«Omar» de Hany Abu-Assad; amor, delación y traición

Estreno en España.
Autor de la controvertida película «Paradise Now» (2008), el palestino Hany Abu-Assad nos ofrece en «Omar» una historia de amor contaminada por unos acontecimientos tan complejos como lo son la lucha por unas tierras en disputa en los territorios ocupados por los israelíes en Cisjordania. Omar está tan cautivado por Nadia que es capaz de esquivar las balas de los vigilantes y trepar por el muro que divide esos territorios. En principio, su amor se mantiene en secreto, pero a medida que avanza el film y los demás andan conociendo detalles, cada vez van entrando en juego nuevos elementos que tienden a desestabilizar esa relación de atracción mutua.
En la primera parte de la película vemos a Omar junto a sus amigos Amjad y Tarek (el hermano de Nadia), implicados en el asesinato de un soldado israelí. Lo matan de un disparo de fusil a distancia efectuado desde una colina hacia el interior de una guarnición militar. Esa acción que el director calificaba en sus declaraciones como de resistencia frente a la ocupación, genera rápidas repercusiones en plan intimidatorio por parte de los israelíes que culminan con el arresto de Omar a quien intentan extraer una confesión sobre quién había sido el autor de esos disparos. Entre los métodos que emplean para ello, están las torturas con severos golpes físicos durante un interrogatorio. Su salida posterior en libertad provisional genera todo tipo de conjeturas entre los conocidos, familiares, amistades y la propia Nadia, que procuran adivinar si le consiguieron sacar alguna información respecto al autor del asesinato.
«Omar» es una película enfocada desde la irresistible atracción amorosa de sus dos protagonistas principales y a través de eso, cómo y de qué manera el resto de actores que los rodea tratan de aprovecharse de ese sentimiento y esa emoción tan profunda para sus propios fines, o más concretamente las necesidades del grupo en el que militan y con el que se identifican social e incluso espiritualmente. Desde ese punto de vista, tal vez el filme se acerque más a la sustancia de lo que fue en su momento la narración y las tramas del clásico de Shakespeare ‘Romeo y Julieta’ por sus ideas sobre la naturaleza de los obstáculos que pueden perturbar un sentimiento tan apasionado y único como es el enamoramiento.
Abu-Assad adentra al espectador en los climas que genera la historia con un proceder muy adecuado y, como él mismo decía, tampoco es excepcional explorar el lado humano de personajes violentos pues en el cine lo estamos viendo casi continuamente en distintas películas que se estrenan. Y es que aquí, los personajes del film viven en un mundo violento pero ellos también lo son en su mayoría, principalmente por la obligación que les impone la adhesión a un grupo determinado y las circunstancias de una situación crítica que parece haberse quedado enquistada. Los palestinos tienen que lidiar con una ocupación de sus territorios y los israelíes están sujetos a la constante amenaza de posibles e inesperados actos violentos.
El director palestino emplea una tensión que fluctúa entre los mecanismos de un guión al que ha añadido algunas partes de comedia suave y momentos de lirismo, y una combinación de primeros planos con planos más generales en una cuidada fotografía. Además, su marcado y positivo sentido del ritmo cinematográfico hace que el conjunto de la narración sea perfectamente atendible por los espectadores huyendo también de los arquetipos habituales del cine más político. «Omar» está mucho más concentrada como película en lo que son las reacciones humanas, tanto en el amor como en la delación y la traición entre las personas. El relato es intenso y confunde las expectativas del público con múltiples reveses y giros. La manipulación y la traición endémica son entonces dos puntos claves de este interesante film.
©José Luis García/Cinestel.com