del suelo»
Estreno múltiple en ciudades de Argentina
«Los del suelo» es una película que cuenta con distribución a nivel internacional y que ha estado bien valorada por los festivales y muestras de cine en los que se ha exhibido. El filme es una historia dramática de amor y sacrificio protagonizada por María Canale y Lautaro Delgado, quienes están acompañados en el elenco por otras reconocidas figuras del cine argentino como Juan Palomino, Luis Ziembrowsky, Jorge Román, Mónica Lairana y Germán de Silva. Remo e Irmina son una joven pareja militante de las Ligas Agrarias a los que no les queda otra opción que refugiarse en la selva chaqueña frente a la represión militar que vive el país sumido en una dictadura. En absoluta precariedad, Irmina da a luz a una hija y para tratar de salvar las dificultades que ese hecho implica, deciden proponer su cuidado a una pareja de campesinos hasta que se resuelva la situación tan conflictiva.
Con guión del propio director, el relato aumenta gradualmente su tensión a consecuencia de ciertos imprevistos que los obligan a enfrentarse a un gran dilema que consiste en huir a otro país o permanecer en el propio. El realizador dota al filme de la fluidez narrativa que le caracteriza, ya conocida por sus trabajos anteriores.
Juan Baldana responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Buscabas un tipo de historia que haya sido poco tratada en el cine?
Las temáticas que termino eligiendo para mis películas tienen que ver con situaciones que me muevan por dentro. En este caso, me fascinó la idea de poder transmitir la odisea que tuvieron que pasar Irmina y Remo en un ámbito sumamente hostil en principio, finalmente terminó siendo su gran aliado, la naturaleza del monte. Es verdad que no es usual contar una historia que tiene que ver con la época del proceso militar, que transcurra en zonas rurales. Generalmente solemos verlas en la urbe, pero ellos eran gente del campo, militantes de las ligas agrarias y cuando se vieron cercados, miraron hacia la naturaleza y no dudaron en refugiarse en sus adentros, sentían que estarían más resguardados de la persecución tierra adentro, cerca de quienes ayudaron por mucho tiempo, hacheros y campesinos. Por suerte, no solo no se equivocaron, sino que esa experiencia los fortaleció para siempre.
– ¿Qué grado de colaboración tuvieron los protagonistas auténticos del relato? ¿Pudieron estar durante el rodaje?
Fue riquísimo en todos los sentidos. Tenerlos con vida era la oportunidad de aprovechar al máximo su experiencia tan fuerte. Por un lado, escucharlos durante más de dos años me brindó la posibilidad de entender el porqué de tanto sacrificio, su sentido de lucha por una causa que creían absolutamente justa y sin dudar en dar la vida por ella y por otro. Fue muy importante para trabajar con María y Lautaro la caracterización de los personajes, reflejar su personalidad lo más fielmente posible, su carácter, su modo de hablar, de pensar, de comportarse con los demás. Esas cosas no están en los libros y había que aprovecharlas a pleno. Ellos no estuvieron en el rodaje ni tampoco participaron en el guión porque a mi entender, habría muchísimas cuestiones que alterarían el relato de la historia. El cine es una reflexión que intenta tener cierta objetividad, más allá de emparentarte con las personas, y hubiera habido mil situaciones en la que no habrían estado de acuerdo porque es imposible resumir en 100 minutos toda una vida.
– En «Los del suelo» la presión subyacente de aquel terrorismo de Estado está en casi toda la película. ¿Fue sencillo condensar cuatro años de internamiento en un bosque para el guión de cine? ¿Hubo que dejar al margen algunos detalles?
La película está basada en el libro Monte Madre, de Jorge Miceli. En sus páginas se resume su pasado, sus comienzos en las ligas. Paralelamente a su odisea, se habla de los pasos que daba la dictadura militar en su horrible plan terrorífico con mucha información llena de fechas y datos útiles. Me pareció interesante jugarme por ese momento clave. Ellos estaban afuera del sistema social, ciertas noticias les llegaban a cuenta gotas a través de compañeros de la militancia y campesinos. El punto de vista del guión está trabajado desde ellos, por lo tanto, la tentación de darle más información al espectador atentaba contra el relato. Por otro lado, mi idea es que esta película se pueda ver en Argentina, pero también en cualquier parte del mundo. A veces, se suele subestimar al que está del otro lado de la pantalla. Me interesa que, quien ve un film, se esfuerce también por entender que es lo que está sintiendo; en este caso la idea es que se pusieran todo el tiempo en la piel de Irmina Y Remo.
– ¿Prefieres trabajar con actores fácilmente reconocibles por el público?
No suelo hacer casting de actores. Veo sus trabajos en cine o teatro y me junto a conversar más allá de ofrecerle un papel. Si de los dos lados surge un interés mutuo, le doy la mano y nos ponemos a trabajar. Hasta ahora no me pasó nunca tener que distanciarme de alguien o llegar al set con desgaste. Si es más o menos famoso, es un tema que tiene que ver con las posibilidades que uno le ve al proyecto o con que puedas llegar a ofrecerle en mano y quizás no lea el guión o no le interese por presupuesto. Me pasó recientemente con la nueva película que estoy escribiendo; me junté con alguien muy reconocido que tuvo la mejor onda y luego no me respondió más ni un mail ni un llamado. El guión tiene que estar a la altura del nombre que uno se imagina en la cabeza. Hay muchísimas películas que tienen a sus actores principales sin ser conocidos y la rompen. El tema de la taquilla es otra cuestión compleja a analizar; con los dedos de las manos se pueden contar los actores que te llenan las salas solo por su nombre como garantía de una buena película. Pero hay muchísimos actores con grandes trayectorias que son garantía de un buen resultado y la gente quiere verlos en caso de que la obra sea buena.
– ¿Qué ha quedado ahora de toda aquella lucha contra el liberalismo? ¿El comunismo de antes se ha ido convirtiendo ahora en ecologismo?
El comunismo de hoy es un movimiento que vive de la nostalgia. En aquellas épocas, era posible soñar con cambiar el mundo, intentando torcer el inevitable avance del capitalismo neoliberal. Hoy la lucha va por otros caminos y uno de ellos es el que transitan Irmina y Remo en su emprendimiento “Naturaleza Viva”, una granja ecológica que trabaja los alimentos libres de agrotóxicos y plantea el paradigma de un cambio absoluto en la alimentación que tenemos hoy en día, metiéndonos veneno sin entender por qué, en vez de sanear no solo nuestro cuerpo sino nuestra alma.
©José Luis García/Cinestel.com